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Chicas! Ya quedó esto, bueno la opción ganadora fue... Cronicas Vampíricas, soooo ahora vamos con otro detalle porque me he fijado en variiias cosas, dejarçe la encuesta hasta fin de año, como varias votaron por Eternial, veré que sea un proyecto a futuro no se preocupen porque me gusta consentirlas. Voten en la nueva encuesta====> las quieroo

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Capitulo 16: Que cada minuto y cada hora

Mis muchachas!!! Aqui esta este capi y supongo que muchas ya saben, o lo imaginan, pero de todas maneras lo tengo que decir...
¡¡¡CONTIENE LEMMON!!!

Algunas cosas que debo mencionar:
No pasa nada si se saltan esta parte del capi, si es que no les gusta el lemmon.
BENJA MIRY MONSE Y MARI!! No tienen autorización para leer este cacho del capítulo (es en serio)


Carolina



Estaba mirándome en el espejo de cuerpo completo de mi baño, siempre me había sentido segura con mi cuerpo.


Pero Leo era perfecto, con un cuerpo glorioso, además de ser el chico que cualquiera querría a su lado, mientras que yo, era la clase de chica que siempre había pasado desapercibida y eso me gustaba, nada de aparentar…

A lado de Leo, siempre me sentía segura, el me hacía sentir como la mujer más hermosa. Pero ahora dado el paso que íbamos a dar, me sentía insegura…

Veía mi cadera muy ancha, mis pechos pequeños… ¡Rayos! Para ya con tus inseguridades Caro, me ordene a mí misma.

Leo te ama por lo que eres, no por como luces… Aww ahora ya me hablo a mi misma en tercera persona. No cabe duda que a veces desvarío.

Suspiré e intente terminar de cerrar el cierre, pero dado que estaba en la espalda, era difícil llegar a el…

-¡¡¡Karla!!!- grité, en vano, porque al siguiente instante recordé que se había ido a surfear con Bruno.

Al siguiente segundo un rayo tronó.. ¡dentro de mi baño!… Bruno.

Traía su cabello recogido en la misma complicada trenza de ayer, su torso desnudo, dejaba ver unas increíbles abdominales, traía unas gafas de sol, su piel mojada… Awww mi novio es Leo y Bruno es como un hermano.. dije reprendiéndome internamente. ¡

-Te ayudo- dijo con una sonrisa en su rostro, mientras subía el cierre en mi espalda.

-Gracias, algún día tienes que enseñarme a hacer esa trenza- le dije con una sonrisa, mientras lo miraba por el espejo.

-Cuando quieras- se quitó las gafas, tomó mi mano y me hizo dar una vuelta.


-Te ves preciosa- el rubor subió a mis mejillas y baje la mirada.

-Gracias, de nuevo- le dije

-Solo un pequeño detalle- me dijo.


-¿Que?- pregunté, mientras pensaba que me había faltado, que no fueran los zapatos, esos me los pondría después…

-Esa mascada- al siguiente instante la mascada ya no estaba y mi cabello estaba recogido en un elegante chongo, con un cairel a cada lado cayendo hacia mis hombros.

-Diviértete hermanita, te lo mereces- me dio un beso en la frente y desapareció.

Terminé de maquillarme, muy natural, solo me delineé los ojos en negro con un toque de morado, mascara para pestañas, rubor, perfume. Unos lindos pendientes largos en plata, ningún collar.


Me puse mis tacones, unas sandalias en plateado, con cintas, de unos 7 cm de alto, mi bolso y una chalina a juego de mamá y estaba lista.


Justo cuando tocaban la puerta.


-Pase- dije mientras terminaba de recolectar las cosas para mi bolso.


-Luces hermosa- me dijo su voz de miel al oído, mientras besaba el lóbulo de mi oreja, lo que causó que miles de chispas revolotearan por mi piel.


Me estremecí y me giré.


Leo llevaba puesto un traje en color negro, con una corbata que hacía juego con mi vestido, color morado profundo, el contraste con su piel, lo hacían ver increíble, traía el cabello corto, se veía realmente guapo, con una sonrisa deslumbrante en sus labios y el brillo en esos ojos verdes…


-Wow, te ves increíble- le dije mientras sonreía como estúpida.


-No mas que tu- me dio un beso en los labios, bastante corto debo decir. Y creo que hice un puchero cuando se alejó.


-¿Estas lista?- me preguntó, mientras recorría mi cuerpo con la mirada, me ruboricé un poco, pero para disimular mi nerviosismo dije:


-Tú qué opinas- mientras giraba, para que pudiera tener una vista completa.


-Para comerte- antes de que pudiera ruborizarme por su comentario, tomó mi mano y destellamos fuera de mi cuarto.


*****


Aparecimos en una terraza, frente a una mesa preparada para dos personas, dos velas alumbraban la mesa, había un florero, con una rosa blanca y una rosa roja, el mantel en color rojo, ondeaba suavemente con la brisa, parecía que flotaba, era hermoso.


-mira- dijo mientras, me jalaba para que me lo siguiera.


Giré sobre mis talones, justo para ver como se iluminaba la Torre Eiffel.


-¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!! Me trajiste a cenar a Francia- le dije –prácticamente grite- mientras me arrojaba a darle un beso –Gracias Leo, Gracias, Gracias- Estaba tan emocionada, era mi sueño hecho realidad, me giré para poder mirarlo a los ojos, mientras mis ojos se llenaban de lágrimas.


-Eres lo mejor que me pudo haber pasado, en la vida, gracias por esto, gracias por todo- le dije entre sollozos, me hacía tan feliz.


-Cariño, no llores, todo esto lo hago con mucho gusto, lo que sea para ti.- dijo mientras me limpiaba las lágrimas con su pulgar.


-te arruinaras el maquillaje- me dijo intentando hacerme reír.


-Eres el único hombre que se preocupa por eso- le dije mientras sonreía y tomaba su rostro entre mis manos. –Te amo tanto Leo…-


-Y yo a ti- me regaló un suave beso en la comisura de los labios, me sonrió y dijo:- ahora vamos a cenar- mientras tomaba mi mano y me conducía a la mesa.


La cena fue estupenda, que comí… no lo sé, porque no se francés, pero tampoco quise enterarme, ¿qué tal si eran caracoles o lengua o alguna cosa extravagante? Mejor no arruinarla con esa información.


Cuando terminamos de cenar, Leo se paró, hizo una ligera reverencia y con una sonrisa en sus labios, me ofreció su mano, la tomé, me jaló de la silla y me dio una vuelta, su mano se posó en mi cintura, mientras tomaba la otra en la suya, puse mi mano en su hombro y comenzamos a girar, con los tacones puestos, pude apoyar mi cabeza en su hombro, mientras Leo apoyaba su mejilla en la mia, comenzó a sonar una canción, una que no reconocí.


Leo comenzó a cantarla a mi oído.


Everybody's looking for that something
One thing that makes it all complete
You'll find it in the strangest places
Places you never knew it could be

Some find it in the face of their children
Some find it in their lover's eyes
Who can deny the joy it brings
When you've found that special thing
You're flying without wings


Giré en sus brazos, bailábamos suavemente, mientras Leo me sonreía y yo le devolvía el gesto, me sentía tan feliz, menos mal que mi padre me había enseñado a bailar, con el pretexto de que ya venían los XV años de mis amigas y tenía que saber cómo se hacía, aunque nunca bailé, ahora estaba bailando con el chico de mis sueños, en parís, la ciudad del romane… ¿Podía ser esto mejor?


Gire una vez mas y Leo me atrajo hacia él, recargó su frente en la mía y siguió cantando, mientras me miraba a los ojos.


Well, for me it's waking up beside you
To watch the sunrise on your face
To know that I can say I love you
In any given time or place

It's little things that only I know
Those are the things that make you mine
And it's like flying without wings
Cos you're my special thing
I'm flying without wings

And you're the place my life begins
And you'll be where it ends

I'm flying without wings
And that's the joy you bring
I'm flying without wings
I Love you


Nunca había escuchado esa canción, pero era hermosa y Leo me la estaba cantando a mí, me robaba el aliento, todos los detalles que tenía conmigo, todo lo que hacía por mí, me sonrió cuando la canción por fin terminó, me giró una vez más, me atrajo hacia sus brazos y me besó muy dulcemente.


-Te tengo una sorpresa- me dijo con una sonrisa y una mirada picara que solo logró que me atarantara.


-¿Otra?- fue lo único inteligente que pude decir, sin verme realmente lenta.


Hizo una mueca, restándole importancia y me guió por una puerta que estaba en la terraza, la cual no había visto, llegamos a una puerta de madera obscura, parecía roble.


-Cierra los ojos- me dijo.


-mmmm persuádeme- le dije intentando sonar seductora.


Me besó en los labios, rápidamente, y susurro en mi oído “por favor amor” mientras me dedicaba una mirada que hacía que cualquiera cediera a sus caprichos, así que me rendí y los cerré.


Oí como abría la puerta, y me conducía con unos pasos adentro de la habitación, los cuales di con cuidado, aun cuando sabía que no dejaría que me diera un porrazo.


Se colocó detrás de mí y susurró en mi oído:


-Ábrelos-


Casi me di de bruces (literalmente) con lo que encontré al abrir los ojos…

Era una habitación grande, de paredes de caoba, no tuve tiempo de fijarme en los detalles, porque una enorme cama blanca, atrajo mi atención, el edredón blanco hacía que la cama pareciera flotar, miles de pétalos de rosas rojas estaban regadas por el suelo en la habitación, llenando mi cabeza del aroma de las rosas, velas iluminaban la habitación, tenuemente, mis fantasías mas locas, se quedaban muy cortas con lo que Leo había preparado para mí.



Me giré y lo abracé, me aparté, mi respiración se aceleró cuando sus manos se posaron en mi espalda, mariposas revolotean por mi estomago y cientos de chispas recorrieron mi piel, ahora llegaba el momento que había esperado, y sentía la necesidad urgente de salir corriendo, pero no lo haría, yo deseaba esto, quería compartir este momento con Leo, el hombre más maravilloso que había conocido, del que estaba enamorada, al que amaba con el alma.



Puse mi mano sobre su pecho, su corazón latía desbocado, rápidamente, al mismo ritmo que él mío.




Sonreí al notar que él estaba tan nervioso como yo.



A pesar de traer tacones no estábamos a la misma altura, respiré profundo y alcé la mirada, encontré que me observaba atentamente, pero no a mi rostro, sino a mis pechos, que con el corte del vestido y mi respiración agitada, resaltaban y si a eso le sumábamos su altura…



-Linda vista ¿huh?- le dije.



Desvió la mirada rápidamente, apenado porque lo había cachado infraganti.



-No me importa, puedes mirarme cuanto quieras- le dije tratando de sonar seductora, mientras paseaba mi dedo índice por su mejilla juguetonamente.



-¿Estás segura de esto?- me dijo sin mirarme.



Deje mi palma en su pecho, mientras que con la otra tomaba su barbilla y obligaba a que su mirada se encontrara con la mía.



-Si sigues preguntándolo voy a pensar que te estás arrepintiendo de esto, ya lo dije antes, estoy segura- le dije.



-Nunca me arrepentiría- dijo en un susurro



Vi el brillo en sus ojos, los ojos verdes más hermosos que había visto en mi vida y los que me trastornaban tanto, lo tomé del cuello e incliné su cabeza para poder capturar sus labios con los míos.



El beso no fue en absoluto como ninguno que nos hubiéramos dado antes, el roce de sus labios con los míos incendió mi piel, la erizó e hizo temblar mis piernas, me paré de puntitas para poder alcanzarlo mejor, lo que Leo hizo fue empatar la situación, poniendo sus manos en mi trasero, levantándome y mis piernas, un poco habituadas a este movimiento rodearon su cintura, mis sandalias cayeron con un ruido sordo, pero realmente no me importó.



Deshice su corbata, que estorbaba –mucho debo decir- y la arrojé al suelo, una de mis manos estaba en su cuello acercándolo más a mí, mientras la otra intentaba desesperada y torpemente de desabrochar los botones de su camisa.



Su mano subía y bajaba por mi muslo, mientras que la otra estaba en la piel desnuda de mi espalda, bajando el cierre del vestido.



Mi corazón latía descontrolado, mi respiración era entrecortada, su lengua jugaba con la mía, nuestros labios bailaban juntos, a un ritmo nuevo, desconocido, pero que aún así era familiar, apremiante, mordí su labio inferior suavemente y profundicé el beso, estaba tan excitada, me sentía libre, feliz, nada podría arruinar este momento.

Supe el momento exacto en el que terminó de bajar el cierre del vestido, porque sus manos subieron a mi espalda y quitaron el poco vestido de ahí, para poder acariciar mi columna y mis costados.

Leo cuidadosamente me colocó en el colchón, mientras se quitaba el saco y lo dejaba caer en el suelo, gateo sobre mí, hasta que nuestros labios estuvieron a la misma altura, lo besé, con toda la pasión y el amor que sentía por él, dejándole ver que era todo lo que deseaba, mientras con ambas manos sacaba su camisa de el pantalón y terminaba el trabajo con los botones, abrí la camisa y paseé mis manos por sus abdominales, estudiando sus músculos, mientras que con mi lengua exploraba su boca.

Sus brazos estaban a los lados de mi cabeza, de manera que nada de su peso estuviera sobre mi cuerpo. Quería quitarle la camisa y Leo me ayudó con eso, aun cuando yo sabía que Leo podría desaparecer nuestra ropa en un instante si quisiera, pero no lo hacía, lo cual le agradecía, me dejaba hacerlo a mi manera, aunque realmente no tenía nada de experiencia en este campo.

Volvió a mis labios, me besó con profundidad, mientras la temperatura de mi cuerpo subía y subía con cada una de sus caricias, sus manos acariciaban mi cuello, Leo dejo mis labios y besó la línea de mi mandíbula, trazó con su lengua el canal de mi oreja, haciéndome estremecer, yo estaba comenzando a hiperventilarme, besó mi cuello, mi clavícula y bajo al hueco de mi garganta, besó mis hombros y la cumbre de mis pechos, que sobresalían del vestido, mientras acariciaba mis costados y mis piernas, siguió descendiendo mientras me miraba, con una sonrisa lujuriosa en sus labios, tomó el borde del vestido con sus manos y comenzó a bajarlo, pude ver el destello de sorpresa en sus ojos, al descubrir que no traía sostén y me alegró saber que lo había sorprendido.

Se sacó los pantalones y se quedo en bóxers, ahora estábamos iguales, yo traía puestas unas diminutas bragas en color negro, beso los dedos de mis pies, mis rodillas y cuando besó la cara interna de mis muslos, no pude evitar que un gemido escapara de mis labios. Siguió subiendo y besó la piel de mi abdomen, mi ombligo, subió un poco mas hasta llegar a mis pechos, aunque traté de contenerlo, solté un gemido cuando colocó su mano sobre uno de ellos y comenzó a masajearlo suavemente, mientras saboreaba mi pezón con su boca, mi espalda se arqueo, necesitando estar más cerca de él.

Mordí mis labios, conteniendo la respiración y los gemidos que luchaban por salir de mis labios, su aliento me rodeaba, me embriagaba, haciendo que mi cabeza girara… mis manos, subían y bajaban, codiciosas por su espalda, sintiendo sus músculos tensarse y relajarse a mi paso, bajé mis manos un poco mas y llegue al elástico de sus bóxers, metí mis manos por debajo y pude acariciar su maravilloso trasero, Leo soltó un gemido, supuse que lo tomé por sorpresa.



Me besó fieramente, mientras su mano se deslizaba por mi cuerpo, acariciándome tentándome, llegó a mis bragas y comenzó a acariciarme sobre la delgada tela, solté un gemido en sus labios, lo cual al parecer lo incitó a continuar, apartó la tela y sin previo aviso, introdujo uno de sus dedos, dentro de mí, grité por el placer que me provocó, retiró su mano e hice un sonido de protesta, el me sonrió e introdujo dos dedos en mi, trazando círculos, arañe su trasero ligera y delicadamente, Leo retiró sus dedos de mi cuerpo, los llevó a su boca y los saboreó, el rubor subió a mis mejillas



Al siguiente instante la tela de sus bóxers ya no estaba, sentía la piel de Leo sobre el lugar donde deberían de estar mis bragas y deduje que Leo las había desaparecido. Sonreí.



El rostro de Leo estaba sobre el mío una vez más, y en un susurro dijo:



-Lo siento no pude contenerme, - sus ojos verdes estaban oscurecidos por el deseo, al igual que los míos.



-Por mi esta perfecto- le dije mientras seguía mi trabajo en su trasero, levanté mi rostro y tracé con mi lengua el contorno de sus labios, Leo giró conmigo, ahora el estaba abajo y yo estaba arriba, su erección presionaba la cara interna de mi muslo, lo que ocasiono que un gemido subiera por mi garganta.



-¿Porque hiciste eso?- pregunté en un jadeo, mientras ponía mis manos en su pecho y comenzaba a trazar círculos alrededor de su pezón.



-No es justo que seas la única que se divierte- me dio una sonrisa maliciosa, no entendí a que se refería pero lo entendí cuando sus manos se posaron sobre mi trasero y empezaron a acariciarme, no me quise quedar atrás y comencé a lamer lentamente su pezón, mientras mi mano descendía entre nuestros cuerpos para tocarlo mas íntimamente, cuando lo alcancé, Leo se estremeció y soltó un gemido, lo acaricie, lentamente de la punta a la base, con la yema de mis dedos, rápidamente giramos de nuevo, estando ahora yo abajo y el arriba de mí, me miró un momento expectante, a que yo diera el paso.



Tome su cuello y dirigí sus labios a los míos, el beso fue dulce, tierno, era todo lo que bastaba.



-Te amo- le dije mientras lo miraba a los ojos.



-Eternamente- me susurró al oído.



Rodeé sus caderas con mis piernas, el tomó mi cintura acercándome, lo sentí cerca, tan cerca, pero Leo seguía dudando, así que arqueé mi espalda y al siguiente momento estaba dentro, sus gemidos y los míos se escucharon al unisonó, el dolor vino, fue intenso, pero se desvaneció, tan rápido como llegó, sentir a Leo dentro de mí como nunca lo había estado nadie, me hizo sentir magnifica, completa, nuestros cuerpos encajaban tan bien, como uno solo, estábamos destinados a estar juntos, eso lo había sabido siempre.



El arriba y abajo de sus caderas, solo enviaba ondas de placer por todo mi cuerpo, mis labios buscaban los suyos con desesperación cuando los encontré, él me regaló un beso muy tierno, apoyó su frente en la mía, me miraba mientras nuestras caderas se alejaban y se encontraban de nuevo, en un ritmo delicioso.



De pronto el ritmo se intensificó, el placer me abrazó, y al escuchar el gemido que salió de su boca, me llevó a la gloria, miré sus ojos y entendí lo que necesitábamos:



-Mue..rde..me- le dije entre gemidos.



Su boca se posicionó en mi cuello y al siguiente momento sentí sus colmillos desgarrar la fina piel, después de eso, explotamos juntos, grité su nombre, sin importarme si alguién podía escucharnos y el gritó el mio, toque las estrellas con Leo a mi lado, sentí mi orgasmo, pero también el suyo, pude escuchar y sentir todo lo que él sentía, su amor, su deseo, su pasión, fue una sensación totalmente nueva, inesperada, pero maravillosa y mágica.



Flotaba en una nube rosa, donde me sentía feliz, Leo se recostó en mi pecho y me miró con una sonrisa en su rostro.



-Gracias- me dijo.



Yo revolvía su cabello con mis manos, mientras el acariciaba mi abdomen, enviando pequeños espasmos por mi cuerpo.



-Te amo- le dije. Estaba tan relajada, tan feliz, que solo pude darle un beso antes de quedarme profundamente dormida en sus brazos.



En mi inconsciencia alcancé a escuchar: -Yo a ti, como no imaginas- y lo que no supe si fue mi imaginación fue: -Moriría por ti, lo haré si es necesario-


espero les haya gustado el capi!!! Awww!!! para las que quieran escuchar la cancion que le cantó Leo a Caro, es la primera en el playlist!!

Gritenme!!! las quierooo!!!

4 comentarios:

Sandiadelicius dijo...

uh_uh Genial me encanto el cap.
Lo siento pero lo tengo q decir
AMO A LEO jajaja!!
Regina un abrazo!!

An dijo...

primero que todo...aiiiiiiiiiiiiiiiiiii, aiiiiiiiiiiiiiiii, aiiiiiiiiiiiiiii I love Bruno, I love los abdominales de bruno y que sea tan condenadamente sexy. lerelelele...
en segundo lugar, que tierno es leo ¿quien no quiere uno asi para los domingos por la tarde? sabes esos que llueve y te quedas todo el dia en casa? pues uno asi para que me abrace y me haga mimitos.
y por ultimo...Regina, mal! muy mal! estoy muy enfadada, que lo sepas! ¿cómo de te ocurre dejarme así? te mereces...no se! engordar un kilo por lo menos! xD eso no se hace.

en fin, no me hagas caso, sabes que estoy loca perdida y hoy he bebido demasiada coca.cola y mañana voy a ver los abdominales de jacob en luna nueva (biiiiiiiieeeeeeeeeeeeeeen)
pues eso, besitos mi malefica amiga! por cierto gracias por el premio (que ilu) xD

besitos de chocolate!(aunque a mi no me guste el chocolate, solo los lacasitos...en fin, da igual!)

K dijo...

Hola mi Re!!!... recién pude leer tu capi, snif... estube sin internet todo el día!. Me encantó el capi.... hay cada vez me enamoro más de Leo, ¿hagamos un intercambio???, yo te doy mi Edward y vos me das tu Leo ja ja!!!.... Me encantó amiga, gracias por dedicarmelo!!!!, hay estoy tan feliz (suspiro)...¿qué pasará en el otro capi???...¿se viene el lemmon??? AHHHAAAAHHHHHH!!!!!

Gracias, gracias y muchas gracias!!!.... te quiero mucho y nos seguimos viendo...Ah!!!! re linda las canciones, me encantaron!!!!!
Besos miles, bye!

Unknown dijo...

El amor es siempre ciego, como ciego es el sentir de micorazón. Bello mi Regi, como todo lo que haces. Besotes