Nueva Encuesta

Chicas! Ya quedó esto, bueno la opción ganadora fue... Cronicas Vampíricas, soooo ahora vamos con otro detalle porque me he fijado en variiias cosas, dejarçe la encuesta hasta fin de año, como varias votaron por Eternial, veré que sea un proyecto a futuro no se preocupen porque me gusta consentirlas. Voten en la nueva encuesta====> las quieroo

domingo, 29 de noviembre de 2009

Capítulo 16: Que cada minuto y cada hora Segunda parte


Mis muchachas!!! Aqui esta la ultima parte de este capi y supongo que muchas ya saben, o lo imaginan, pero de todas maneras lo tengo que decir...
¡¡¡CONTIENE LEMMON!!!
Algunas cosas que debo mencionar:
No pasa nada si se saltan esta parte del capi, si es que no les gusta el lemmon.
BENJA MIRY MONSE Y MARI!! No tienen autorización para leer este cacho del capítulo (es en serio)



Carolina


Casi me di de bruces (literalmente) con lo que encontré al abrir los ojos…

Era una habitación grande, de paredes de caoba, no tuve tiempo de fijarme en los detalles, porque una enorme cama blanca, atrajo mi atención, el edredón blanco hacía que la cama pareciera flotar, miles de pétalos de rosas rojas estaban regadas por el suelo en la habitación, llenando mi cabeza del aroma de las rosas, velas iluminaban la habitación, tenuemente, mis fantasías mas locas, se quedaban muy cortas con lo que Leo había preparado para mí.

Me giré y lo abracé, me aparté, mi respiración se aceleró cuando sus manos se posaron en mi espalda, mariposas revolotean por mi estomago y cientos de chispas recorrieron mi piel, ahora llegaba el momento que había esperado, y sentía la necesidad urgente de salir corriendo, pero no lo haría, yo deseaba esto, quería compartir este momento con Leo, el hombre más maravilloso que había conocido, del que estaba enamorada, al que amaba con el alma.

Puse mi mano sobre su pecho, su corazón latía desbocado, rápidamente, al mismo ritmo que él mío.


Sonreí al notar que él estaba tan nervioso como yo.

A pesar de traer tacones no estábamos a la misma altura, respiré profundo y alcé la mirada, encontré que me observaba atentamente, pero no a mi rostro, sino a mis pechos, que con el corte del vestido y mi respiración agitada, resaltaban y si a eso le sumábamos su altura…

-Linda vista ¿huh?- le dije.

Desvió la mirada rápidamente, apenado porque lo había cachado infraganti.

-No me importa, puedes mirarme cuanto quieras- le dije tratando de sonar seductora, mientras paseaba mi dedo índice por su mejilla juguetonamente.

-¿Estás segura de esto?- me dijo sin mirarme.

Deje mi palma en su pecho, mientras que con la otra tomaba su barbilla y obligaba a que su mirada se encontrara con la mía.

-Si sigues preguntándolo voy a pensar que te estás arrepintiendo de esto, ya lo dije antes, estoy segura- le dije.

-Nunca me arrepentiría- dijo en un susurro

Vi el brillo en sus ojos, los ojos verdes más hermosos que había visto en mi vida y los que me trastornaban tanto, lo tomé del cuello e incliné su cabeza para poder capturar sus labios con los míos.

El beso no fue en absoluto como ninguno que nos hubiéramos dado antes, el roce de sus labios con los míos incendió mi piel, la erizó e hizo temblar mis piernas, me paré de puntitas para poder alcanzarlo mejor, lo que Leo hizo fue empatar la situación, poniendo sus manos en mi trasero, levantándome y mis piernas, un poco habituadas a este movimiento rodearon su cintura, mis sandalias cayeron con un ruido sordo, pero realmente no me importó.

Deshice su corbata, que estorbaba –mucho debo decir- y la arrojé al suelo, una de mis manos estaba en su cuello acercándolo más a mí, mientras la otra intentaba desesperada y torpemente de desabrochar los botones de su camisa.

Su mano subía y bajaba por mi muslo, mientras que la otra estaba en la piel desnuda de mi espalda, bajando el cierre del vestido.

Mi corazón latía descontrolado, mi respiración era entrecortada, su lengua jugaba con la mía, nuestros labios bailaban juntos, a un ritmo nuevo, desconocido, pero que aún así era familiar, apremiante, mordí su labio inferior suavemente y profundicé el beso, estaba tan excitada, me sentía libre, feliz, nada podría arruinar este momento.

Supe el momento exacto en el que terminó de bajar el cierre del vestido, porque sus manos subieron a mi espalda y quitaron el poco vestido de ahí, para poder acariciar mi columna y mis costados.

Leo cuidadosamente me colocó en el colchón, mientras se quitaba el saco y lo dejaba caer en el suelo, gateo sobre mí, hasta que nuestros labios estuvieron a la misma altura, lo besé, con toda la pasión y el amor que sentía por él, dejándole ver que era todo lo que deseaba, mientras con ambas manos sacaba su camisa de el pantalón y terminaba el trabajo con los botones, abrí la camisa y paseé mis manos por sus abdominales, estudiando sus músculos, mientras que con mi lengua exploraba su boca.

Sus brazos estaban a los lados de mi cabeza, de manera que nada de su peso estuviera sobre mi cuerpo. Quería quitarle la camisa y Leo me ayudó con eso, aun cuando yo sabía que Leo podría desaparecer nuestra ropa en un instante si quisiera, pero no lo hacía, lo cual le agradecía, me dejaba hacerlo a mi manera, aunque realmente no tenía nada de experiencia en este campo.

Volvió a mis labios, me besó con profundidad, mientras la temperatura de mi cuerpo subía y subía con cada una de sus caricias, sus manos acariciaban mi cuello, Leo dejo mis labios y besó la línea de mi mandíbula, trazó con su lengua el canal de mi oreja, haciéndome estremecer, yo estaba comenzando a hiperventilarme, besó mi cuello, mi clavícula y bajo al hueco de mi garganta, besó mis hombros y la cumbre de mis pechos, que sobresalían del vestido, mientras acariciaba mis costados y mis piernas, siguió descendiendo mientras me miraba, con una sonrisa lujuriosa en sus labios, tomó el borde del vestido con sus manos y comenzó a bajarlo, pude ver el destello de sorpresa en sus ojos, al descubrir que no traía sostén y me alegró saber que lo había sorprendido.

Se sacó los pantalones y se quedo en bóxers, ahora estábamos iguales, yo traía puestas unas diminutas bragas en color negro, beso los dedos de mis pies, mis rodillas y cuando besó la cara interna de mis muslos, no pude evitar que un gemido escapara de mis labios. Siguió subiendo y besó la piel de mi abdomen, mi ombligo, subió un poco mas hasta llegar a mis pechos, aunque traté de contenerlo, solté un gemido cuando colocó su mano sobre uno de ellos y comenzó a masajearlo suavemente, mientras saboreaba mi pezón con su boca, mi espalda se arqueo, necesitando estar más cerca de él.

Mordí mis labios, conteniendo la respiración y los gemidos que luchaban por salir de mis labios, su aliento me rodeaba, me embriagaba, haciendo que mi cabeza girara… mis manos, subían y bajaban, codiciosas por su espalda, sintiendo sus músculos tensarse y relajarse a mi paso, bajé mis manos un poco mas y llegue al elástico de sus bóxers, metí mis manos por debajo y pude acariciar su maravilloso trasero, Leo soltó un gemido, supuse que lo tomé por sorpresa.

Me besó fieramente, mientras su mano se deslizaba por mi cuerpo, acariciándome tentándome, llegó a mis bragas y comenzó a acariciarme sobre la delgada tela, solté un gemido en sus labios, lo cual al parecer lo incitó a continuar, apartó la tela y sin previo aviso, introdujo uno de sus dedos, dentro de mí, grité por el placer que me provocó, retiró su mano e hice un sonido de protesta, el me sonrió e introdujo dos dedos en mi, trazando círculos, arañe su trasero ligera y delicadamente, Leo retiró sus dedos de mi cuerpo, los llevó a su boca y los saboreó, el rubor subió a mis mejillas

Al siguiente instante la tela de sus bóxers ya no estaba, sentía la piel de Leo sobre el lugar donde deberían de estar mis bragas y deduje que Leo las había desaparecido. Sonreí.

El rostro de Leo estaba sobre el mío una vez más, y en un susurro dijo:

-Lo siento no pude contenerme, - sus ojos verdes estaban oscurecidos por el deseo, al igual que los míos.

-Por mi esta perfecto- le dije mientras seguía mi trabajo en su trasero, levanté mi rostro y tracé con mi lengua el contorno de sus labios, Leo giró conmigo, ahora el estaba abajo y yo estaba arriba, su erección presionaba la cara interna de mi muslo, lo que ocasiono que un gemido subiera por mi garganta.

-¿Porque hiciste eso?- pregunté en un jadeo, mientras ponía mis manos en su pecho y comenzaba a trazar círculos alrededor de su pezón.

-No es justo que seas la única que se divierte- me dio una sonrisa maliciosa, no entendí a que se refería pero lo entendí cuando sus manos se posaron sobre mi trasero y empezaron a acariciarme, no me quise quedar atrás y comencé a lamer lentamente su pezón, mientras mi mano descendía entre nuestros cuerpos para tocarlo mas íntimamente, cuando lo alcancé, Leo se estremeció y soltó un gemido, lo acaricie, lentamente de la punta a la base, con la yema de mis dedos, rápidamente giramos de nuevo, estando ahora yo abajo y el arriba de mí, me miró un momento expectante, a que yo diera el paso.

Tome su cuello y dirigí sus labios a los míos, el beso fue dulce, tierno, era todo lo que bastaba.

-Te amo- le dije mientras lo miraba a los ojos.

-Eternamente- me susurró al oído.

Rodeé sus caderas con mis piernas, el tomó mi cintura acercándome, lo sentí cerca, tan cerca, pero Leo seguía dudando, así que arqueé mi espalda y al siguiente momento estaba dentro, sus gemidos y los míos se escucharon al unisonó, el dolor vino, fue intenso, pero se desvaneció, tan rápido como llegó, sentir a Leo dentro de mí como nunca lo había estado nadie, me hizo sentir magnifica, completa, nuestros cuerpos encajaban tan bien, como uno solo, estábamos destinados a estar juntos, eso lo había sabido siempre.

El arriba y abajo de sus caderas, solo enviaba ondas de placer por todo mi cuerpo, mis labios buscaban los suyos con desesperación cuando los encontré, él me regaló un beso muy tierno, apoyó su frente en la mía, me miraba mientras nuestras caderas se alejaban y se encontraban de nuevo, en un ritmo delicioso.

De pronto el ritmo se intensificó, el placer me abrazó, y al escuchar el gemido que salió de su boca, me llevó a la gloria, miré sus ojos y entendí lo que necesitábamos:

-Mue..rde..me- le dije entre gemidos.

Su boca se posicionó en mi cuello y al siguiente momento sentí sus colmillos desgarrar la fina piel, después de eso, explotamos juntos, grité su nombre, sin importarme si alguién podía escucharnos y el gritó el mio, toque las estrellas con Leo a mi lado, sentí mi orgasmo, pero también el suyo, pude escuchar y sentir todo lo que él sentía, su amor, su deseo, su pasión, fue una sensación totalmente nueva, inesperada, pero maravillosa y mágica.

Flotaba en una nube rosa, donde me sentía feliz, Leo se recostó en mi pecho y me miró con una sonrisa en su rostro.

-Gracias- me dijo.

Yo revolvía su cabello con mis manos, mientras el acariciaba mi abdomen, enviando pequeños espasmos por mi cuerpo.

-Te amo- le dije. Estaba tan relajada, tan feliz, que solo pude darle un beso antes de quedarme profundamente dormida en sus brazos.

En mi inconsciencia alcancé a escuchar: -Yo a ti, como no imaginas- y lo que no supe si fue mi imaginación fue: -Moriría por ti, lo haré si es necesario-


OoOoOoO De verdad me esforcé mucho y de verdad espero que la demora haya valido la pena!!!

Dejenme coments, diganme si les gustó o de plano soy pesima en esto!!


Las amoOo!!

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Capítulo 1: Adicto al pasado

Les prometí intentar subir capi, asi que aqui está, no es de te amaré siempre, pero ya quería subir esto...
Bueno como ya les había comentado hace unas semanas, fue cumple de mi querida AN!! Como adora a Bruno, le hice un regalo de cumple que es un relato corto de este vampiro, lo cual es bueno para todas las que les guste Bruno, no solo para an!! jaja AMIGA ESTA HISTORIA VA PARA TI; TE QUIERO MUCHO!!! FELIZ CUMPLE!!




Capítulo 1
*Adicto al pasado.

Bruno

Francia 1911

La construcción de piedra se eleva ante mí, es una contracción modesta, tratamos de no llamar la atención, pero no por ello deja de ser hermosa.

Es media tarde y la luz del sol se vierte sobre los jardines, resaltando su belleza, mi madre adora pasar su tiempo aquí, meditando, miles de flores los adornan con cientos de colores, es porque es primavera.

Unos delicados brazos rodean mi cintura, sorprendiéndome ¿Cómo es que había llegado tan rápido? No la sentí llegar, respiro profundo y me doy cuenta de que no es ella, ella no llega aún, es mi hermana Chiara, giro mis talones y puedo verla, Chiara es una mujer bella, no solo porque sea mi hermana, es hermosa, a la manera clásica, su cabello rubio platino está sujeto en un complicado peinado en la nuca, su piel durazno ligeramente sonrosada por la caminata y sus ojos nublados a causa de las lágrimas, pero no son lagrimas de tristeza, son lágrimas de coraje, lo sé por sus facciones, la manera en que las comisuras de sus labios están tensadas, la forma en que sus cejas se curvean, está molesta, pero no se la razón.

-¿Qué ocurre Iara, porque la molestia?- pregunté.

-Es por ella, ella es la razón de todos mis lamentos, Bruno, ella arruinará mi vida- me dijo con la mandíbula apretada, mientras una lágrima se derramaba por su mejilla, pero ella la retiró rápidamente con gesto brusco de su mano.

-A quien te refieres- le dije tratando de sonar paciente, mi hermana podía ser muy exagerada e infantil.

-Por ella, Genevieve- dijo su nombre como un insulto- ella me roba el amor de mi amado, ella me lo quiere quitar, es rencorosa y envidiosa.-

-Razones Lógicas y reales debes de tener, no puedes hablar solo por rencor o coraje momentáneo.- le dije pausadamente.

-Leo le tiene mayor amor a su hermana, que a mí, ¿Qué no se supone que él y yo estaremos juntos para siempre? ¿No debería amarme más a mí? Eso no se duda, el debe amarme más a mí, no a ella.

-Iara- le dije, con el mismo tono que un padre emplearía para hablar con un hijo necio –No puedes comparar, un amor con otro, la esencia de ellos son diferentes, el amor que Leonard le profesa a Gene es fraternal, debes comprender que son gemelos, toda su vida han estado juntos, es lógico que el la quiera y la procure, pero debes estar segura que su amor hacia su hermana, no se compara con el que tiene por ti, nunca dudes de un amor como ese- ¿Por qué mi hermana era tan infantil? Esto era una tontería…

-No, no es ninguna tontería, él la ama más que a mí, prueba de eso es que, como regalo de compromiso, le pedí a Leo que la dejara de ver, esa era mi condición para enlazar nuestros destinos y sabes que dijo…- lo sabía pero no hablé, sobre todo porque la incredulidad no cabía en mi mente, ¿como era posible que mi hermana dijera tantas tonterías juntas?- DIJO QUE NO!-

-Discúlpame, pero en verdad no me sorprende… - iba a decir algo mas, pero lo olvidé cuando un olor a fresias y coco inundo mis sentidos, era Gene, giré para poder verla, estaba parada a unos cuantos metros, observándonos, era lógico que acababa de llegar, puesto que no tenía señales de haber escuchado la lamentable plática, lucía encantadora como siempre, llevaba un vestido azul celeste, largo, con los hombros descubiertos, su cabello caía en ondulantes cascadas sobre sus hombros, me hizo un gesto con las manos, indicando que regresaba luego, pero no la dejaría partir, esta discusión solo iba a lograr que me enfadara, no había más que decir, avancé hacia Gene y mi hermana gritó:

-¡Tú también lo haces!-

-No digas tonterías, piensa lo que dices- le dije por encima del hombro, mientras me reunía con Gene, quien me tomó de la mano.

-¿Esta bien?- me preguntó en su voz, solo había preocupación.

-Solo necesita estar sola y pensar- le dije mientras besaba su mano.No volvió a preguntar y eso me alegró realmente no tenía porque enterarse de los desvaríos mentales de mi hermana...

Caminamos un momento en silencio, la mente de Gene, era calmada y a diferencia de la mente de mi hermana, su mente estaba siempre abierta, sus pensamientos me relajaban, sentía su pasión por la vida, el disfrute de cada momento, el amor que me tenía a mí, a su hermano y sorprendentemente a mi hermana…

Llegamos al centro del jardín y nos sentamos en la banca, tomó mi mano y suspiró, seguíamos en silencio, adoraba poder estar en silencio, no era un silencio incómodo, era un silencio amable, compartido, simple.

Desde la primera vez que la había visto bajar del coche, me había cautivado, Gene era muy hermosa pero de una manera exótica, muy diferente a la manera clásica de mi hermana, Gene era divertida, extrovertida, aventurera, era todo lo que necesitaba, ella me complementaba… Y en ese momento me embargó la intensidad de mis sentimientos hacia ella, la amaba de verdad, quería enlazar mi destino con el suyo, para siempre…

Lo había pensado, antes, infinidad de veces, pero nunca imaginé encontrar a la persona indicada y ahora la tenía entre mis brazos.

-Te amo- le dije, ella ya lo sabía, pero era la primera vez que se lo decía.

Giró su rostro hasta encontrarse con el mío y pude ver que sus ojos aguamarina, se llenaban de lágrimas, pero a diferencia de mi hermana eran de alegría y no derramó ninguna, parpadeó, me sonrió y susurró:

-Y yo a ti- recargó su frente en la mía, recorrió mis labios con su dedo índice y me besó.

Sus labios se unieron con los míos, escuché el frenético latir de su corazón y el mío juntos, nuestros alientos se mezclaron y me embargó su esencia, mi lengua se adentró en su boca y nuestras lenguas comenzaron a bailar juntas… La amaba tanto y ahora iba a pedirle que enlazara su destino con el mío… Para siempre.

***

Miraba atentamente, el medallón que siempre estaba en mi cuello, latía al mismo ritmo que mi corazón, no podía creer que fuera a hacer esto, el nivel de compromiso y entrega era muy grande, pero estaba dispuesto a hacerlo, por Gene, ella era la única mujer que había tocado de manera tan profunda mi corazón.

Entregar mi medallón, era entregar mi vida como mortal e inmortal a Gene, sin reservas, esperando que ella me entregara el suyo como respuesta y aceptación, este medallón es mi vida y más que eso es mi alma.

Respiré profundo y justo cuando iba a salir de la habitación entró Chiara, cerró la puerta tras de si y me dijo:

-Lo siento, pero de verdad es necesario, la quiero fuera de mi camino, tu y Leo tienen que amarme a mi no a ella- dijo mientras cerraba sus manos en puños a sus costados.

Supe lo que iba a hacer, pero reaccioné tarde y Chiara me alcanzó.

-De verdad lo lamento, lo comprenderás algún día- me dijo mientras se iba y me dejaba ahí, congelado sin poder hacer nada, unos momentos después… escuche pisadas, gritos y mi mundo se vino abajo…


Espero les haya gustado!!!
Gritenme muchachas!! Las quieroo

martes, 24 de noviembre de 2009

Aviso!!

MiL DisCulPAS a TOD@S!!!




De verdad lamento mucho no haber subido capi aun, mas en las circunstancias en las que dejé la primera parte del capítulo, pero de verdad he estado muy apurada en el Colegio...

Y ni se diga que me ha costado muchisimo trabajo escribir este capítulo... pff les juro que ya me lo se de memoria!!


De verdad espero poder subir capítulo mañana, se los prometo que lo intentaré...


Las quierooo

Gracias por pasarse por aqui!!



Y de nuevo perdon!!


jueves, 19 de noviembre de 2009

.::Luna Nueva::.



Mis niñas!!! Vengo del cine... son las 11:26 pm y mañana hay colegio, pero no me puedo ir a la cama, sin decirles que vayan a ver esta pelicula!!! En serio, si no les gusta la trama, estoy mas que segura que apreciaran las vistas!!!

No se si se enteraron, hubo/hay una campaña, para nosotros los twilight fans... hay que poner en el Bluetooth alguna frase relacionada con esta saga.. Yo por ejemplo puse The lion & the lamb 4 ever! (no tenia mucha imaginacion en ese momento) Pero el punto es que, te ponías a navegar y hay tantas personas que tienen alguna frase relacionada con este fenomeno twilight!! De verdad me la pase re lindo gritando en el cine!! Y viendo las frases que cada quien se ingenia en el telefono...

Unos pequeños comentarios!! (*SPOILERS*)
Una vez mas compruebo que adoro a Jacob!! Dios el chico esta para comerse!!! XD
Odie a Edward por todo lo que le dijo a Bella, les juro que casi lloro!!! :(

Algunas cosas sobre los personajes:

Bella: Tan xs como siempre me ha parecido!! (Y es que odio a Kristen Stewart)
Edward: Pfff odio a edward en este libro, pero se veía muy mono!!
Jacob: Sin palabras.. Mejor que nunca!! TEAM JAKE!
Alice: Espectacular, como siempre, se veía re linda
Jasper: Esta mejorando el muchacho!!
Emmet: pfff quien no ama a este grandulon?¿
Rosalie: No se ustedes pero la vi horrenda!! Se ve vieja... yo no se porque no le dieron el papel de Esme, aunque no lo comprendo sin ser Rosalie Hale se ve increible...
Carlise: Pff este hombre es muy guapo!!
Esme: Tan calida...
Jane: Me quede con ganas de verla mas, pero lo poco que salió, es fantástica
Alec: mmm este muchacho me atraeee
LA NUEVA VICTORIA! Aww ame a la nueva victoria... la otra me gustaba, pero esta realmente se parece mas a la descripcion de Meyer no creen?¿
Mike: Lo vi mas feo.
Jessica: Igual, sin ningun cambio...

Algunas cosas que no me gustaron:
-Quitaron mucho de la atencion de Jake hacia Bella, de las cosas que se daba cuenta sin palabras... Como la musica y aprender a no decir su nombree... Pero adoro la actuacion de mi amado Taylor!!!
-Ya se que odio a Kristen y que eso tal vez influye, pero se fijaron en que no lloró, ni una lágrimita en toda la peli?¿ Digo es el libro mas emotivo y mas triste, si yo cuando lo lei, me la pase llorando a moco tendido!! Y esta muchacha que ni se inmuta!! AAAA la odio!!
-En nuestro final... no creen que le falto un poco de sentimiento a la escena del ¿Casate conmigo?
-Digo yo... que los ojos tanto de nuestros queridos Cullen, como los Vulturis se ven bastante gachos para mi gusto no?¿
-Los lobos... cuando atacan a Laurent y en algunas otras escenas, se ven un poco... computarizados, no creen?¿

Pff fuera de eso, que son detalles insignificantes, con tanto forro en la pantalla... babee toda la película!!! fantastica!! Una vez mas compruebo que soy team jake!!! Owww sorry Aby!!

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Premio!!! Y capi nuevo!!!

Capi nuevo abajo!!

Oww este hermoso premio me lo dio Aby!!! aaaaaaaaaaaaaaaaMil gracias!!!

Tengo que nombrar cosas que me resulten irresistibles...
MMM Acheron Parthenopaeus (Mi novio Atlante)
MMM Erick Nortman (Mi novio vampiro malo)
MMM Edward Cullen (Mi novio vampiro bueno, pero solo me gusta en el fic de aby!)
MMM JACOB BLACK (Mi novio lobo)
Los chocolates
Escribirles a ustedes ...mis niñas!!
Leer una buena historia
Cantar... como loca!!

Otorgo el premio a:
An!!! OOO muchacha!! que te digo ya?¿ Que te adoro que me encantan tus historias aunq me hagas enojar de vez en vez!!! Que te quiero muchisimo

Angel Halo!! Corazon amo la historia de Daena!!! Quiero mas capis!! Ademas de que tus coments me encantan!!

YY no puede faltar mi querida Rose!! Amiga te extraño mucho yo se que andas apuradona!! Espero veas este premio!!

Daly!! Pff su historia es unica y muy buena!! Sabes que lo que necesites aqui estoii

Perdon por no subirlo antes pero quería publicarlo junto con el capi nuevo!!
Aby!! mil gracias por todos tus coments!! DE TODAS!! Me suben mucho los animos!! Y ya saben todas que me encanta dedicarles capis!! Asi que este se lo dedico a ABY!!! gracias

Las amo a todas!! Saben que la historia es para todas ustedes!!

Capitulo 16: Que cada minuto y cada hora

Mis muchachas!!! Aqui esta este capi y supongo que muchas ya saben, o lo imaginan, pero de todas maneras lo tengo que decir...
¡¡¡CONTIENE LEMMON!!!

Algunas cosas que debo mencionar:
No pasa nada si se saltan esta parte del capi, si es que no les gusta el lemmon.
BENJA MIRY MONSE Y MARI!! No tienen autorización para leer este cacho del capítulo (es en serio)


Carolina



Estaba mirándome en el espejo de cuerpo completo de mi baño, siempre me había sentido segura con mi cuerpo.


Pero Leo era perfecto, con un cuerpo glorioso, además de ser el chico que cualquiera querría a su lado, mientras que yo, era la clase de chica que siempre había pasado desapercibida y eso me gustaba, nada de aparentar…

A lado de Leo, siempre me sentía segura, el me hacía sentir como la mujer más hermosa. Pero ahora dado el paso que íbamos a dar, me sentía insegura…

Veía mi cadera muy ancha, mis pechos pequeños… ¡Rayos! Para ya con tus inseguridades Caro, me ordene a mí misma.

Leo te ama por lo que eres, no por como luces… Aww ahora ya me hablo a mi misma en tercera persona. No cabe duda que a veces desvarío.

Suspiré e intente terminar de cerrar el cierre, pero dado que estaba en la espalda, era difícil llegar a el…

-¡¡¡Karla!!!- grité, en vano, porque al siguiente instante recordé que se había ido a surfear con Bruno.

Al siguiente segundo un rayo tronó.. ¡dentro de mi baño!… Bruno.

Traía su cabello recogido en la misma complicada trenza de ayer, su torso desnudo, dejaba ver unas increíbles abdominales, traía unas gafas de sol, su piel mojada… Awww mi novio es Leo y Bruno es como un hermano.. dije reprendiéndome internamente. ¡

-Te ayudo- dijo con una sonrisa en su rostro, mientras subía el cierre en mi espalda.

-Gracias, algún día tienes que enseñarme a hacer esa trenza- le dije con una sonrisa, mientras lo miraba por el espejo.

-Cuando quieras- se quitó las gafas, tomó mi mano y me hizo dar una vuelta.


-Te ves preciosa- el rubor subió a mis mejillas y baje la mirada.

-Gracias, de nuevo- le dije

-Solo un pequeño detalle- me dijo.


-¿Que?- pregunté, mientras pensaba que me había faltado, que no fueran los zapatos, esos me los pondría después…

-Esa mascada- al siguiente instante la mascada ya no estaba y mi cabello estaba recogido en un elegante chongo, con un cairel a cada lado cayendo hacia mis hombros.

-Diviértete hermanita, te lo mereces- me dio un beso en la frente y desapareció.

Terminé de maquillarme, muy natural, solo me delineé los ojos en negro con un toque de morado, mascara para pestañas, rubor, perfume. Unos lindos pendientes largos en plata, ningún collar.


Me puse mis tacones, unas sandalias en plateado, con cintas, de unos 7 cm de alto, mi bolso y una chalina a juego de mamá y estaba lista.


Justo cuando tocaban la puerta.


-Pase- dije mientras terminaba de recolectar las cosas para mi bolso.


-Luces hermosa- me dijo su voz de miel al oído, mientras besaba el lóbulo de mi oreja, lo que causó que miles de chispas revolotearan por mi piel.


Me estremecí y me giré.


Leo llevaba puesto un traje en color negro, con una corbata que hacía juego con mi vestido, color morado profundo, el contraste con su piel, lo hacían ver increíble, traía el cabello corto, se veía realmente guapo, con una sonrisa deslumbrante en sus labios y el brillo en esos ojos verdes…


-Wow, te ves increíble- le dije mientras sonreía como estúpida.


-No mas que tu- me dio un beso en los labios, bastante corto debo decir. Y creo que hice un puchero cuando se alejó.


-¿Estas lista?- me preguntó, mientras recorría mi cuerpo con la mirada, me ruboricé un poco, pero para disimular mi nerviosismo dije:


-Tú qué opinas- mientras giraba, para que pudiera tener una vista completa.


-Para comerte- antes de que pudiera ruborizarme por su comentario, tomó mi mano y destellamos fuera de mi cuarto.


*****


Aparecimos en una terraza, frente a una mesa preparada para dos personas, dos velas alumbraban la mesa, había un florero, con una rosa blanca y una rosa roja, el mantel en color rojo, ondeaba suavemente con la brisa, parecía que flotaba, era hermoso.


-mira- dijo mientras, me jalaba para que me lo siguiera.


Giré sobre mis talones, justo para ver como se iluminaba la Torre Eiffel.


-¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!! Me trajiste a cenar a Francia- le dije –prácticamente grite- mientras me arrojaba a darle un beso –Gracias Leo, Gracias, Gracias- Estaba tan emocionada, era mi sueño hecho realidad, me giré para poder mirarlo a los ojos, mientras mis ojos se llenaban de lágrimas.


-Eres lo mejor que me pudo haber pasado, en la vida, gracias por esto, gracias por todo- le dije entre sollozos, me hacía tan feliz.


-Cariño, no llores, todo esto lo hago con mucho gusto, lo que sea para ti.- dijo mientras me limpiaba las lágrimas con su pulgar.


-te arruinaras el maquillaje- me dijo intentando hacerme reír.


-Eres el único hombre que se preocupa por eso- le dije mientras sonreía y tomaba su rostro entre mis manos. –Te amo tanto Leo…-


-Y yo a ti- me regaló un suave beso en la comisura de los labios, me sonrió y dijo:- ahora vamos a cenar- mientras tomaba mi mano y me conducía a la mesa.


La cena fue estupenda, que comí… no lo sé, porque no se francés, pero tampoco quise enterarme, ¿qué tal si eran caracoles o lengua o alguna cosa extravagante? Mejor no arruinarla con esa información.


Cuando terminamos de cenar, Leo se paró, hizo una ligera reverencia y con una sonrisa en sus labios, me ofreció su mano, la tomé, me jaló de la silla y me dio una vuelta, su mano se posó en mi cintura, mientras tomaba la otra en la suya, puse mi mano en su hombro y comenzamos a girar, con los tacones puestos, pude apoyar mi cabeza en su hombro, mientras Leo apoyaba su mejilla en la mia, comenzó a sonar una canción, una que no reconocí.


Leo comenzó a cantarla a mi oído.


Everybody's looking for that something
One thing that makes it all complete
You'll find it in the strangest places
Places you never knew it could be

Some find it in the face of their children
Some find it in their lover's eyes
Who can deny the joy it brings
When you've found that special thing
You're flying without wings


Giré en sus brazos, bailábamos suavemente, mientras Leo me sonreía y yo le devolvía el gesto, me sentía tan feliz, menos mal que mi padre me había enseñado a bailar, con el pretexto de que ya venían los XV años de mis amigas y tenía que saber cómo se hacía, aunque nunca bailé, ahora estaba bailando con el chico de mis sueños, en parís, la ciudad del romane… ¿Podía ser esto mejor?


Gire una vez mas y Leo me atrajo hacia él, recargó su frente en la mía y siguió cantando, mientras me miraba a los ojos.


Well, for me it's waking up beside you
To watch the sunrise on your face
To know that I can say I love you
In any given time or place

It's little things that only I know
Those are the things that make you mine
And it's like flying without wings
Cos you're my special thing
I'm flying without wings

And you're the place my life begins
And you'll be where it ends

I'm flying without wings
And that's the joy you bring
I'm flying without wings
I Love you


Nunca había escuchado esa canción, pero era hermosa y Leo me la estaba cantando a mí, me robaba el aliento, todos los detalles que tenía conmigo, todo lo que hacía por mí, me sonrió cuando la canción por fin terminó, me giró una vez más, me atrajo hacia sus brazos y me besó muy dulcemente.


-Te tengo una sorpresa- me dijo con una sonrisa y una mirada picara que solo logró que me atarantara.


-¿Otra?- fue lo único inteligente que pude decir, sin verme realmente lenta.


Hizo una mueca, restándole importancia y me guió por una puerta que estaba en la terraza, la cual no había visto, llegamos a una puerta de madera obscura, parecía roble.


-Cierra los ojos- me dijo.


-mmmm persuádeme- le dije intentando sonar seductora.


Me besó en los labios, rápidamente, y susurro en mi oído “por favor amor” mientras me dedicaba una mirada que hacía que cualquiera cediera a sus caprichos, así que me rendí y los cerré.


Oí como abría la puerta, y me conducía con unos pasos adentro de la habitación, los cuales di con cuidado, aun cuando sabía que no dejaría que me diera un porrazo.


Se colocó detrás de mí y susurró en mi oído:


-Ábrelos-


Casi me di de bruces (literalmente) con lo que encontré al abrir los ojos…

Era una habitación grande, de paredes de caoba, no tuve tiempo de fijarme en los detalles, porque una enorme cama blanca, atrajo mi atención, el edredón blanco hacía que la cama pareciera flotar, miles de pétalos de rosas rojas estaban regadas por el suelo en la habitación, llenando mi cabeza del aroma de las rosas, velas iluminaban la habitación, tenuemente, mis fantasías mas locas, se quedaban muy cortas con lo que Leo había preparado para mí.



Me giré y lo abracé, me aparté, mi respiración se aceleró cuando sus manos se posaron en mi espalda, mariposas revolotean por mi estomago y cientos de chispas recorrieron mi piel, ahora llegaba el momento que había esperado, y sentía la necesidad urgente de salir corriendo, pero no lo haría, yo deseaba esto, quería compartir este momento con Leo, el hombre más maravilloso que había conocido, del que estaba enamorada, al que amaba con el alma.



Puse mi mano sobre su pecho, su corazón latía desbocado, rápidamente, al mismo ritmo que él mío.




Sonreí al notar que él estaba tan nervioso como yo.



A pesar de traer tacones no estábamos a la misma altura, respiré profundo y alcé la mirada, encontré que me observaba atentamente, pero no a mi rostro, sino a mis pechos, que con el corte del vestido y mi respiración agitada, resaltaban y si a eso le sumábamos su altura…



-Linda vista ¿huh?- le dije.



Desvió la mirada rápidamente, apenado porque lo había cachado infraganti.



-No me importa, puedes mirarme cuanto quieras- le dije tratando de sonar seductora, mientras paseaba mi dedo índice por su mejilla juguetonamente.



-¿Estás segura de esto?- me dijo sin mirarme.



Deje mi palma en su pecho, mientras que con la otra tomaba su barbilla y obligaba a que su mirada se encontrara con la mía.



-Si sigues preguntándolo voy a pensar que te estás arrepintiendo de esto, ya lo dije antes, estoy segura- le dije.



-Nunca me arrepentiría- dijo en un susurro



Vi el brillo en sus ojos, los ojos verdes más hermosos que había visto en mi vida y los que me trastornaban tanto, lo tomé del cuello e incliné su cabeza para poder capturar sus labios con los míos.



El beso no fue en absoluto como ninguno que nos hubiéramos dado antes, el roce de sus labios con los míos incendió mi piel, la erizó e hizo temblar mis piernas, me paré de puntitas para poder alcanzarlo mejor, lo que Leo hizo fue empatar la situación, poniendo sus manos en mi trasero, levantándome y mis piernas, un poco habituadas a este movimiento rodearon su cintura, mis sandalias cayeron con un ruido sordo, pero realmente no me importó.



Deshice su corbata, que estorbaba –mucho debo decir- y la arrojé al suelo, una de mis manos estaba en su cuello acercándolo más a mí, mientras la otra intentaba desesperada y torpemente de desabrochar los botones de su camisa.



Su mano subía y bajaba por mi muslo, mientras que la otra estaba en la piel desnuda de mi espalda, bajando el cierre del vestido.



Mi corazón latía descontrolado, mi respiración era entrecortada, su lengua jugaba con la mía, nuestros labios bailaban juntos, a un ritmo nuevo, desconocido, pero que aún así era familiar, apremiante, mordí su labio inferior suavemente y profundicé el beso, estaba tan excitada, me sentía libre, feliz, nada podría arruinar este momento.

Supe el momento exacto en el que terminó de bajar el cierre del vestido, porque sus manos subieron a mi espalda y quitaron el poco vestido de ahí, para poder acariciar mi columna y mis costados.

Leo cuidadosamente me colocó en el colchón, mientras se quitaba el saco y lo dejaba caer en el suelo, gateo sobre mí, hasta que nuestros labios estuvieron a la misma altura, lo besé, con toda la pasión y el amor que sentía por él, dejándole ver que era todo lo que deseaba, mientras con ambas manos sacaba su camisa de el pantalón y terminaba el trabajo con los botones, abrí la camisa y paseé mis manos por sus abdominales, estudiando sus músculos, mientras que con mi lengua exploraba su boca.

Sus brazos estaban a los lados de mi cabeza, de manera que nada de su peso estuviera sobre mi cuerpo. Quería quitarle la camisa y Leo me ayudó con eso, aun cuando yo sabía que Leo podría desaparecer nuestra ropa en un instante si quisiera, pero no lo hacía, lo cual le agradecía, me dejaba hacerlo a mi manera, aunque realmente no tenía nada de experiencia en este campo.

Volvió a mis labios, me besó con profundidad, mientras la temperatura de mi cuerpo subía y subía con cada una de sus caricias, sus manos acariciaban mi cuello, Leo dejo mis labios y besó la línea de mi mandíbula, trazó con su lengua el canal de mi oreja, haciéndome estremecer, yo estaba comenzando a hiperventilarme, besó mi cuello, mi clavícula y bajo al hueco de mi garganta, besó mis hombros y la cumbre de mis pechos, que sobresalían del vestido, mientras acariciaba mis costados y mis piernas, siguió descendiendo mientras me miraba, con una sonrisa lujuriosa en sus labios, tomó el borde del vestido con sus manos y comenzó a bajarlo, pude ver el destello de sorpresa en sus ojos, al descubrir que no traía sostén y me alegró saber que lo había sorprendido.

Se sacó los pantalones y se quedo en bóxers, ahora estábamos iguales, yo traía puestas unas diminutas bragas en color negro, beso los dedos de mis pies, mis rodillas y cuando besó la cara interna de mis muslos, no pude evitar que un gemido escapara de mis labios. Siguió subiendo y besó la piel de mi abdomen, mi ombligo, subió un poco mas hasta llegar a mis pechos, aunque traté de contenerlo, solté un gemido cuando colocó su mano sobre uno de ellos y comenzó a masajearlo suavemente, mientras saboreaba mi pezón con su boca, mi espalda se arqueo, necesitando estar más cerca de él.

Mordí mis labios, conteniendo la respiración y los gemidos que luchaban por salir de mis labios, su aliento me rodeaba, me embriagaba, haciendo que mi cabeza girara… mis manos, subían y bajaban, codiciosas por su espalda, sintiendo sus músculos tensarse y relajarse a mi paso, bajé mis manos un poco mas y llegue al elástico de sus bóxers, metí mis manos por debajo y pude acariciar su maravilloso trasero, Leo soltó un gemido, supuse que lo tomé por sorpresa.



Me besó fieramente, mientras su mano se deslizaba por mi cuerpo, acariciándome tentándome, llegó a mis bragas y comenzó a acariciarme sobre la delgada tela, solté un gemido en sus labios, lo cual al parecer lo incitó a continuar, apartó la tela y sin previo aviso, introdujo uno de sus dedos, dentro de mí, grité por el placer que me provocó, retiró su mano e hice un sonido de protesta, el me sonrió e introdujo dos dedos en mi, trazando círculos, arañe su trasero ligera y delicadamente, Leo retiró sus dedos de mi cuerpo, los llevó a su boca y los saboreó, el rubor subió a mis mejillas



Al siguiente instante la tela de sus bóxers ya no estaba, sentía la piel de Leo sobre el lugar donde deberían de estar mis bragas y deduje que Leo las había desaparecido. Sonreí.



El rostro de Leo estaba sobre el mío una vez más, y en un susurro dijo:



-Lo siento no pude contenerme, - sus ojos verdes estaban oscurecidos por el deseo, al igual que los míos.



-Por mi esta perfecto- le dije mientras seguía mi trabajo en su trasero, levanté mi rostro y tracé con mi lengua el contorno de sus labios, Leo giró conmigo, ahora el estaba abajo y yo estaba arriba, su erección presionaba la cara interna de mi muslo, lo que ocasiono que un gemido subiera por mi garganta.



-¿Porque hiciste eso?- pregunté en un jadeo, mientras ponía mis manos en su pecho y comenzaba a trazar círculos alrededor de su pezón.



-No es justo que seas la única que se divierte- me dio una sonrisa maliciosa, no entendí a que se refería pero lo entendí cuando sus manos se posaron sobre mi trasero y empezaron a acariciarme, no me quise quedar atrás y comencé a lamer lentamente su pezón, mientras mi mano descendía entre nuestros cuerpos para tocarlo mas íntimamente, cuando lo alcancé, Leo se estremeció y soltó un gemido, lo acaricie, lentamente de la punta a la base, con la yema de mis dedos, rápidamente giramos de nuevo, estando ahora yo abajo y el arriba de mí, me miró un momento expectante, a que yo diera el paso.



Tome su cuello y dirigí sus labios a los míos, el beso fue dulce, tierno, era todo lo que bastaba.



-Te amo- le dije mientras lo miraba a los ojos.



-Eternamente- me susurró al oído.



Rodeé sus caderas con mis piernas, el tomó mi cintura acercándome, lo sentí cerca, tan cerca, pero Leo seguía dudando, así que arqueé mi espalda y al siguiente momento estaba dentro, sus gemidos y los míos se escucharon al unisonó, el dolor vino, fue intenso, pero se desvaneció, tan rápido como llegó, sentir a Leo dentro de mí como nunca lo había estado nadie, me hizo sentir magnifica, completa, nuestros cuerpos encajaban tan bien, como uno solo, estábamos destinados a estar juntos, eso lo había sabido siempre.



El arriba y abajo de sus caderas, solo enviaba ondas de placer por todo mi cuerpo, mis labios buscaban los suyos con desesperación cuando los encontré, él me regaló un beso muy tierno, apoyó su frente en la mía, me miraba mientras nuestras caderas se alejaban y se encontraban de nuevo, en un ritmo delicioso.



De pronto el ritmo se intensificó, el placer me abrazó, y al escuchar el gemido que salió de su boca, me llevó a la gloria, miré sus ojos y entendí lo que necesitábamos:



-Mue..rde..me- le dije entre gemidos.



Su boca se posicionó en mi cuello y al siguiente momento sentí sus colmillos desgarrar la fina piel, después de eso, explotamos juntos, grité su nombre, sin importarme si alguién podía escucharnos y el gritó el mio, toque las estrellas con Leo a mi lado, sentí mi orgasmo, pero también el suyo, pude escuchar y sentir todo lo que él sentía, su amor, su deseo, su pasión, fue una sensación totalmente nueva, inesperada, pero maravillosa y mágica.



Flotaba en una nube rosa, donde me sentía feliz, Leo se recostó en mi pecho y me miró con una sonrisa en su rostro.



-Gracias- me dijo.



Yo revolvía su cabello con mis manos, mientras el acariciaba mi abdomen, enviando pequeños espasmos por mi cuerpo.



-Te amo- le dije. Estaba tan relajada, tan feliz, que solo pude darle un beso antes de quedarme profundamente dormida en sus brazos.



En mi inconsciencia alcancé a escuchar: -Yo a ti, como no imaginas- y lo que no supe si fue mi imaginación fue: -Moriría por ti, lo haré si es necesario-


espero les haya gustado el capi!!! Awww!!! para las que quieran escuchar la cancion que le cantó Leo a Caro, es la primera en el playlist!!

Gritenme!!! las quierooo!!!

jueves, 12 de noviembre de 2009

Capitulo Corto

Mis niñas!!! Esto es como un pre-capítulo al capi que sigue, que va a ser un poco largo, pero ya es la hora!!!!
jaja todavía no se si va a tener un poco de lemmon el capi... xq es la primera vez, espero q no se me desesperen mis niñas, porque nunca he escrito uno y me esta costando un pco de trabajo porque quiero que sea perfecto...

Asi que por el momento les dejo este pedacitoo... que a mi me encanta x los detalles de nuestro Leo...



Carolina


-Caro… adivina quien llegó..- gritó Karla de escaleras abajo, no necesitaba que me dijera quien era, para saberlo, mi corazón latía de prisa, ansioso por correr escaleras abajo a lanzarse en brazos del hombre al que le pertenecía cada latido de mi corazón.


Terminé de ponerme una mascada en color café, corrí al armario y saque del fondo la chamarra de cuero que me había dado leo, la primera vez que lo vi, me la puse, aún conservaba su esencia, impregnada en el cuero, tomé mi celular y corrí escaleras abajo.

Mis padres no estaban, no les gustaba dejarme sola, pero yo siempre los corría, quería que fuera su vida normal, como si la enfermedad no estuviera, pero como sabían que iríamos con Leo y Bruno, se iban más calmados…

Antes de pisar el último escalón, Leo se giró y me tendió los brazos para recibirme, sin pensarlo dos veces, me lancé hacia sus brazos, que me recibieron con cuidado, reconfortándome y envolviéndome.

Le di un beso en los labios, la intensión era la de un beso suave, tierno y asi fue… al menos al principio, pero como ya era natural en mi cuerpo, el solo roce de su lengua con la mía incendiaba mi piel y mandaba miles de chispas por mi cuerpo, haciéndome anhelar más de él, su boca se apoderó de la mía, convirtiendo un beso tierno, en uno anhelante y pasional.

Nuestras lenguas bailaban juntas, en un ritmo acompasado, lento, pero urgente. Sus brazos rodeaban mis caderas sosteniéndome en el aire, en medio de mi salto, mis manos se aferraban a su cuello y su cabello, acercándolo más a mí.

Solo cuando mis pulmones ya no aguantaron mas, tuve que –desgraciadamente- separarme de él.


Me sonrió y aunque había visto esa sonrisa hermosa muchas veces antes, no pude evitar que me robara el aliento.

-Qué lindo recibimiento- levanto una de sus manos y me quitó la mascada, al tiempo que hacía crecer mi cabello a la altura de siempre, paso un mechón por detrás de mi oreja y me besó la frente, el aún me sostenía en el aire, con solo un brazo.

-Gracias- le dije, mientras pasaba mis manos por mi cabello, se sentía tan bien tenerlo largo, tan normal…

-Todo te lo mereces-

-Tengo algo para ti Leo- le dije con una sonrisa.

-¿Qué es?-

-Bájame y podrás verlo- le dije con un tono de misterio, y le pegue suavemente en la nariz con mi dedo índice.

Un poco a regañadientes debo decir, me bajó. Di un paso hacia atrás y di una vuelta, modelando su chaqueta, me la quité y se la tendí.

-O wow que lindo… la compraste par mi?- le hice una cara, pero el continuó.- Tenía una idéntica, era mi favorita, pero se la di a la chica más linda que he conocido jamás, no me dolió perderla, a ella le daría todo.-

- A si… pues que afortunada de tener al mejor novio del mundo- le dije, mientras me reía.

-No yo tengo a la mejor novia- me dijo mientras me besaba.

-Owww dejen la miel, tortolos- dijo Bruno interrumpiendo la bella escena. Su cabello estaba sujeto en una complicada trenza. Traía unos pantalones ajustados, botas de motociclista, una chamarra de cuero y una camisa negra. Se veía como todo un modelo, su piel brillaba y sus ojos parecían caramelo líquido ¿porque estos hombres tenían que ser tan perfectos?

-Vamos a esquiar ¿Vienen?- dijo Karla que traía sus rizos sujetos en una cola de caballo y un conjunto de pants de deportes en azul turquesa, con unos tenis negros.

-No, gracias- dijo Leo mientras rodeaba mi cintura con sus brazos, y ponía su barbilla sobre mi hombro.

-OK, pero no hagan nada que no haríamos nosotros- nos dijo Karla con un tono de mamá preocupada.

-Nunca- dije

-Lo sabré- nos dijo Bruno. Tenía tantas preguntas sobre Bruno… pero las haría después.

Se despidieron de nosotros, y desaparecieron con el clásico y cegador rayo de Bruno… Cuando aprendería a ser más discreto?

-Tengo algo para ti, dado que tú me regalaste una linda chaqueta-

-No tienes que regalarme nada, además yo solo la devolví- me giré en sus brazos para poder verlo a los ojos.

-De cualquier forma te lo iba a dar, solo me has dado un pretexto, aunque no lo necesito, puedo regalarte cosas si quiero.-

Tronó los dedos y al instante siguiente Leo estaba dos pasos lejos de mi y en mis brazos había una caja blanca enorme, con un moño de tela en plateado encima.

-Ábrela- dijo.

Lo miré y fui hacia la mesa de la sala, para poner la caja ahí, me hinqué y Leo se hincó a mi lado, deshice el moño y abrí la tapa de la caja, dentro había una rosa roja, sobre un vestido hermoso de color morado, lo tomé entre mis manos, la tela era tan suave y fina que sentía que se me escurría entre los dedos, era un vestido corto, de coctel, por arriba de la rodilla, demasiado fino, y se veía realmente caro, pero era precioso.

Sin tirantes, la parte del busto era hecha con flores, de esas que son con la misma tela del vestido, sujetándolo por el pecho solamente y dejando tres capas de tela cayendo libremente, hasta arriba de la rodilla, acomodándose a diferentes alturas, desde la más corta hasta la más baja, la parte de atrás era demasiado escotada, pero era una hermosa combinación.

-Gracias Leo, es hermoso, pero no necesito un vestido tan caro- le dije, aunque Leo y Bruno tenían mucho dinero no me gustaba que me regalara cosas caras, no las necesitaba, lo tenía a él y con eso bastaba. (¡¡¡¡ya me había regalado un Aston!!!!)

-Si lo necesitas- dijo con un tono serio.

-¿A si? Y para que- le dije, pues me ganó la curiosidad.

-Pues porque mañana cumplimos medio año de estar juntos, el medio año más maravilloso y te voy a llevar a un lugar muy especial, es sorpresa, vendré por ti a las 7:00 en punto, ponte hermosa y solo encárgate por estar lista a esa hora-

Owww una cena! Y el vestido era morado, mi color favorito, nunca se lo había dicho a Leo, pero el

hecho de que lo hubiera deducido, me gustaba aun mas, y me cautivaba más de lo debido.

¿Cuál sería la sorpresa?... Tendría que esperar hasta mañana para averiguarlo…

YYY vengo corriendo pero Aby mil gracias por el premio!!! Amiga sabes que te adoro con todo mi corazon fuiste de mis primeras seguidoras !! Y te lo agradesco en el almaa, gracias por tus coments que siempre me hacen reir iii colgare el premio pronto... espero mañana, pero ya es bien tarde iii acabo de llegar del cole!!

Las quiero mis niñas!!!
Gritenme plis!!! (diganme si quieren lemmon!)

viernes, 6 de noviembre de 2009

Capítulo 15: Quiero que sepas Segunda parte

Aby, sandiadelicius, Strellyta, Gaby... chicas el final va a ser muii lindo se los prometoo!!!
HAlo... pff amiga te deberé muchos teclados... mmm iii corazón la verdad es que aun no se si habrá continuación del libro... No se acuerdense que esto depende de ustedes, puedo hacer una segunda parte si gustan... pondré una encuesta (Bajo el cbox VOTENLE) ... Ustedes deciden.. Pero lo que si habrá para las que les guste Bruno, será un relato corto, exclusivo de este guapo vampiro... Besos!!!




Carolina

El ruido del motor de un automóvil, sonaba a lo lejos, eran los de la avioneta que venían a recogernos para llevarnos de regreso, nos cambiamos, cogimos nuestras cosas y nos fuimos en el auto de Leo, ahora traía un Aston… mi novio como todo buen hombre, es fan de los automóviles y como tiene dinero, tiene una gran colección, los cuales me deja manejar! ¿Dónde iría yo a conseguir un novio tan perfecto?

Llegamos a su casa y dejamos el auto en la entrada, se bajó del auto, justo cuando movía mi mano para abrir la manija, la puerta se abrió y Leo me ofreció su mano para que pudiera bajar, sonreí y la tomé, me jaló, un poco fuerte y me llevo hasta sus brazos, tomándome de la cintura y levantándome del suelo, mientras yo lo besaba, bajó sus manos un poco mas apoyándolas en mi trasero, ocasionando que las chispas volaran por mi cuerpo y mi corazón se acelerara, envolví mis piernas a su alrededor, no sé cómo pero al siguiente momento, estaba recargada en el cofre del auto…

-Voy a aboyar el auto- le dije entre besos, una de sus manos estaba en mi muslo, mientras que la otra se enredaba en mi cabello, trazando suaves círculos en mi nuca, que me hacían perder un poco de mi cordura.

-No me interesa- me dijo con un gruñido, mientras me besaba la línea de la mandíbula, dejando mi boca libre para hablar.

-No te interesa un auto que vale…un momento no tengo ni idea de cuánto vale- le dije, lo cual era 100% cierto, ¿qué iba yo a saber del precio de este auto?

- Vale más de 140 000 euros-

-Dioses!!- grité -estoy abollando un auto de más de 140 000 euros- intenté apartarme del auto caro, pero Leo no me dejó.

-No me interesa si se aboya o no, es más te lo regalo, pero sígueme besando-

Me reí y le dije: -No me regalarías el auto por un beso-

-Ya te lo regalé, ahora cállate y bésame-

-Sus deseos son ordenes- le dije con una sonrisa, mientras volvía a unir sus labios con los míos.

-Leo… hay una cosa que quiero hacer- le dije cuando la pasión pudo más que la vergüenza.

-¿Qué?- preguntó mientras me daba un suave beso en los labios y dirigía su mirada a la mía.

-Quiero que me hagas el amor- le solté antes de acobardarme.

Se quedó pasmado unos instantes, empecé a sentir como la sangre subía a mis mejillas, tenía miedo de su respuesta, pero Leo se había dedicado estos últimos meses a cumplir todos y cada uno de mis mas locos, cursis y retorcidos sueños, pero en realidad este era el que anhelaba mas…
-¿Estas segura?- me preguntó

-Tan segura como de que te amo- le dije con una tímida sonrisa.

Lo pensó unos instantes y me besó suavemente en los labios, sonreí porque eso quería decir si, estaba esperando que hiciéramos puff, pero no lo hicimos, así que me le quedé mirando, curiosa de saber porque no me llevaba a un lugar más íntimo para estar a solas, sin decir ni una palabra, pero él me entendió.

-Caro, se lo que quiere decir esa cara, pero quiero que sea perfecto, dame tiempo de prepararlo.-
-Pero no necesito preparativos, en verdad no me importa…- iba a seguir con un lindo monologo, pero Leo me calló poniendo su dedo índice sobre mis labios.

-Tú lo vales- iba a discutir pero leo dijo –shhh –

Y cuando Leo dice Shhh es Shhh y punto. No hay manera de discutirlo, pero bueno ya me había dicho que si…

Leo

Dejé a Caro con Karla, en su casa, eran ya las 7 de la noche, no era demasiado tarde, pero con este cambio de horario, en verdad se sentía mucho más tarde de lo que era.

Volvió a ponerse su mascada, pues no le podía crecer el cabello de la noche a la mañana, así que
volví a dejar rapada mi cabeza, era la manera de solidarizarme con ella, dejarle ver que no estaba sola en esto…

Nunca lo estaría.

Caminé hasta casa, necesitaba despejar mi mente, liberar lo que sentía, solo por un momento… tenía que ser fuerte y optimista para Caro, aunque en la realidad…estaba aterrado, aunque tenía toda mi fe, en que ella superaría esto, tenía que hacerlo, la otra alternativa… simplemente no podía permitirme pensar en ello…

Pensé en su petición de la tarde, en sus labios rojos e hinchados por mis besos, en el brillo en sus ojos cuando me mira, la manera en que se sonroja… La amaba tanto, diario ruego porque no me deje, porque no me la quiten…

Pero esa noche va a ser muy especial, ella lo vale… tengo que pensarlo muy bien… Me daba vergüenza, pero iba a necesitar la ayuda de Bruno… Seguro que a estas alturas ya lo sabría, el todo lo sabe.

Incluido el destino de Caro, lo cual él sabía y yo iba a averiguar en este momento.

Respiré profundo y apresuré el paso a casa, entré por la puerta trasera y me dirigí a la sala blanca, donde sabía que encontraría a Bruno, quien últimamente estaba muy raro conmigo, él sabía algo, como ya dije Bruno lo sabe todo, el único oráculo que conozco (larga historia) …
Pasado, presente y futuro… el único que puede aclarar mis temores.

Respiré profundo antes de entrar, Bruno estaba sentado en el sofá.

-Hey hermano, tenemos que hablar-

No me contestó, así que me puse frente a él, Tenía los ojos negros y cuando digo negros es completamente negros, sin nada de blanco, así se le tornan cuando está teniendo una visión, se ve terrorífico, como un ser diabólico, a veces comienza a hablar o gritar incoherencias que no comprendo y solo me hacen doler la cabeza, así que cuando recibe mensajes del “mas allá” como lo llamamos, suelo dejarlo solo.

Justo cuando me disponía a marcharme, susurró:

-Caro-

Estaba viendo el destino de mi Caro, bastaba tocarlo para ver lo que a él le estaba siendo revelado, el destino del amor de mi vida, mi eternidad, muerte o vida, ¿Qué debía hacer? Lo pensé unos instantes y Bruno susurró de nuevo:

-Caro-

En mi mente vi a Caro, con sus ojos chocolate y la sonrisa que ilumina mis día y mis noches y supe lo que debía hacer, estiré mi mano y lo toqué…

Espero les haya gustado y no me odien por dejarlo así...
Gritenme chicas... las amoo!!

martes, 3 de noviembre de 2009

Aviso!!!



¡¡¡AVISO!!!

Oww ola ola mis niñas!!! Bueno primero que todo quiero darles las gracias por sus comentarios!! Les juro que son las que me inspiran a escribir esta historia!! Que obvio es para ustedes!! Mil gracias por los comentarios que logran mejorar mi día... no importa lo triste que haya estado!! Son mis estrellas iii mis muchos soles!!! En verdad que no tengo como agradecerles!! A todas mil gracias por el apoyo!! :D


¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!



Ahora una sorpresa de cumple para mi amiga AN!!! Awww adoro a esta chica!!! Fue su cumple el domingoo! Y mi regalo para ti... es que voy a publicar una historia corta sobre Bruno!! Que yo se que te encanta!! Asi que va regalada a ti!!! Nos quedan solo 4 capis mas de Te amaré siempre!!! Asi que en cuanto se termine esta historia comenzaremos con la historia de Bruno!!

Tambien para decirles que adoptare eso de los reviews, asi que contestare todos los coments que me dejen... dudas, aclaraciones... etc!!!

Las adoro con todo mi heart!! xD!!!

MUAK!!!

domingo, 1 de noviembre de 2009

Capítulo 15: Quiero que sepas. Primera parte



Carolina


-¿Confías en mi?- su dulce y melodiosa voz me preguntaba ¿Cómo es que se atrevía a dudarlo?

-Sí, al cien por cien, pero realmente esto me asusta.- le dije gritando por encima del ruido, aunque sabía que podía escucharme.

-Pero dijiste que querías hacerlo.- proyectó en mi mente y lo gritó también, ya que no estábamos solos, sería raro que contestara a preguntas no formuladas. –Si no quieres hacerlo te transportaré a la mitad del descenso, aparecerás en tierra como si jamás lo hubiéramos hecho- eso fue solamente proyectado en mi mente.

Pfff… ya me había subido ¿no? Nada de echarme para atrás, ahora me aguanto, me dije a mi misma, inspiré profundamente, bajé mis lentes, para proteger mis ojos del viento, tomé la mano de Leo entré las mías y le dije:

-Confió en ti, siempre- Me sonrió, con esa sonrisa que hacía sentir mis piernas gelatinosas, me rodeó la cintura con sus brazos, abrochó mis cinturones, amarró correas, besó mi mejilla y susurró un te amo, antes de dar un paso hacia el vacío.

La caída libre es algo increíble, me sentí libre, feliz y grité, como loca por los primeros segundos, pero después me dediqué a ver cómo nos aproximábamos a tierra firme.

Estaba calmada, pero creo de que el hecho de que fuera Leo quien estaba tras de mí, bueno arriba y no un instructor cualquiera me calmaba bastante, además de que mi novio vampiro podía hacer puff y aparecernos en tierra firme en caso de que el paracaídas no abriera. Me sentía a salvo con él, en tierra, en agua y en aire, todo seriamente comprobado.

El verde prado, se acercaba rápida y peligrosamente a nosotros, o más bien… nosotros nos acercábamos a él, era un prado hermoso, pero realmente lo prefería bajo mis pies que aplastando mi cara, así que me agité un poco, aunque sabía que Leo no dejaría que nada de eso pasara…

-Tranquila- susurró en mi oído, cuando percibió mi agitación, por extraño que pueda parecerles esa palabra, salida de sus labios hizo que mi cuerpo se relajara y mi ritmo cardiaco bajo considerablemente.

En el siguiente momento, Leo tiró, el paracaídas color verde y rojo se abrió, y nosotros flotábamos sobre el verde prado, ahora Leo estaba tras de mí, me rodeó con su brazos y besó mi cuello.

Disfruté de la linda vista, aunque realmente no había mucho que apreciar, considerando que era un prado para practicar el paracaidismo, no había árboles, ni animales, solo pequeños arbustos que desde tanta altura no se podían apreciar cómo era debido, pero lo que si pude apreciar, fue el azul del cielo, el verde del campo, y los fuertes brazos que rodeaban mi cintura. Leo significaba tantas cosas para mí, que realmente era imposible decirlas todas, estos últimos 5 meses a su lado habían sido increíbles… 5 meses tan pronto….

Cerré mis ojos y los recordé en silencio:

La primera quimioterapia había sido hace ya 4 meses y medio, las quimioterapias, según los pronósticos médicos estaban ayudando, aunque no en gran medida, los primeros días me sentía estupendamente, como si la enfermedad se hubiera ido, a mitad de mes, los efectos empezaban a desvanecerse y los síntomas aparecían, mareos, vómito, dolores… recuerdo que en esos días pasaba más tiempo dormida que despierta, pero también recuerdo que siempre que abría los ojos, Leo estaba a mi lado.

Esos días en general, iba a su casa, mis padres confiaban mucho en el, desde la primera vez que lo conocieron como hermano de Bruno, porque Bruno para ese entonces, ya era célebre y amigo intimo en la familia, después cuando Leo fue presentado como mi novio y dijo que estaba enterado de todo lo de mi enfermedad y que estaría conmigo durante todo el proceso, debo decir que mis padres no le creyeron mucho, pero ahora gracias a su constancia, mis padres lo adoran.

Les alegra que venga, porque él me hace sentir mejor siempre, alegra mi día…

¿Qué haría sin él? Estos últimos meses había hecho todo lo que estaba en sus manos, para lograr que me distrajera y no pensara en todos los problemas…

El mes pasado, fuimos a esquiar con Karla y Bruno, realmente fue muy divertido, una vez que aprendí como pararme sin hundirme hasta los tobillos, buceamos en los arrecifes de coral de Australia la semana pasada, realmente fue increíble, ver que la belleza está en cualquier lugar, solo hay que saber apreciarla, me dejó conducir su Ferrari, hace 3 meses me llevó a nadar con delfines y ahora me llevó a hacer salto en paracaídas.

-Caro, amor deja de soñar despierta- rompió mis ensoñaciones con su dulce voz, y me di cuenta que ya estábamos en tierra.

-Estoy despierta- le dije con una sonrisa.

Movió sus manos diestramente y desabrochó todas las correas que eran necesarias para que me pudiera mover, aunque yo no quisiera separarme de él.

Me tomó por los hombros me giró frente a él, me quitó los lentes y los arrojó al suelo, pasó sus manos por mi cabeza, besó mi frente y dijo:

-Y bien ¿te gustó?-

Me paré sobre las puntas de mis pies, lo besé suavemente en los labios y susurré:

-Fue excelente gracias-

-Siempre que quieras- la sonrisa apareció en sus labios, subí mis manos y las pase por su cabeza, que ahora estaba rapada.

Se había rapado cuando mi cabello por las quimioterapias comenzó a caerse, fue un acto tan lindo de su parte, pero yo sabía cuánto le gustaba su cabello largo y a mí me gustaba de esa manera, aunque con el cabello corto también se veía de muerte.

- Porque no haces crecer tu cabello de nuevo, me gusta más cuando está largo- le dije con un puchero.

-No, si el tuyo esta cortó el mío también lo estará- me dijo con una sonrisa y besó la punta de mi nariz.

-Leo, aprecio mucho el gesto, pero se cuanto te gusta tu cabello largo, no tienes que hacer esto por mí, además mi cabello no está corto, mi cabello ya no está… hazlo por mí, regálame eso.

Al siguiente instante su cabello estaba largo, alzo sus manos a mi cabeza y tiró de mi mascada hacia un lado. Por reflejos subí las manos a mi cabeza para evitar que quitara la mascada y viera mi cabeza sin cabello.

-Caro..- me dijo con el tono que un padre usaría con su hijo pequeño. Moví mi cabeza de un lado a otro en forma negativa.

-Porque..- preguntó

-No quiero que me veas así- baje mi vista y me concentre en la solapa del traje de paracaidismo, mientras abría mis ojos intentando que las lágrimas no se derramaran. Tomo mi mentón y lo levantó hasta que nuestras miradas se encontraron, besó mi nariz y susurró en mi oído.

-No digas eso nunca, te amo más que a mí mismo, nunca lo dudes, no me importa si tu cabello esta o no está, te amo por lo que eres y por lo que me haces sentir cuando estoy contigo, no me importa tu apariencia en lo absoluto, te amo tal como eres ahora y tal como serás mañana...

En ese momento me rendí y lo dejé retirar la mascada, en el momento en que tiró de ella, mi cabello tan largo como antes de que desapareciera cayó libremente hasta acomodarse en mis hombros.

En ese momento no pude contener las lágrimas, que corrieron, por mis mejillas formando caudalosos riachuelos,

-Pero no llores Caro- me dijo en un susurro.

-Lo siento… es solo que… eres tan bueno…no se… que hice para… merecerte- arroje mis brazos sobre su cuello y lloré desconsoladamente sobre su pecho, mientras el acariciaba mi cabello.

Una vez que me calme, me separé de él y dejé que mis manos vagaran por su rostro, el me miro y dijo:

-Es todo al revés de cómo lo piensas, soy yo el que no sabe que hizo para ser merecedor de un tesoro tan magnífico, como lo es tu corazón, cada mañana me lo pregunto, sin hallar la respuesta, pero ten por seguro, que estaré a tu lado siempre, pase lo que pase.

Solo pude darle un beso como respuesta a sus palabras, que con frecuencia eran mi único
salvavidas…


El ruido del motor de un automóvil, sonaba a lo lejos, eran los de la avioneta que venían a recogernos para llevarnos de regreso, nos cambiamos, cogimos nuestras cosas y nos fuimos en el auto de Leo, ahora traía un Aston… mi novio como todo buen hombre, es fan de los automóviles y como tiene dinero, tiene una gran colección, los cuales me deja manejar! ¿Dónde iría yo a conseguir un novio tan perfecto?

Llegamos a su casa y dejamos el auto en la entrada, se bajó del auto, justo cuando movía mi mano para abrir la manija, la puerta se abrió y Leo me ofreció su mano para que pudiera bajar, sonreí y la tomé, me jaló, un poco fuerte y me llevo hasta sus brazos, tomándome de la cintura y levantándome del suelo, mientras yo lo besaba, bajó sus manos un poco mas apoyándolas en mi trasero, ocasionando que las chispas volaran por mi cuerpo y mi corazón se acelerara, envolví mis piernas a su alrededor, no sé cómo pero al siguiente momento, estaba recargada en el cofre del auto…

-Voy a aboyar el auto- le dije entre besos, una de sus manos estaba en mi muslo, mientras que la otra se enredaba en mi cabello, trazando suaves círculos en mi nuca, que me hacían perder un poco de mi cordura.

-No me interesa- me dijo con un gruñido, mientras me besaba la línea de la mandíbula, dejando mi boca libre para hablar.

-No te interesa un auto que vale…un momento no tengo ni idea de cuánto vale- le dije, lo cual era 100% cierto, ¿qué iba yo a saber del precio de este auto?

- Vale más de 140 000 euros-

-Dioses!!- grité -estoy abollando un auto de más de 140 000 euros- intenté apartarme del auto caro, pero Leo no me dejó.

-No me interesa si se aboya o no, es más te lo regalo, pero sígueme besando-

Me reí y le dije: -No me regalarías el auto por un beso-

-Ya te lo regalé, ahora cállate y bésame-

-Sus deseos son ordenes- le dije con una sonrisa, mientras volvía a unir sus labios con los míos.

-Leo… hay una cosa que quiero hacer- le dije cuando la pasión pudo más que la vergüenza.

-¿Qué?- preguntó mientras me daba un suave beso en los labios y dirigía su mirada a la mía.

-Quiero que me hagas el amor- le solté antes de acobardarme.

Se quedó pasmado unos instantes, empecé a sentir como la sangre subía a mis mejillas, tenía miedo de su respuesta, pero Leo se había dedicado estos últimos meses a cumplir todos y cada uno de mis mas locos, cursis y retorcidos sueños, pero en realidad este era el que anhelaba mas…
-¿Estas segura?- me preguntó

-Tan segura como de que te amo- le dije con una tímida sonrisa.

Lo pensó unos instantes y me besó suavemente en los labios, sonreí porque eso quería decir si, estaba esperando que hiciéramos puff, pero no lo hicimos, así que me le quedé mirando, curiosa de saber porque no me llevaba a un lugar más íntimo para estar a solas, sin decir ni una palabra, pero él me entendió.

-Caro, se lo que quiere decir esa cara, pero quiero que sea perfecto, dame tiempo de prepararlo.-
-Pero no necesito preparativos, en verdad no me importa…- iba a seguir con un lindo monologo, pero Leo me calló poniendo su dedo índice sobre mis labios.

-Tú lo vales- iba a discutir pero leo dijo –shhh –

Y cuando Leo dice Shhh es Shhh y punto. No hay manera de discutirlo, pero bueno ya me había dicho que si…

Leo

Dejé a Caro con Karla, en su casa, eran ya las 7 de la noche, no era demasiado tarde, pero con este cambio de horario, en verdad se sentía mucho más tarde de lo que era.

Volvió a ponerse su mascada, pues no le podía crecer el cabello de la noche a la mañana, así que
volví a dejar rapada mi cabeza, era la manera de solidarizarme con ella, dejarle ver que no estaba sola en esto…

Nunca lo estaría.

Caminé hasta casa, necesitaba despejar mi mente, liberar lo que sentía, solo por un momento… tenía que ser fuerte y optimista para Caro, aunque en la realidad…estaba aterrado, aunque tenía toda mi fe, en que ella superaría esto, tenía que hacerlo, la otra alternativa… simplemente no podía permitirme pensar en ello…

Pensé en su petición de la tarde, en sus labios rojos e hinchados por mis besos, en el brillo en sus ojos cuando me mira, la manera en que se sonroja… La amaba tanto, diario ruego porque no me deje, porque no me la quiten…

Pero esa noche va a ser muy especial, ella lo vale… tengo que pensarlo muy bien… Me daba vergüenza, pero iba a necesitar la ayuda de Bruno… Seguro que a estas alturas ya lo sabría, el todo lo sabe.

Incluido el destino de Caro, lo cual él sabía y yo iba a averiguar en este momento.

Respiré profundo y apresuré el paso a casa, entré por la puerta trasera y me dirigí a la sala blanca, donde sabía que encontraría a Bruno, quien últimamente estaba muy raro conmigo, él sabía algo, como ya dije Bruno lo sabe todo, el único oráculo que conozco (larga historia) …
Pasado, presente y futuro… el único que puede aclarar mis temores.

Respiré profundo antes de entrar, Bruno estaba sentado en el sofá.

-Hey hermano, tenemos que hablar-

No me contestó, así que me puse frente a él, Tenía los ojos negros y cuando digo negros es completamente negros, sin nada de blanco, así se le tornan cuando está teniendo una visión, se ve terrorífico, como un ser diabólico, a veces comienza a hablar o gritar incoherencias que no comprendo y solo me hacen doler la cabeza, así que cuando recibe mensajes del “mas allá” como lo llamamos, suelo dejarlo solo.

Justo cuando me disponía a marcharme, susurró:

-Caro-

Estaba viendo el destino de mi Caro, bastaba tocarlo para ver lo que a él le estaba siendo revelado, el destino del amor de mi vida, mi eternidad, muerte o vida, ¿Qué debía hacer? Lo pensé unos instantes y Bruno susurró de nuevo:

-Caro-

En mi mente vi a Caro, con sus ojos chocolate y la sonrisa que ilumina mis día y mis noches y supe lo que debía hacer, estiré mi mano y lo toqué…


Las amooo!!


Gritenmee Pliss