Nueva Encuesta

Chicas! Ya quedó esto, bueno la opción ganadora fue... Cronicas Vampíricas, soooo ahora vamos con otro detalle porque me he fijado en variiias cosas, dejarçe la encuesta hasta fin de año, como varias votaron por Eternial, veré que sea un proyecto a futuro no se preocupen porque me gusta consentirlas. Voten en la nueva encuesta====> las quieroo

miércoles, 12 de agosto de 2009

Capitulo 5: Todo tiene una razón de ser




Continuamos en silencio, mientras nos encaminábamos hacia mi casa, antes de comenzar a caminar, di una última mirada, hacia el lugar en el que lo había visto por primera vez, el animal que sujetaba cuando lo encontré, ya no estaba, seguramente se había ido, mientras estábamos abstraídos en nuestra plática.

El insistió en acompañarme, a casa, dijo que él no era lo más peligroso que había en este parque, yo no compartía la misma opinión, había venido a este lugar miles de veces y jamás me había ocurrido nada, aun así dejé que me acompañara, porque quería disfrutar un rato más de su compañía, su mano estaba aferrada a la mía, como si temiera que fuera a irme; a vista de cualquier otra persona, pareceríamos novios, pero no lo éramos.
Era muy curioso, pero el silencio que había entre nosotros no era incomodo, sino relajante, su presencia me hacía sentir segura.

Por un lado era extremadamente estúpido que pusiera tanta confianza en una persona a la que acababa de conocer, pero había algo en el que conseguía flaquear mis defensas y derrumbarlas, ni siquiera conocía su rostro, vaya esto sí que estaba bueno, si me pasaba cualquier cosa que ¿iba a decir? Hombre es que estaba obscuro y no vi al chico… aja y estuviste horas con él en el bosque sola, sin correr o gritar, vale yo sí que estaba tonta…¡bah!

Estaba tan abstraída en mis pensamientos que no noté cuando Leo dejó de caminar y me asustó cuando con voz amable me preguntó –¿tienes frío?-
-No, ¿porque?- contesté instintivamente.
-Estas temblando- dijo, me quedé pensando y en ese momento me di cuenta de que en realidad me estaba muriendo de frio, pero era lógico, estaba en mi pijama de seda de ¡Tigger! Válgame qué tal si me enfermaba y mañana tenía cita con el médico para los estudios finales y la quimio, no sabía que pasaba en esos casos, pero tenía que haber una solución.

-Bueno ahora que lo dices, creo que si tengo un poco de frío- dije y ahora me di cuenta de que me castañeaban los dientes.
-Más bien te congelas.- dijo, en un instante tenía su chaqueta en mis hombros, estaba tibia y me sirvió para entrar en calor, pero aun así, seguía titiritando.
-Gra-a-cias- dije con mi voz temblando un poco y Leo en un acto que de nuevo me sorprendió por su ternura, me rodeo con sus brazos haciendo que mis mejillas se ruborizaran y a mi corazón le diera taquicardia. Pero fue un método efectivo para que entrara en calor.
-¿Ya estas mejor?- me preguntó, con sus brazos todavía alrededor de los míos y sus manos sobre mi espalda.
-Mucho mejor gracias- le contesté en un susurro, puesto que me faltaba el aire de tanto contener la respiración por la sorpresa. Retiró su abrazo, tomó mi mano y reanudamos el paso.

Ya estábamos cerca de casa así que el paseo fue corto, me detuve en cuanto vi la luz del cuarto de mis padres prendida al igual que la de la sala, seguro que Karla seguía haciendo sus deberes, su mano aun estaba cerrada en torno a la mía, así que me giré para poder mirarlo con la poca luz de las ventanas de la casa, me quedé sin aliento cuando vi su rostro.

Mi corazón comenzó a latir a toda prisa, este chico era… justo como en mis sueños, sería el hombre perfecto o el príncipe de los cuentos, tenía la cara cuadrada, con una frente despejada, cejas obscuras, pobladas, pero no juntas ni demasiado gruesas, ojos grandes, con unas pestañas gruesas que cualquier chica envidiaría, incluida yo, no pude descifrar el color de sus ojos, pero decidí que definitivamente eran claros, con una nariz recta, pero suave, los pómulos marcados, deslicé mi mirada hacia sus labios, oooo dios, tenía unos labios lindos, gruesos, carnosos, definitivamente besables, una mandíbula fuerte y para rematar una barbilla recta, medio partida, sus rasgos simplemente eran perfectos.

Su cabello, largo, obscuro estaba sujeto en una cola de caballo en la nuca.
-¿Te sucede algo?- preguntó, oo dios seguro que acababa de hacer el oso de mi vida, bajé la mirada de su rostro directa al suelo, toque mi mentón, solo para comprobar que no se me había, literalmente caído la baba al ver a este chico. Bendito es el cielo que me quiere y no me dejo pasar por esa humillación.

-Estoy bien, perdona, a veces me enmimismo y me pierdo un rato, estaba pensando en cómo voy a entrar sin que se den cuenta que salí - le dije, aunque realmente no era un problema, ya que Karla seguía con su tarea, pero fue lo primero que se me ocurrió, para no parecer una boba.
-Simple, trepa de regreso Spider-girl- lo imaginé diciéndolo con una sonrisa. Respiré profundo y alcé mi mirada hacia su rostro, para ver una sonrisa sobre sus labios justo como lo había imaginado, pero mil veces más chocante, ¡el hombre se veía aun más guapo cuando sonreía! Eso debería de ser ilegal, aún cuando intenté respirar normalmente, mi corazón volvió a la carrera alocada que había sido en las últimas horas, antes de poder frenarme a mí misma, levanté mi mano y la puse sobre su rostro, el se sobresaltó, pero no se aparto de mi toque. –Eres tan lindo- le dije con mi voz pesada, por la falta de aire.

-Tu eres linda- me contestó y le sonreí por respuesta. Me quedé mirándolo sin decir nada, hasta que el añadió, -deberías trepar antes de que te descubran-

Bajé mi mano de su rostro y volví la vista hacia mi casa –Cierto es hora de irme, adiós Leo- solté su mano y el dio un paso hacia mí y sorprendiéndome… de nuevo, besó mi mejilla, pero también la comisura de mis labios, aww eso hizo que mi corazón despegara y se parará durante unos dulces instantes, apoyó su frente sobre la mía y con su voz suave me dijo –Dulces Sueños Caro- era la primera vez que pronunciaba mi nombre y eso hizo que mis rodillas flaquearan un poco, pero lo suficiente como para que Leo me sostuviera, por unos magníficos segundos.
-Creo que debo irme- dije con mi voz casi extinta, por la emoción.
-En estas condiciones no se si puedas trepar Spider-girl, tal vez sea mejor que uses la puerta-
-Claro que puedo- dicho esto caminé hacia la escalera que aún colgaba de la ventana –Tu solo asegúrate de que me atrapes, porque si no, el porrazo estaría de muerte – le dije con una sonrisa, no esperé su respuesta y comencé a subir.

-Por supuesto princesa, seré tu salvavidas- dijo acercándose a la escalera y sosteniéndola, para que no danzara tanto mientras yo subía por ella (era de cuerda, claro que se movía horrible mientras trepaba)
Una vez arriba y a salvo en mi cuarto, me asomé por la ventana y vi a Leo parado abajo. –No quieres subir- le dije a modo de broma.
-Yo si preferiría entrar por la puerta, pero dada la hora, no creo que sea conveniente, en otra ocasión pero gracias por la oferta- dijo en su tono burlón.

-Lastima- dije de verdad sintiéndolo, pero en fin, comencé a enredar la escalera y de repente se me ocurrió preguntar –¿Volveré a verte?- lo dije obviamente con miedo a la respuesta.
-Bueno considerando que eres la chica más hermosa que he visto en mi vida y también que tienes mi chaqueta favorita, volverás a verme- dijo con una sonrisa.
-Perfecto, la pondré bajo llave, buenas noches Leo- le dije con una sonrisa.
-Buenas noches Caro y es Leonardo no Leo, no lo olvides – se despidió con un gesto de su mano, una sonrisa y desapareció en las sombras

Cerré la ventana, guardé, no sin esfuerzo la escalera en el baúl de Karla y me acomodé en mi cama, me quede dormida, pensando en que él pensaba que yo era hermosa…

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2 comentarios:

lun@ dijo...

me gusta mucho tu historia
y este capi es jenial

lun@ dijo...

me gusta mucho tu historia
y este capi es jenial