Nueva Encuesta

Chicas! Ya quedó esto, bueno la opción ganadora fue... Cronicas Vampíricas, soooo ahora vamos con otro detalle porque me he fijado en variiias cosas, dejarçe la encuesta hasta fin de año, como varias votaron por Eternial, veré que sea un proyecto a futuro no se preocupen porque me gusta consentirlas. Voten en la nueva encuesta====> las quieroo

lunes, 7 de diciembre de 2009

Capítulo 17: Vale la pena


Carolina

El sol se filtraba por entre las cortinas de la habitación, iluminándola, tenuemente con el alba de la mañana, un rayo de sol acariciaba mi piel, evité moverme, puesto que no sabía si Leo se había despertado ya, me estiré debilmente, pero Leo lo notó porque como respuesta, comenzó a trazar ociosamente círculos en mis mejillas, abrí los ojos y encontré que me observaba y una hermosa sonrisa se extendía por su rostro.

Lo miré un instante y le sonreí.

-Buenos días dormilona-

-Muy buenos- le dije mientras el rubor subía lentamente a mis mejillas.

Estiré mis brazos y piernas, lo que provocó que la sábana se deslizara por mi cuerpo, dejando a la vista tanta piel que fue por un momento bochornoso, pero cuando vi la mirada de Leo, no pude más que derretirme ante el fuego que destilaban sus ojos.

Me quedé muy quieta, mientras una de sus manos acariciaba mi abdomen lentamente, mandando espasmos por mi cuerpo, las mariposas comenzaban a revolotear por mi estómago, el deseo pudo más y me alcé para unir sus labios con los míos. Nuestras lenguas se encontraron y el beso fue increíble.

Nos separamos cuando la necesidad de respirar ya no se pudo retrasar, me senté en la cama, cubrí mi cuerpo con la sábana y lo tomé de la mano, nos miramos por unos momentos, sin palabras, a veces una mirada dice mas…

-Me das un minuto-

-Claro- contestó sin dudar, miré a mi alrededor buscando con que cubrirme.

-Hay una bata en el baño, te la hubiera traído, pero no pensé que te despertaras tan temprano.- awww rayos, el tramo a la puerta del baño, no era muy grande, pero no tenía el valor suficiente para caminar hasta ella, desnuda y con Leo mirándome y de alguna manera llevarme una sábana parecía una medida infantil, estaba pensando que hacer cuando Leo dijo:

-No miraré, lo prometo- el rubor subió a mis mejillas y tuve que desviar la mirada, solo un segundo, para recuperar la compostura y pensar que decir, ¡que rayos! Hace unas horas no tenía vergüenza y ahora si? Decidí sorprenderlo con una respuesta que no se esperaría.

-No te atrevas a parpadear-

Me levante de la cama y caminé lo más lento y seductora que pude hasta el baño, mientras estaba segura que mi cara era del color de un tomate, lo juro que lo era. Cerré la puerta tras de mí, mientras veía un hambriento brillo en la mirada de Leo, tan glorioso y perfecto sentado en la cama, con la sabana pecaminosamente invitadora derramándose sobre su cuerpo.

Decidí bajar un poco mi deséo, me mire en el espejo, mi cabello enredado, lo acomode con mis manos al menos un poco, moje mi cara y mi cuello bajando el rubor de mi rostro
e intente calmar mi respiración, me puse la bata, pero la deje un poco abierta, dejando un poco a la imaginación y un poco para la diversión.

Inspire profundo y entre a la habitación de nuevo.

La cama tentadoramente revuelta y un desayuno digno de cualquier princesa sobre una bandeja.

Me senté en el borde de la cama, admirando como se podía hacer algo tan hermoso, con algo tan sencillo y cotidiano como la comida, la puerta se abrió y Leo entró con una sonrisa en sus labios y una rosa en su mano, unos bóxers negros cubrían su cuerpo, caminó hacia la cama y me ofreció la rosa roja.

La tomé de sus manos y luego comí mi desayuno, el cual era suficiente para dos personas y logré persuadir a Leo de que me ayudara. Cuando terminamos cogió la bandeja y la colocó sobre una mesa que no había visto la noche anterior.

Se paró frente a la cama. Alzó sus manos al cuello, se desató una cadena, esa que llevaba siempre encima, besó el medallón y me lo tendió.

Estire la palma, pero no lo soltó, por el contrario rodeó la cama y se paró en mi espalda, comprendí el mensaje inmediatamente, levanté mi cabello para dejar mi cuello descubierto, abrocho la cadena y deposito un beso en la base de mi cuello que hizo vibrar toda mi columna vertebral.

Volvió a sentarse en la cama frente a mí, tomé el medallón en mi mano, estaba tibio al contacto con mi piel, con un diámetro de aproximadamente 4 cm de diámetro, en forma de relicario, pero estaba claro que no había manera de abrirlo, con ornamentos hermosos y delicados y en el centro del relicario una elegante L

-De Leo- dije

En ese momento el relicario pareció latir en mi mano, lo suficientemente suave como para no percibirse a simple vista, pero tan fuerte como para sorprenderme, lo acerque a mi oído y pude escuchar el latido de un corazón… dentro del relicario…

-¿Qué es?- pregunté

- Una particularidad de mi especie, este relicario es una parte de mi, mi corazón, parte de mi esencia esta dentro de ese relicario- tomó mi mano libre entre las suyas, me miro a los ojos y me continuó- ese relicario se entrega a tu alma gemela, la persona con la que quieres pasar el resto de la eternidad, una forma de unir sus latidos en uno solo, es un símbolo de compromiso y confianza en la otra persona. – acarició mi mejilla con su dedo pulgar y me sonrió. – En tus manos está mi vida entera, con ese relicario puedes destruirme, hacer lo que tú quieras conmigo, entre otras cosas, pero lo que quiero decir con esto es que confió en ti plenamente, que te amo como jamás lo imaginé, como nunca lo había hecho…

Mire el pequeño relicario y sonreí.

-No necesito esto para saberlo, no tienes que hacerlo, si significa tanto para ti, de verdad lo sé y yo te amo también – le besé suavemente en los labios y dirigía mis manos a mi cuello para quitarme la delgada cadena dorada, cuando atrapó mis manos en las suyas.

-Caro necesito que comprendas esto- respiró profundo y encontró mi mirada con la suya.

-Cuando veo el brillo en tus ojos y miro lo profundo y
hermoso de tu alma, cuando miro lo hermosa y bondadosa que eres,
cuando digo un montón de cosas cursis y sin sentido, cuando sonríes,
cuando me besas y haces que me enamore un poco mas de ti cada día es
cuando veo que mi vida depende completamente de los latidos de tu
corazón. Porque te amo por un millón de razones. Por eso quisiera
cambiar todo, pero no puedo...- acunó mi rostro con sus manos y besó suavemente mis labios, tiernamente.

-Porque todo lo que soy ahora es por, para y gracias a ti. Te amare
siempre pase lo que pase estaré contigo hasta el final... Lo prometo
siempre junto a ti, junto a tu corazón.- tomó el medallón y lo colocó en el centro de mi pecho, junto a mi corazón, el latido de el medallón y el frenético latido del mío, se sincronizaron y unieron en armonía en uno solo.

Leo tomó mi mano y la colocó en su pecho, sentí su corazón y el mio como uno solo, las lágrimas nublaron mis ojos y como ya era costumbre, una se derramó y corrió sin poderla detener por mi mejilla.

Leo la limpió con un beso.

-Gracias por hacer mi vida perfecta, gracias por todos estos recuerdos tan hermosos, gracias porque con una sonrisa cambias mi día, gracias porque cuando me miras me siento completa, porque cuando tus brazos me rodean me siento a salvo, gracias porque en tus labios encuentro el lugar al que pertenesco, gracias por hacerme sentir y ser la chica más afortunada del mundo por tenerte, gracias por estar siempre aquí, gracias por no salir corriendo, gracias por hacerme el amor como lo haces, gracias por sostenerme y no dejarme caer, te amo, te amo tanto…-

Lo besé con fiereza y solo puedo decir que desordenamos aún más la cama…

Espero les haya gustado mis niñas!!!
Comenten las amooo!!

1 comentario:

K dijo...

Hola Re leí este capi ayer pero no me dejó comentar, pero aquí estoy de nuevo!!!!
Mi Re!!!.... que capi mas tierno, me encanto!!!!. El corazon de mi Leo quien fuera Caro para tenerlo, "haría lo que fuera por ti" AHHHHHHHHHHAAAAAAAAAAAA!!!!!. Damelo!!! please Re! se buena y dame a Leo!!!!! lo amo!!