Nueva Encuesta

Chicas! Ya quedó esto, bueno la opción ganadora fue... Cronicas Vampíricas, soooo ahora vamos con otro detalle porque me he fijado en variiias cosas, dejarçe la encuesta hasta fin de año, como varias votaron por Eternial, veré que sea un proyecto a futuro no se preocupen porque me gusta consentirlas. Voten en la nueva encuesta====> las quieroo

lunes, 31 de agosto de 2009

Capítulo 9 Segunda parte y otras tantas por hacer.

Listo chicas espero les gustee!!! Comenten!!! Las quieroo



Carolina

Pase los mechones de su cabello, por detrás de su oreja, enlacé mis dedos detrás de su cuello y me quedé mirándolo.

El me miraba, con una mirada que denotaba, deseo, lo cual hizo que mis huesos se volvieran esponjosos, sus manos estaban en mi cintura, lo que ocasionaba que miles de chispas bailaran por mi cuerpo, el bajo su mirada de mis ojos a mis labios, paso su lengua por sus labios, humedeciéndolos y en ese momento perdí la cabeza.

Incline mi cabeza y lo besé.

Mis labios tocaron los suyos, sus labios se movieron al mismo ritmo que los míos, con ternura y muy suavemente, despego mis labios, y comenzó a jugar con ellos, su lengua toco la mía y ahí fue cuando el fuego se propago por toda mi piel, tomé su cuello y lo acerque más hacia mí, su perfume inundó mis sentidos, el olía a sándalo y canela.

El beso se intensifico aún más, pero seguía siendo tierno y delicado conmigo, tome su labio inferior y con mucho cuidado lo mordí un poco, ocasionando que el sonriera, me besara y luego pellizcara mi labio inferior con sus dientes. Nuestros labios se separaron, el apoyo su frente sobre la mía, abrí mis ojos, para encontrar que me miraba con una sonrisa en su rostro, le sonreí y esperé que el dijera algo.

Con la voz ronca me dijo:

-Creo que ahora si voy a traerte algo de comer- en su voz se escuchaba contento.

-Gracias- le dije con la voz delgada por la emoción.

-Espérame aquí- me dijo al mismo tiempo que me bajaba a la alfombra, no me había dado cuenta que me estaba cargando. Iba a marcharse, cuando se arrepintió y regreso sobre sus pasos, para darme un dulce beso en los labios –No tardo- susurró, se giró y desapareció por la puerta blanca.

Estaba impresionada por lo que había hecho, más no arrepentida, no hay vida para arrepentirse, de hecho, estaba muy feliz, tan feliz por su reacción al besarlo, me dirigí al sofá, no sin antes recoger la revista que leo traía en las manos, hace unos momentos, me senté y comencé a hojearla, no había pasado ni un cuarto de las hojas, cuando la puerta se abrió y Leo entró, con una bandeja, que dejó sobre la mesa de cristal, en ella había un plato de fruta, un sándwich tostado, un jugo de naranja y lo mejor de todo, una rosa roja.

La tomó, la llevó a sus labios, la beso y me la ofreció. Fue un acto tan dulce, que hizo estremecerse a mi corazón, la tomé, la besé en el mismo lugar que él, la dejé sobre la mesa, me giré y le di un suave beso en los labios.

-No creerás que voy a comerme todo esto ¿cierto?- le pregunte, arqueando una ceja.

-Si lo creo- dijo con mucha sinceridad en su voz

-¿Tan convencido estás?-le dije

-Muy convencido- contestó

Total, que terminé comiéndome todo lo que había en la charola, decir que estaba delicioso era poco, aun así, me extraño mi apetito, ya que últimamente casi no comía.

Estaba tan contenta de estar con Leo y de que me mirara de la forma en que me miraba, pero había algo que me mantenía preocupada, pero no sabía que era. En ese momento me acordé me paré rápidamente y salí corriendo hacia la puerta… yo no debería estar aquí, se suponía que estaba en casa, tirada en el jardín, estudiando. Seguro que mi mamá estaba muerta del susto, al igual que papá y Karla.

Antes de que pudiera alcanzar la perilla, Leo me detuvo, vaya, se movía rápido.

-¿Caro que te pasa? Te asusté, quieres ir a casa- la primera parte fue una pregunta, la segunda parte la dijo como afirmación y al instante en que lo dijo, su mirada se llenó de tristeza.

-No no Leo, no es por ti- le dije, las palabras un poco atropelladas entre sí, porque no quería que él se confundiera.

-Lo sabías, como te atreves a pensar que una chica como ella, podría querer tener que ver algo, con alguien como yo, ni siquiera soy un chico, soy algo que no se supone debería existir-dijo en voz baja, como para sí mismo, pero aun así, pude escucharlo.

-hey hey- grite para atraer su atención. –es solo que mis padres han de estar muy preocupados y súper enfadados, porque literalmente desaparecí- le dije

Al instante en que lo dije, su rostro cambio de expresión. Una sonrisa apareció en las comisuras de sus labios.

-Creo que Karla ya se encargó de cubrirte- me dijo

-¿Hablaste con mi hermana?-le pregunté, con toda mi sorpresa reflejada en mi voz.

-Claro y déjame decirte que es muy chistosa, me dijo que quería un resumen detallado de cómo llegaste a mi casa, detalles sucios y no sé que mas dijo…- el color comenzó a subir a mi rostro, a Karla siempre se le pasa la mano, con sus comentarios, nunca sabe cuando callarse…

Leo notó el rubor en mi rostro, tomó mi barbilla entre sus manos y levantó mi rostro hacia el suyo.

-No te avergüences por lo que otras personas digan, nunca. Además, tienes una buena hermana, te cubrió sin pedir explicaciones.- beso suavemente mi frente. –Y puedes darle toda la información que quieras, no me importa que se enteren- ahora beso mi nariz.

-pero me cobrará muy caro el favor, ya lo verás, además, no voy a poder sacármela de encima, hasta que le diga todo y todo es todo…- le dije, mirando hacia sus labios, tenía unos labios tan lindos…

-Entonces díselo todo, no tenemos nada que ocultar…- y dicho esto beso mis labios suave y rápidamente.-Te llevaré a casa-

Condujo hasta casa, en un auto, que tenía la impresión de ser muy caro, no era una marca que yo conociera, pero los asientos eran de piel y los mandos ajustables. Yo no podía saber el costo del auto, pero tampoco quería saberlo, ya había asumido, por la sala blanca, el jardín, la piscina, el salón, el recibidor y la fachada de la casa, que la familia de Leo y Bruno tenía mucho dinero…

Llegamos a casa y me abrió la puerta del auto, mi padre siempre hacia eso con mi madre, con mi hermana y conmigo, cuando le daba tiempo, no tenía tantas manos, pero de Leo, ya nada podía sorprenderme, el era tan caballeroso y atento, que todavía esperaba verlo montado en un corcel blanco…

Me acompaño hasta la puerta y se despidió de mi con un beso rápido, pero apasionado en los labios, me dedico una sonrisa que hizo temblar mi corazón y se marcho.

Escaleras arriba me esperaba… la CIA

miércoles, 26 de agosto de 2009

Capítulo 9: Y otras tantas por hacer.

Chicas lo prometido es deuda... les dije que hoy iii es hoy un poco tarde pero aqui esta...esta es la primera mitad de el cap, porque este si va a ser un poco largo, espero les guste iii pronto pondré la siguiente mitad... besos las quieroo


Carolina


Cuando abrí mis ojos, lo único que podía ver, era el alto techo blanco, lo primero que vino a mi mente, es que me habían llevado al hospital, esto era horrible, yo no quería que Leo supiera lo de mi enfermedad, o al menos por el momento, porque digamos que no es algo que una pueda ocultar por mucho tiempo tan fácilmente.


Me enderecé, para descubrir que esto era un paraíso en blanco, me encontraba en una sala, completamente blanca, yo estaba sentada en un sillón, de algo que parecía gamuza blanca, de 4 plazas, mientras que el de dos plazas se encontraba a mi derecha y el de una plaza a mi izquierda detrás de él, había un gran ventanal, por el que se podía ver un jardín bien cuidado, con flores, césped recién cortado y una piscina, bordeado por unos cuidadosamente podados árboles.

Las paredes eran de un blanco crudo, pero no deslumbrante, una mesa de centro de vidrio, estaba delante de mí, había una nota que decía:

Leo mas te vale vayas por la comida, yo cargue con las
bolsas la vez pasada, así que si se te vuelve a olvidar te mataré y beberé tu
sangre.

No necesitaba estar firmada para saber que era de Bruno, vaya este chico sí que era drástico. Así que me encontraba en la casa de Leo y Bruno, comencé a mirar con más interés, para ver que podía descubrir sobre ellos, mas específico sobre Leo.


Me levanté, para notar que estaba sobre una alfombra de mínimo 3 cm de espesor, adivinen… si exacto blanca, mis zapatos habían desaparecido, lo cual era un poco obvio dado que no querían ensuciar la preciosa sala, de verdad era hermosa a su manera, los libreros de color crema, resaltaban contra el crudo de las paredes, pero de una manera armoniosa.

Estaba absorta observando una foto, en la que aparecían Leo, Bruno y otra chica, primero me fijé en Leo, traía unos lentes obscuros, lo cual era malo, porque seguía sin saber de que color eran sus ojos, pues hace un rato, estaba demasido ocupada intentando que el y su hermano no se agarraran a golpes en mi patio... Bruno, tamién traía lentes obscuros y estaba tan hermoso como cualquier modelo de revista, la chica era despampanantemente hermosa, rubia platino, con unos ojos azul cielo profundos, de verdad hermosos, los tres sonreían, ella estaba por el medio y pasaba sus brazos por los hombros de ambos chicos, así que supuse que ellos estaban agachados, o ella también era alta… Ella estaba inclinada hacia Leo y recargaba su cabeza en la suya, mientras le ponía cuernos a Bruno por detrás, a pesar de el caracter bromista de la foto, sentí celos, sobre esa chica...


La puerta se abrió y por ella entró Leo, traía su cabello suelto y rozaba sus hombros, caminaba, mientras leía una revista de autos, traía unos vaqueros que colgaban ligeramente de sus caderas, una playera Hugo Boss en color beige, que marcaba favorablemente sus músculos, los botones estaban abiertos y se podía ver una cadena que colgaba de su cuello, estaba descalzo también, tenía unos pies delgados y grandes…

Y con la luz del cuarto...¡Santas Macarenas! El hombre era aún más perfecto ahora que cuando lo conocí.


No se había dado cuenta de que estaba levantada, hasta que casi choca conmigo.
-¡Caro! Ya te despertaste… lo siento, fui por una revista rápido, no tenía intención de dejarte sola- intenté interrumpirlo, pero no me escucho –seguro te espantaste, te despertaste y no sabías dónde estabas- intenté callarlo de nuevo, pero como no funcionó, puse mi dedo índice sobre sus labios y en el instante en que lo hice, miles de chispas recorrieron mi cuerpo.
-Leo, tranquilo estoy bien, gracias por ayudarme- le dije, sus ojos se encontraron con los míos y encontré que sus ojos eran verdes, mi color favorito de ojos. Realmente eran hermosos, profundos, diferentes de los demás, con un brillo tan especial, como si pudieran ver a través de mi alma… mi corazón, comenzó a latir más rápido.


Tomo mi mano en la suya, la apartó de sus labios un momento y murmuró:
-Me alegra tanto que estés bien, no sabes lo mucho que me asusté- en su voz, pude escuchar el alivio que sentía, pero también, sabía que me iba a preguntar, que era lo que me había ocurrido.

-No hay porque preocuparse Leo, solo que he tenido mucha tensión, por los exámenes, así que no duermo bien y además hoy no desayuné eso es todo- le dije intentando calmarlo, todo eso muy fácilmente podía ser verdad, pero en mi caso no lo era, todo esto era por mi enfermedad, los desmayos, eran frecuentes y bendito el cielo que Leo y Bruno estaban o podría haber sido peor…

Condujo mi mano de regreso a sus labios y besó la yema de mis dedos con mucha dulzura. Apoyo su frente sobre la mía –No me vuelvas a asustar de esa manera- me dijo con un tono de orden y suplica en su voz, su preocupación, hizo temblar mis rodillas, estaba absorta mirando la perfección de sus facciones, la curva de sus labios, pensando en cómo sería tener sus labios sobre los míos, de verdad deseándolo, pero yo no podía hacer esto, no estaba dentro de mi personalidad, Leo, necesitaba una chica que pudiera estar con él siempre, alguna chica que tuviera más tiempo que yo, aunque estaba 100% decidida a vivir, no sabía si lo iba a conseguir, suficiente doloroso sería dejar a mi familia atrás, como para que también tuviera que dejar a Leo con el corazón destrozado…

Di un paso atrás y Leo también, el momento romántico había pasado, ahora podía sentir la tensión en el aire, así que para romperlo dije:
-¿la chica en la foto es tu novia?- Leo me miró extrañado , así que señale la foto, el siguió mi dedo, hasta que dio con el marco de cristal que le señalaba, frunció el ceño y dijo:
-No no lo es, es solo una vieja conocida- con un extraño tono de enfado en su voz.
-Parece que la vieja conocida y ustedes eran muy amigos- le dije.
-Te traeré algo de comer, no quiero que te vayas a caer medio muerta otra vez- dijo en un tono, que dejaba claro que era un tema que él no quería tocar. Comenzó a darse la vuelta, para marcharse, pero yo no quería que se fuera

-No Leo, ya no digo nada, pero por favor no te vayas- le dije, alcancé su mano, pero él la sacudió, tan fuerte que perdí mi escaso equilibrio y me hubiera dado de bruces con la mesa de centro, si no hubiera sido porque Leo me cogió por la cintura a mitad de caída.

-Caro lo siento, a veces no mido mi fuerza, perdón-dijo con un tono apenado.

Me tenía sujeta por la cintura y pegada a su cuerpo, de manera que era totalmente consciente de su cuerpo y el del mío, levanté mis manos y aparte con ellas el cabello de su rostro, de manera que pudiera ver sus ojos. Estaba deseando besarlo y sabía que el también lo quería...

Pase los mechones de su cabello, por detrás de su oreja, enlacé mis dedos detrás de su cuello y me quedé mirándolo.

El me miraba, con una mirada que denotaba, deseo, lo cual hizo que mis huesos se volvieran esponjosos, sus manos estaban en mi cintura, lo que ocasionaba que miles de chispas bailaran por mi cuerpo, el bajo su mirada de mis ojos a mis labios, paso su lengua por sus labios, humedeciéndolos y en ese momento perdí la cabeza.

Incline mi cabeza y lo besé.

Mis labios tocaron los suyos, sus labios se movieron al mismo ritmo que los míos, con ternura y muy suavemente, despego mis labios, y comenzó a jugar con ellos, su lengua toco la mía y ahí fue cuando el fuego se propago por toda mi piel, tomé su cuello y lo acerque más hacia mí, su perfume inundó mis sentidos, el olía a sándalo y canela.

El beso se intensifico aún más, pero seguía siendo tierno y delicado conmigo, tome su labio inferior y con mucho cuidado lo mordí un poco, ocasionando que el sonriera, me besara y luego pellizcara mi labio inferior con sus dientes. Nuestros labios se separaron, el apoyo su frente sobre la mía, abrí mis ojos, para encontrar que me miraba con una sonrisa en su rostro, le sonreí y esperé que el dijera algo.

Con la voz ronca me dijo:

-Creo que ahora si voy a traerte algo de comer- en su voz se escuchaba contento.

-Gracias- le dije con la voz delgada por la emoción.

-Espérame aquí- me dijo al mismo tiempo que me bajaba a la alfombra, no me había dado cuenta que me estaba cargando. Iba a marcharse, cuando se arrepintió y regreso sobre sus pasos, para darme un dulce beso en los labios –No tardo- susurró, se giró y desapareció por la puerta blanca.

Estaba impresionada por lo que había hecho, más no arrepentida, no hay vida para arrepentirse, de hecho, estaba muy feliz, tan feliz por su reacción al besarlo, me dirigí al sofá, no sin antes recoger la revista que leo traía en las manos, hace unos momentos, me senté y comencé a hojearla, no había pasado ni un cuarto de las hojas, cuando la puerta se abrió y Leo entró, con una bandeja, que dejó sobre la mesa de cristal, en ella había un plato de fruta, un sándwich tostado, un jugo de naranja y lo mejor de todo, una rosa roja.

La tomó, la llevó a sus labios, la beso y me la ofreció. Fue un acto tan dulce, que hizo estremecerse a mi corazón, la tomé, la besé en el mismo lugar que él, la dejé sobre la mesa, me giré y le di un suave beso en los labios.

-No creerás que voy a comerme todo esto ¿cierto?- le pregunte, arqueando una ceja.

-Si lo creo- dijo con mucha sinceridad en su voz

-¿Tan convencido estás?-le dije

-Muy convencido- contestó

Total, que terminé comiéndome todo lo que había en la charola, decir que estaba delicioso era poco, aun así, me extraño mi apetito, ya que últimamente casi no comía.

Estaba tan contenta de estar con Leo y de que me mirara de la forma en que me miraba, pero había algo que me mantenía preocupada, pero no sabía que era. En ese momento me acordé me paré rápidamente y salí corriendo hacia la puerta… yo no debería estar aquí, se suponía que estaba en casa, tirada en el jardín, estudiando. Seguro que mi mamá estaba muerta del susto, al igual que papá y Karla.

Antes de que pudiera alcanzar la perilla, Leo me detuvo, vaya, se movía rápido.

-¿Caro que te pasa? Te asusté, quieres ir a casa- la primera parte fue una pregunta, la segunda parte la dijo como afirmación y al instante en que lo dijo, su mirada se llenó de tristeza.

-No no Leo, no es por ti- le dije, las palabras un poco atropelladas entre sí, porque no quería que él se confundiera.

-Lo sabías, como te atreves a pensar que una chica como ella, podría querer tener que ver algo, con alguien como yo, ni siquiera soy un chico, soy algo que no se supone debería existir-dijo en voz baja, como para sí mismo, pero aun así, pude escucharlo.

-hey hey- grite para atraer su atención. –es solo que mis padres han de estar muy preocupados y súper enfadados, porque literalmente desaparecí- le dije

Al instante en que lo dije, su rostro cambio de expresión. Una sonrisa apareció en las comisuras de sus labios.

-Creo que Karla ya se encargó de cubrirte- me dijo

-¿Hablaste con mi hermana?-le pregunté, con toda mi sorpresa reflejada en mi voz.

-Claro y déjame decirte que es muy chistosa, me dijo que quería un resumen detallado de cómo llegaste a mi casa, detalles sucios y no sé que mas dijo…- el color comenzó a subir a mi rostro, a Karla siempre se le pasa la mano, con sus comentarios, nunca sabe cuando callarse…

Leo notó el rubor en mi rostro, tomó mi barbilla entre sus manos y levantó mi rostro hacia el suyo.

-No te avergüences por lo que otras personas digan, nunca. Además, tienes una buena hermana, te cubrió sin pedir explicaciones.- beso suavemente mi frente. –Y puedes darle toda la información que quieras, no me importa que se enteren- ahora beso mi nariz.

-pero me cobrará muy caro el favor, ya lo verás, además, no voy a poder sacármela de encima, hasta que le diga todo y todo es todo…- le dije, mirando hacia sus labios, tenía unos labios tan lindos…

-Entonces díselo todo, no tenemos nada que ocultar…- y dicho esto beso mis labios suave y rápidamente.-Te llevaré a casa-

Condujo hasta casa, en un auto, que tenía la impresión de ser muy caro, no era una marca que yo conociera, pero los asientos eran de piel y los mandos ajustables. Yo no podía saber el costo del auto, pero tampoco quería saberlo, ya había asumido, por la sala blanca, el jardín, la piscina, el salón, el recibidor y la fachada de la casa, que la familia de Leo y Bruno tenía mucho dinero…

Llegamos a casa y me abrió la puerta del auto, mi padre siempre hacia eso con mi madre, con mi hermana y conmigo, cuando le daba tiempo, no tenía tantas manos, pero de Leo, ya nada podía sorprenderme, el era tan caballeroso y atento, que todavía esperaba verlo montado en un corcel blanco…

Me acompaño hasta la puerta y se despidió de mi con un beso rápido, pero apasionado en los labios, me dedico una sonrisa que hizo temblar mi corazón y se marcho.

Escaleras arriba me esperaba… la CIA

Gritenme chicas pliss

lunes, 24 de agosto de 2009

Capítulo 8: Hay muchas cosas por ver.

Chicas se los dejo.... besos las quierooo

Carolina

Con una sonrisa, realmente deslumbrante y una mirada que me asustaba, pero curiosamente también me derretía, cruzó (de nuevo) la distancia que yo había impuesto (de nuevo) entre los dos.


Quedo apenas lo justo para que nuestros cuerpos se rozaran, tomó mi mentón con su mano, en un gesto muy rápido, un poco brusco quizás, pero muy galante, levantó mi rostro, de tal manera que él pudiera verme, sin tener que bajar la mirada.
Realmente, estaba asustada, pero también, insensatamente tenía mucha curiosidad de lo que haría a continuación, miré mas atentamente sus rasgos, el era realmente, realmente, realmente guapo… vaya en estos últimos días, había visto unos hombres…. Afortunada de mi…


-Realmente eres hermosa- dijo con una voz suave y candente que casi hace que me derrita, pero al fijarme en sus ojos de nuevo, vi esa mirada que me asustaba y también me derretía y por tercera vez en menos de 5 minutos retrocedí 3 de mis largos pasos.


El comenzó a caminar (de nuevo) hacia mi –hey hey chico Bruno calma- le dije con el tono más firme que pude reunir. Me miro extrañado como si no supiera de qué le estaba hablando, así que para dejarlo un poco más claro, levanté mi mano y le mostré la palma, en un claro signo de ALTO, estire mis brazos y los moví a mi alrededor
-Este- dije mientras los movía –Es mi espacio personal, así que no lo sobrepases- terminé esperando, de verdad que entendiera el mensaje…


-Para mí no hay espacio personal- dijo acercándose, pero me moví hacia un lado esquivándolo, lo que solo provocó que sonriera aun mas. Puesto que se iba a acercar de cualquier manera, tomé la iniciativa y le dije:
-Alto Alto, espera, vamos a hacer un trato- me miró, esperando que continuase. –Por cada pregunta que me contestes, es un paso- retrocedí otros tres más, dejando más o menos a tres metros y medio de distancia.


-Hecho- dijo con una voz que encerraba malicia.
Tenía más o menos 5 pasos de separación, lo que me daba 5 preguntas y tiempo para pensar que hacer después, porque hasta ahí llegaba mi plan.
-¿Quién eres, ya sé que eres Bruno, pero que haces en mi patio?- pregunté, era algo que realmente quería saber.
-Tenía curiosidad por ti, por eso estoy aquí, soy hermano de Leo. El se la paso hablando sobre ti, así que vine a ver por mí mismo, si era para tanto. Ahora que te veo, creo que se quedó corto, tú eres despampanante, no simplemente bella…-


Mis piernas comenzaron a temblar y mi corazón a latir más rápido, ¿Leo había hablado sobre mi? Oww que dulce… pero aunque él era tierno, extrañamente él y su hermano eran muy diferentes. ¡Qué digo yo! Si mi hermana y yo no nos parecemos en nada.


El avanzó dos pasos, ya estaba a la mitad del camino.
-Hey hey era una respuesta es un paso, no dos- le dije en un tono un poco alto.
-No Caro, quien soy y que hago aquí, dos preguntas y dos respuestas, por lo tanto dos pasos- dijo con un tono paciente, como si yo fuera una niña, pero no me hizo enojar, su tono no era con malicia, era como si realmente quisiera que comprendiera.
-oh claro- dije cuando comprendí mi error.


Ahora solo tenía dos preguntas y debería aprovecharlas, así que me quede callada pensando
-Tic Tac Caro no tengo todo el día- dijo con un tono burlón, mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho, lo cual solo hacía que sus músculos, resaltaran aún más, e impedían mi concentración.
Me puse nerviosa así que pregunté lo que primero se me vino a la mente:
-¿Cuántos años tienes?- balbucee.
-20 años- contestó y avanzó un paso más, quedaba una pregunta, justo cuando recordé la primera vez que conocí a Leo, así que decidí que sería una buena manera de gastar mi última pregunta.


-Cuando conocí a Leo y le pregunté quién era, el contestó diciendo que la pregunta correcta debería ser que era él, así que dime Bruno, ¿qué quiso decir con eso?- está realmente era una buena pregunta, el último paso, la pregunta importante, me le quedé mirando, esperando por su repuesta.


El estaba parado ahí, cruzado de brazos con la mandíbula apretada, mirándome fijamente, sin saber que decir, la luz del sol se derramaba por sus brazos, haciéndolo aun mas tentador, así que me quedé esperando mi respuesta, al ver que no contestaba le dije:
-Sin respuesta no hay paso- le advertí, a la vez con un tono burlón.

Se pasó la mano, por la cara, como dudando si contestar a la pregunta, justo cuando abría la boca para contestar, algo se movió a mis espaldas, voltee para ver qué era lo que se había movido, saliendo del parque y atravesando la reja del jardín, estaba Leo.
En menos de lo que puedes decir Banana Split, estaba delante de mí.

-¿Qué haces aquí Bruno?- preguntó, con un tono un poco brusco, pero todavía amable.
-Vine a conocer a la belleza de la que hablabas, y déjame decirte hermanito que te quedaste corto- dijo sonriéndome con malicia.
-No me tientes Bruno no me tientes- dijo a modo de advertencia.
-Atrévete si puedes- dijo en un tono presumido.

Leo comenzó a acercarse a Bruno, pero corrí y me interpuse en medio de ambos, separé mis brazos, apoyando mis palmas, en el pecho de ambos.
-hey hey chicos, calma- les dije en un tono exigente.
-Caro no te metas- me dijo Leo con un tono que la verdad, no me esperaba, casi era grosero. Pero aun así no me quite de en medio.

Bruno puso sus manos en mi cintura y como si yo fuera una niña de dos años, me levantó y me puso a un lado. wow era más fuerte de lo que pensaba...
-No te vayas a lastimar Caro- me dijo con un tono dulce, pero fiero.
Mi vista comenzó a verse borrosa.
-Leo…- dije en un susurro.


Me miro y al instante centró su atención en mí, al igual que Bruno.
-Caro te sientes bien- preguntó leo, con la preocupación, reflejada en su voz.
Antes de que pudiera contestar, mi vista se oscureció.

Espero les haya gustado, comenten chicas...

sábado, 22 de agosto de 2009

Capítulo 7: Disfruta, aprende y crece

Mis chicas... disculpen mi tardanza, pero el cole, acaba de empezar y estoy un poco atareada, asi que... no había tenido tiempo, pero bueno este cap, de verdad que les va a gustar y para recompenzarlas, al final les dejoo un pequeño regalito...
Rose... se que te va a gustar este cap y me matarás por saber que pasa... asi que amiga, este cap te lo dedico... gracias por todo tu apoyo con el blog y por todos tus comentarios... vale que sabes que te quiero...
Chicas disfruten el capitulo... Besitos las quieroo






Carolina


Dos semanas perdidas.. Dos semanas en las que el tratamiento ya podría estar haciendo efecto, no podía perder tanto tiempo, rayos esto era malo, pero había decidido desde el día que supe lo de mi enfermedad que tomaría las cosas por el lado positivo sin importar lo que pasara. Además también había dicho que tenía muchas cosas que hacer antes de la primera quimioterapia. Así que aquí estaba la oportunidad para demostrarme que si podía con esto.

Llegamos a casa y tome mis apuntes de matemáticas, mañana tenía mi examen de segunda vuelta, a la primera no había ido porque fue el día en que mamá me llevó al doctor, podría haber llegado al examen, pero mamá no me dejo ir... Yo creo que pensaba que podía darme un ataque...
En fin, subí a mi habitación, me puse un vestido veraniego en colores verdes, bastante corto que dejaba mis piernas al descubierto, con unas lycras tamaño shorts negras debajo, mis sandalias, pase por el baño para tomar mi loción bronceadora y salí al patio, hacía mucho sol, como amo el sol, sentirlo en mi piel, que calentara mi piel, por eso amo el verano, porque el sol esta increíble por el día y en la tarde-noche la lluvia, adoro la lluvia igual que gozo del sol…

Me tendí boca abajo, después de ponerme la loción bronceadora por el cuerpo. Me puse a repasar mis temas para mi examen de mañana, no me gustan las mates para nada, pero las entiendo, me sentía muy cansada, algo que no era típico en mi persona, pero desde esta enfermedad... ¡Rayos! pasaba la mitad de mi tiempo dormida... Cerré mi cuaderno un momento, lo deje a un lado, me recosté por un segundo y mis ojos se cerraron.

Estaba teniendo un excelente sueño, estaba con leo, sentada en una banca del parque, solo mirándonos, estaba a punto de besarme, cuando sobresaltada me desperté…
Ante mi estaban los ojos color caramelo, más hermosos que hubiera visto jamás, me miraban atentamente, con un destello que denotaba interés. De hecho me miraban muy de cerca, demasiado cerca, me percaté de que sus labios casi estaban sobre los míos, casi pensé que era leo, pero vi el color de su cabello, rubio, Leo definitivamente no era rubio, no me asuste, pero de cualquier manera quería poner distancia entre el nuevo desconocido y yo. Así que rodé sobre mi espalda y rápidamente me levante.

El desconocido aún estaba en cuclillas a un lado del tapete de yoga, donde yo había estado acostada apenas hace unos segundos, alzó la mirada, sonrió y me dijo:
-Eres muy rápida chica linda- su voz era rasposa, grave y también tenía un tono seductor.
Lo mire, el hombre realmente era guapo, vaya parecía un modelo. Demasiado rápido, debo decir, se levantó y camino tres largos y elegantes pasos hasta quedar frente a mí, donde pude observarlo mejor, traía una playera sin mangas en color blanco, de esas que dejan los hombros al descubierto, a nadie más que a los hombres en las revistas, se les ven bien, pero a él se le veía de ensueño, marcaba sus bien formados músculos, odiaba lavar ropa, pero con un lavadero como el suyo... Que me traigan el jabón.

Me encontré alzando la vista para poder verlo mejor, me sacaba una cabeza... Su cabello, le caía sobre la frente y hacia los lados, brillaba a la luz del sol en tonos dorados y cafés claro, tenía una mandíbula fuerte, con pómulos suaves y una nariz recta y por supuesto unos labios que cualquiera moriría por besar. El sol, literalmente acariciaba su piel ligeramente bronceada, resaltando aun más los marcados músculos de sus brazos y su pecho. Pero no era fisicoculturista, era un chico al que le gustaba el gym.
Realmente era encantador...
Me recompuse de la impresión y con voz firme, pregunte: - ¿quién eres tú y que haces aquí?-
-Yo dulzura, me llamo Bruno- dijo con una voz terriblemente sensual, tomo mi mano derecha con la suya, la llevó hacia sus labios y la besó, justo como en las películas antiguas -Enchanteé- concluyo.

Realmente estaba teniendo el síndrome AAA (Triple A) lo que entre mis amigas, traducido quiere decir: Atónita Atontada y Atolondrada. Ese gesto, el beso en la mano, era típico del siglo pasado, pasado de moda, literalmente incluso ridículo, pero este parecía un gesto totalmente adecuado en el. Solo lo hacía más encantador.
Pero aun así, había algo en el que no me daba la misma confianza que la que existía entre Leo y yo, aun cuando lo conocía casi lo mismo que conocía a Bruno…

Cuando el AAA se me pasó, rápidamente di 3 pasos hacia atrás. El me miró, extrañado por mi reacción, seguro que estaba acostumbrado a que todas cayeran a sus pies, con su lindo francés, seguro que lo hacían el tío estaba para brincar sobre él, pero yo no era como las otras chicas, además, mamá bien dice: “La excepción siempre confirma la regla”

-¿Madame, podría por favor decirme el nombre de esta belleza?- preguntó de nuevo con su tono seductor, una mirada que derretía mis piernas y una sonrisa sobre sus labios que me atontaba.
-Me llamo Carolina, aunque todos me dicen Caro, dos cosas; Uno: No me hables de usted, me haces sentir vieja.- Ante esto sonrió aun mas- Dos: No me mires así por favor- le dije con el tono más firme que pude componer, pero aun así intenté sonar amable.
-¿Cómo te miro?- preguntó
-Pues… como si quisieras comerme- definitivamente me veía como mi hermana veía una hamburguesa cuando tenía hambre.
-No tienes idea- Y ante esto, su sonrisa se ensancho aún más.

Chicas este es Bruno... disfruten la vistaa... besos

miércoles, 19 de agosto de 2009

Premios!!



REGLAS:
1. Agradecer a todas las amigas que nos apoyaron desde el inicio de nuestro blog, amigas que a la mayoría no conocemos personalmente, de diferentes edades, nacionalidades, raza, etc. Como las orquideas... diferentes especies pero mucho en común
Lunalula, mil gracias por el premio... aww no sabes lo importante que es tu apoyo para mi... besos!! AA amo tu historia
2. Pegar el premio en el blog de cada una y dárselo a aquellas amig@s que también las apoyaron a crecer (No importa la cantidad).
Oww Este premio va para.... Kan Kan Kan Kan... Kan Kan fhhhh XD
Obvio va para tii... Rosee!!! te doiii mil ocho mil gracias por todo tu apoyo desde que comenzé con el blog, mil gracias por tu entusiasmo con la historia, por tus comentarios y por hacerme gritar con tu historia... te kierooo
Tambien para An... aww chica sabes que tu historia me hace delirar.... iii tus comentarios siempre me hacen reir, no se... tal vez estoiii loca, pero te aprecio mucho a pesar de que no tiene mucho que conoci tu historia iii hablamos poco por mail... pero ya veras... seremos buenas amigas... espero besitos




Premio Baby Novel
REGLAS:
1. Agradecer a quien te lo dio.
Lunaluna awww mil graciass!!!
2. Mencionar que fue lo que te inspiro a crear el blog
Bueno es sencillo... adoro la lectura y decidí que sería una buena idea... despues surgió la historia de la historia, porque una persona a la que amaba con todo mi corazón, falleció de la enfermedad de Caro, era super llena de vida iii en ella esta inspirada y dedicada la historia, iii a mi prima adorada que perdio a una mujer muy importante en su vida... igual que va para mi abuela que sufre la misma enfermedad iii no se va a dar por vencida.
3. Darselo a 2 blog que consideres que lo merecen

Rose... que puedo decir... vivo para darte premios mil gracias por todoo

An chica amo tu historia
4. Contar un chiste
¿Que le dijo un pollo policia a otro pollo policia?

Necesitamos a-pollo. jaja :D



Premio Dulce Locura1. Agradecer al blog que te lo otorgo.
Gracias a lunalula
2. ¿cuales son tu 5 grupos favoritos?
- Simple Plan, Taylor swift, paramore, wisin y yandel iii Fanny Lu
3)¿ Cuáles son tus cinco libros favoritos ? (no sagas enteras)
-Los Juegos del hambre, la catedral del mar, cumbres borrascosas, El niño con el pijama de rayas, El beso de plata
4. ¿Cuáles son tus cinco películas favoritas?

-Diario de una pasión, Gladiador, Peter Pan (Personas), El mundo magico de terabithia y Titanic
- 5.Otorgar el premio

Rose y an... les va de nuevo




Premio un Blog Genial
1. Agradecer al blog que te lo envió:
Gracias a Lunalula chica mil gracias besos



Premio ¿?

1.Decir 10 cosas honestas sobre mí
-Adoro leer
-Adoro escuchar musica y cantar
-Por las tardes me tiro al sol en mi patio a broncearme (Adoro el sol)
-Odio las matemáticas, fisica y quimica
-Si veo sangre me desmayo
-Estoii profundamente enamorada de Eric Nortman y Acheron Parthenopaeus
-Odio a Alan Ball
-No tengo color favorito... todos me gustan.
-Tengo una hermana mas chica igualita a Karla (Te amaré siempre)
- Soi fan de los chocolates

2. Poner el logo del premio en el blog

lunes, 17 de agosto de 2009

Capitulo 6: Aunque muchas veces no veas el porqué.




Carolina

Desperté por la mañana muy feliz, había tenido un muy buen sueño,
pocas veces en mi vida podía recordar sueños con tanta claridad como
este.

Recordaba el tacto de su piel, sus labios sobre mis mejillas, sus
brazos a mí alrededor aww lástima que ya era hora de levantarse, ir al
doctor para los últimos análisis y demás...

En fin con quedarme acostada no iba a cambiar las cosas y tampoco a
retrasarlas, así que mejor hacerlo rápido y presentable.
Me estiré, conté mentalmente hasta tres y me levanté, todavía estaba
somnolienta, pero me percaté que traía algo puesto sobre mi pijama de
Tigger... La chamarra de mis sueños.

Corrí al baño, mientras observaba la chamarra, entonces no había sido un sueño, había encontrado a un chico perfecto, en la mitad del bosque, que pensaba que yo era linda… oww y me quede con su chamarra, busque la etiqueta... ¡Santas macarenas! Una chamarra Armani de piel!!! Esto valía mucho, pero mucho dinero, el me la había dejado sin ninguna reserva, además de guapo, atento, también era rico… esto pintaba mal, tantas virtudes ¿sin ningún defecto que resalte como un espectacular fluorescente? Aww esto pintaba mal, eso no existía, solo en los cuentos de hadas. Lo cual me quedaba perfectamente claro desde hace unos años, no existían.

Me metí a bañar, me envolví en mi toalla, aturbanté mi cabeza y troté de vuelta a mi cuarto, una vez ahí, colgué la chamarra en un gancho, de esos de hombros anchos, para que no se maltratara y la guardé en lo más profundo de mi armario, donde ni Karla, ni mamá podrían encontrarla.
Me puse un poco de máscara de pestañas, delinee mis ojos, me puse un poco de blush, porque estaba muy pálida, ya necesitaba una cita con el señor sol, saqué un par de pescadores viejos, pero muy cómodos, tenían las rodillas rotas, lo combiné con una blusa lila, mi color favorito, mis sandalias blancas y mi reloj Tommy Hilfiger, con cuentas de colores y perlas, amaba ese reloj porque combinaba con todo…

Estaba ordenando mi bolso, Kipling blanco, con todas mis cosas indispensables, mi brillo labial, delineador, blush y restante maquillaje, mi ipod y mi celular, indispensables en mi vida diaria, pensando en cuando lo volvería a ver, para poder devolverle la fortuna con forma de chamarra que había dejado a mi custodia, cuando Karla entró.

-bonita la escapada de anoche Caro, casi tiro a mamá por las escaleras para evitar que subiera a verte- dijo en un tono bajo para que no pudieran escucharnos.
Intenté planear alguna escusa que sirviera, pero negar que me había escapado, pero era obvio que Karla lo sabía bien, sino no lo hubiera dicho…

-¡Vamos Caro! Se que te escapaste, la escalera estaba toda mal metida en el baúl- demonios, sabía que no cerraba bien –además conociste a alguien, un chico, para ser exacta… bueno desembuchaa- dijo sentándose en flor de loto a mis pies, pero Karla era adivina o ¿qué?

-¡No soy adivina tonta! Cuando entré a la recamara traías puesta la chamarra, obviamente es de un chico, porque papá, no tiene una tan cara, además de que es muy juvenil para su estilo, la escalera estaba mal guardada, además que cuando entre antes, había una mala imitación boluda de tu cuerpo, mal cubierta por cierto, a juzgar por la sonrisa que tenías mientras dormías, solo até cabos, además de que ciertamente eres mi hermana y te conozco mejor que a mí misma – terminó con su ultimo aire, Karla tendía a hablar demasiado rápido algunas veces –Ahora escupe… quiero saberlo todo…- dijo con una sonrisa en su cara.

-No pasó nada, lo encontré en el parque y se ofreció a acompañarme a casa, se llama leo, tenía frio y me prestó su chaqueta, detuvo la escalera cuando trepé y listo fue todo- resumí, aunque había sido mucho más que eso.

-¡O vamos caro! Y yo me chupo el dedo ¿no?- eso fue con un tono burlón.

-¡En verdad Karla! Si no vas a creerme entonces para que me preguntas…- dije con un tono de exasperación, aun no creía que el fuera real…

-¡bruja! Eres mala, porque no me compartes la información, todavía que te cubro, quiero los detalles!! Al menos dime su nombre, creo que me lo merezco- su cara estaba hecha un puchero, como cuando éramos pequeñas y ella obtenía lo que fuera que quería con ese gesto. Solo que esta vez no funcionaría.

Cogí mi bolso, me levanté, la miré y le dije –Se llama Leonardo- y con eso, salí del cuarto y cerré la puerta tras de mí.

Más tarde, cuando habían terminado de chupar mis venas, con agujas, el doctor nos dijo, que mi registro de plaquetas, no era el adecuado para realizar una quimioterapia, era menor a 21 y tendríamos que dejar pasar algunos días para que pudiéramos realizarla, genial… bueno unos días que aprovecharía al máximo, había cosas que todavía tenía que hacer, tenderme al sol, antes de que la quimio me lo impidiera, ver a mis amigos, antes de que mi cabello comenzara a caérseme, terminar mis exámenes finales, que por cierto mañana es lunes y tengo matemáticas….

Sería optimista pasara lo que pasara..

Comenten plis



domingo, 16 de agosto de 2009

Capitulo corto: Perfume

La historia, es en su mayor parte narrada por carolina, pero incluire historias cortas como esta, para que puedan apreciarla desde otro punto de vista, el de su familia, Leo u otros personajes... Besos




Leo


La primera vez que la vi, fue cuando seguí su olor, salía a dar un paseo cuando lo capté y lo seguí, no porqué se me hiciera agua la boca, al contrario, no era un olor para nada apetitoso, pero no porque oliera mal, olía estupendamente bien, olía como el perfume más caro del mundo, magníficamente bien pero nunca lo probarías, ¿cierto? era una combinación, de caramelo, rosas, brisa de verano y luz de sol, esquicito, dulce y sencillo.

El olor era de una muchacha humana, nunca en los años que tengo y déjenme decirles que son varios, había visto un humano que oliera como ella, era de estatura promedio, aproximadamente 1, 65 cm, con cabello suave color caoba que le caía en cascada a la altura de sus frágiles hombros tostados por el sol, con una cara en forma de corazón, unos ojos marrones enmarcados en unas pestañas largas y rizadas.
Iba saliendo de un hospital con la que no dude un instante era su madre, a pesar de que ella era un poco más baja de estatura, aun con tacones y tenía el cabello color negro azabache y rizado, por lo demás eran muy parecidas, misma complexión, delgada, con delicadas curvas.

No supe que había sido lo que había llamado mi atención, además de su olor, porque las seguí, hasta que al estudiarlo me dí cuenta que había un olor salitre en el aire y me di cuenta que ambas estaban llorando, solo que la muchacha sonreía, mientras le decía a su madre que todo estaría bien, que todo estaría bien.
A pesar de que la madre emanaba, tristeza y desconsuelo, la chica estaba llena de optimismo de fuerza y de determinación.

Días mas tarde, me libraba de el venado “Willie”, última adquisición de Bruno, dios sabía que mi primo era raro, pero después del puma, esto era una cosa rápida de hacer y sin importancia, recordaba todo el papeleo que tuve que hacer para librarme de él, además de que destrozo toda la sala, con sus garras…seguía sin entender como mi tío no le ponía un alto a esta situación de las mascotas…

Estaba tan metido en mis cavilaciones que no noté, el olor, ese perfume… me giré, la vi parada ahí, en el medio del bosque, en el medio de la noche, mirándome, como si me conociera desde siempre, era ella, la chica alegría, la optimista, me paré y sin querer dejé caer a “Willie”, bah se levantaría, me acerque cuidadosamente, no quería que se asustara, la mire fijamente...

Quería memorizar sus facciones, ella era tan hermosa, tenía unos ojos almendrados, tan profundos y expresivos, los arcos de sus cejas, bien definidos, pero no depilados, su nariz, respingada, unos labios llenos, rosas y suaves, se veía segura de si misma, lo cual era mucho que decir, ya que estaba vestida con un pijama de seda de tigger, en tonos morados.
Su cabello estaba recogido en una trenza y me encontré pensando en cómo se sentiría su cabello entre mis dedos, lo más sorprendente es que ella no estaba asustada de mi, pero también podía ver que ella tenía una tristeza muy inmensa en su corazón, ella necesitaba ser escuchada, pero no quería hablar…
Me pregunto quién era, le dije mi nombre actual, el verdadero era pasado de moda, la extrañaría, pero aun así, utilizo el sobrenombre que tanto odiaba “Leo”… aunque dicho con sus labios, era, reconfortante…

La acompañe a su casa, no quería que le pasara nada malo, yo no era el único en este bosque, si bien sabía que Bruno no le haría nada, que involucrara colmillos, podía hacer otras cosas que involucraran la boca, nunca me había importado, pero sorprendentemente no quería que estuviera cerca de ella.

Noté que temblaba, así que automáticamente la cubrí con mi chaqueta, no sin antes calentarla un poco, la conduje hasta su casa y pude ver, como, al igual que al resto de los humanos le sorprendía mi físico, pero aun así, no dejó ver su sorpresa, yo pude notarla, porque la percibí, no porque pudiera verla.

Antes de que me diera cuenta me incliné y le di un beso de despedida, mi intención original era en la mejilla, pero una vez que estuve cerca de su rostro, no pude controlar mi reacción y la bese en la comisura de los labios, dioses, sabía tan bien…

Subió a su habitación, trepando por una escalera de cuerda, dios esta chica era única…`pero mas sorprendente aun, me invitó a subir, educadamente decliné la invitación. Justo cuando me hiba, pregunto si volvería a verme, claro que lo haría, la chaqueta era solo una escusa, quería conocer a esta chica, después de tanto tiempo solo, había encontrado algo que quería para mi, que no se asustaba de mi.

La mire una última vez antes de marcharme, se veía como un ángel dorado en el marco de su ventana, que bueno que no podía verme, deje salir mis emociones y me encontré volando, pero no hacia mi casa, sino hacia el árbol en su ventana…

Tenía las sabanas enredadas en sus piernas, tenía aun puesta mi chaqueta, la miré, sus rasgos suavizados, ahora que estaba dormida, se veía tan relajada, tan en paz, la puerta del cuarto se abrió, dejando pasar un poco de luz, pero no la suficiente como para llegar a su rostro, una chica entró, un poco más baja que Caro, con el cabello más obscuro, pero no tanto como su madre, de constitución aun más delgada que Caro, ojos dulces, del mismo color, traía un pijama de el perro asustadizo de CN, no el morado, sino el de estomago grande e inacabable, en color azul. Definitivamente eran hermanas.

Se acercó a Carolina, se arrodilló en el suelo, a lado de su cama, la miró, con adoración y tristeza, reflejados en sus ojos. Una lagrima se derramó por su mejilla, le dio un beso dulce en la frente y susurró: -No me dejes-

Algo muy malo ocurría y yo iba a averiguarlo…

Plis comenten!!

miércoles, 12 de agosto de 2009

Capitulo 5: Todo tiene una razón de ser




Continuamos en silencio, mientras nos encaminábamos hacia mi casa, antes de comenzar a caminar, di una última mirada, hacia el lugar en el que lo había visto por primera vez, el animal que sujetaba cuando lo encontré, ya no estaba, seguramente se había ido, mientras estábamos abstraídos en nuestra plática.

El insistió en acompañarme, a casa, dijo que él no era lo más peligroso que había en este parque, yo no compartía la misma opinión, había venido a este lugar miles de veces y jamás me había ocurrido nada, aun así dejé que me acompañara, porque quería disfrutar un rato más de su compañía, su mano estaba aferrada a la mía, como si temiera que fuera a irme; a vista de cualquier otra persona, pareceríamos novios, pero no lo éramos.
Era muy curioso, pero el silencio que había entre nosotros no era incomodo, sino relajante, su presencia me hacía sentir segura.

Por un lado era extremadamente estúpido que pusiera tanta confianza en una persona a la que acababa de conocer, pero había algo en el que conseguía flaquear mis defensas y derrumbarlas, ni siquiera conocía su rostro, vaya esto sí que estaba bueno, si me pasaba cualquier cosa que ¿iba a decir? Hombre es que estaba obscuro y no vi al chico… aja y estuviste horas con él en el bosque sola, sin correr o gritar, vale yo sí que estaba tonta…¡bah!

Estaba tan abstraída en mis pensamientos que no noté cuando Leo dejó de caminar y me asustó cuando con voz amable me preguntó –¿tienes frío?-
-No, ¿porque?- contesté instintivamente.
-Estas temblando- dijo, me quedé pensando y en ese momento me di cuenta de que en realidad me estaba muriendo de frio, pero era lógico, estaba en mi pijama de seda de ¡Tigger! Válgame qué tal si me enfermaba y mañana tenía cita con el médico para los estudios finales y la quimio, no sabía que pasaba en esos casos, pero tenía que haber una solución.

-Bueno ahora que lo dices, creo que si tengo un poco de frío- dije y ahora me di cuenta de que me castañeaban los dientes.
-Más bien te congelas.- dijo, en un instante tenía su chaqueta en mis hombros, estaba tibia y me sirvió para entrar en calor, pero aun así, seguía titiritando.
-Gra-a-cias- dije con mi voz temblando un poco y Leo en un acto que de nuevo me sorprendió por su ternura, me rodeo con sus brazos haciendo que mis mejillas se ruborizaran y a mi corazón le diera taquicardia. Pero fue un método efectivo para que entrara en calor.
-¿Ya estas mejor?- me preguntó, con sus brazos todavía alrededor de los míos y sus manos sobre mi espalda.
-Mucho mejor gracias- le contesté en un susurro, puesto que me faltaba el aire de tanto contener la respiración por la sorpresa. Retiró su abrazo, tomó mi mano y reanudamos el paso.

Ya estábamos cerca de casa así que el paseo fue corto, me detuve en cuanto vi la luz del cuarto de mis padres prendida al igual que la de la sala, seguro que Karla seguía haciendo sus deberes, su mano aun estaba cerrada en torno a la mía, así que me giré para poder mirarlo con la poca luz de las ventanas de la casa, me quedé sin aliento cuando vi su rostro.

Mi corazón comenzó a latir a toda prisa, este chico era… justo como en mis sueños, sería el hombre perfecto o el príncipe de los cuentos, tenía la cara cuadrada, con una frente despejada, cejas obscuras, pobladas, pero no juntas ni demasiado gruesas, ojos grandes, con unas pestañas gruesas que cualquier chica envidiaría, incluida yo, no pude descifrar el color de sus ojos, pero decidí que definitivamente eran claros, con una nariz recta, pero suave, los pómulos marcados, deslicé mi mirada hacia sus labios, oooo dios, tenía unos labios lindos, gruesos, carnosos, definitivamente besables, una mandíbula fuerte y para rematar una barbilla recta, medio partida, sus rasgos simplemente eran perfectos.

Su cabello, largo, obscuro estaba sujeto en una cola de caballo en la nuca.
-¿Te sucede algo?- preguntó, oo dios seguro que acababa de hacer el oso de mi vida, bajé la mirada de su rostro directa al suelo, toque mi mentón, solo para comprobar que no se me había, literalmente caído la baba al ver a este chico. Bendito es el cielo que me quiere y no me dejo pasar por esa humillación.

-Estoy bien, perdona, a veces me enmimismo y me pierdo un rato, estaba pensando en cómo voy a entrar sin que se den cuenta que salí - le dije, aunque realmente no era un problema, ya que Karla seguía con su tarea, pero fue lo primero que se me ocurrió, para no parecer una boba.
-Simple, trepa de regreso Spider-girl- lo imaginé diciéndolo con una sonrisa. Respiré profundo y alcé mi mirada hacia su rostro, para ver una sonrisa sobre sus labios justo como lo había imaginado, pero mil veces más chocante, ¡el hombre se veía aun más guapo cuando sonreía! Eso debería de ser ilegal, aún cuando intenté respirar normalmente, mi corazón volvió a la carrera alocada que había sido en las últimas horas, antes de poder frenarme a mí misma, levanté mi mano y la puse sobre su rostro, el se sobresaltó, pero no se aparto de mi toque. –Eres tan lindo- le dije con mi voz pesada, por la falta de aire.

-Tu eres linda- me contestó y le sonreí por respuesta. Me quedé mirándolo sin decir nada, hasta que el añadió, -deberías trepar antes de que te descubran-

Bajé mi mano de su rostro y volví la vista hacia mi casa –Cierto es hora de irme, adiós Leo- solté su mano y el dio un paso hacia mí y sorprendiéndome… de nuevo, besó mi mejilla, pero también la comisura de mis labios, aww eso hizo que mi corazón despegara y se parará durante unos dulces instantes, apoyó su frente sobre la mía y con su voz suave me dijo –Dulces Sueños Caro- era la primera vez que pronunciaba mi nombre y eso hizo que mis rodillas flaquearan un poco, pero lo suficiente como para que Leo me sostuviera, por unos magníficos segundos.
-Creo que debo irme- dije con mi voz casi extinta, por la emoción.
-En estas condiciones no se si puedas trepar Spider-girl, tal vez sea mejor que uses la puerta-
-Claro que puedo- dicho esto caminé hacia la escalera que aún colgaba de la ventana –Tu solo asegúrate de que me atrapes, porque si no, el porrazo estaría de muerte – le dije con una sonrisa, no esperé su respuesta y comencé a subir.

-Por supuesto princesa, seré tu salvavidas- dijo acercándose a la escalera y sosteniéndola, para que no danzara tanto mientras yo subía por ella (era de cuerda, claro que se movía horrible mientras trepaba)
Una vez arriba y a salvo en mi cuarto, me asomé por la ventana y vi a Leo parado abajo. –No quieres subir- le dije a modo de broma.
-Yo si preferiría entrar por la puerta, pero dada la hora, no creo que sea conveniente, en otra ocasión pero gracias por la oferta- dijo en su tono burlón.

-Lastima- dije de verdad sintiéndolo, pero en fin, comencé a enredar la escalera y de repente se me ocurrió preguntar –¿Volveré a verte?- lo dije obviamente con miedo a la respuesta.
-Bueno considerando que eres la chica más hermosa que he visto en mi vida y también que tienes mi chaqueta favorita, volverás a verme- dijo con una sonrisa.
-Perfecto, la pondré bajo llave, buenas noches Leo- le dije con una sonrisa.
-Buenas noches Caro y es Leonardo no Leo, no lo olvides – se despidió con un gesto de su mano, una sonrisa y desapareció en las sombras

Cerré la ventana, guardé, no sin esfuerzo la escalera en el baúl de Karla y me acomodé en mi cama, me quede dormida, pensando en que él pensaba que yo era hermosa…

Comenten pliss

lunes, 10 de agosto de 2009

Aviso!

Hola!!
Aww... bueno quería pedir una disculpa por haber estado ausente chic@s... se que les había prometido el siguiente capítulo, pero la verdad es que me surgieron varios imprevistos... me enferme horrible jaja, luego se me olvido que tenía que ir al cole, a arreglar unas cuantas cosas y ponerme al corriente de otras, asi que fue un drama total!!! :S De verdad disculpenme... los compensaré!!

Aww bueno saben que los quiero cierto?¿

Besos

Regina

lunes, 3 de agosto de 2009

Oww Mas premios!!:D


1º.-Exhibir la imagen del sello.
listo!
2º.-Poner el enlace de la persona que te lo ha regalado.
-maysu mil gracias!!
3º.-Elegir 10 personas para pasárselo.
pff 10...
Rose
Beleth
Alishea
Casey
HUVPNMH
Sarahi
Tanivamp
Laura
Gemma
Aliss



1.Agradecer al blog que te lo envio.
gracias Maysuu
2. Decir que personaje masculino de la saga te gusta.
_ Edward, Jacob, Emmet, Sam...Soy aborazada jaja

3. Cual personaje femenino de la saga quieres ser.
_ Alice Cullen

4. Como conociste la saga!¿Mediante que?
_ Leí sobre el libro en internet, estaba siendo un hit en Estados Unidos, después mama apareció diciendo que lo leyera, nos topamos con el libro, lo compramos iii lo leí rapidisimo... destino jaja

5. Si te consiguieras algun actor o actriz de las pelis que le dirias.
_ Sonreiría como estúpida por un momento considerado como embarazoso :D comenzaría a gritar y obvio una foto y un autografo en lo que sea que tenga a la mano!!

6. Cuantas veces has leido los libros.
_ La saga completa 5 veces incluido lo poco de Sol de Media Noche

7. ¿Cual Libro has leido mas?.
_ todos por igual, aunque me gusta mas Eclipse!!!

8. ¿Cuantas veces has visto la peli?
_ como 5, en realidad prefiero los libros...

9. ¿Eres Adicto a los Vampiros o a los hombres Lobos?
_ Definitivamente a los vampiros...

10. Eres Team Edward o Team Jacob.
_ Un poco de los dos...

11. Bueno darselo a todos los blogs que quieras!!! Claro mas de 5!!!
Rose
Clarie
Casey
Mary