Nueva Encuesta

Chicas! Ya quedó esto, bueno la opción ganadora fue... Cronicas Vampíricas, soooo ahora vamos con otro detalle porque me he fijado en variiias cosas, dejarçe la encuesta hasta fin de año, como varias votaron por Eternial, veré que sea un proyecto a futuro no se preocupen porque me gusta consentirlas. Voten en la nueva encuesta====> las quieroo

domingo, 27 de septiembre de 2009

Capítulo 12: Siempre di la verdad Tercera parte

Perdonenme el retrasoo!! Pero he tenido una semana, en la que he estado muy cansada, pero ya está, es la historia de Leo y Chiara, espero les guste...Besos

Carolina

–Ahora dime, ¿qué tipo de vampiro eres?- le dije mientras nos sentábamos, de nuevo, en el sillón.

-¿Cómo que que tipo de vampiro soy Caro? digamos que no hay muchos tipos- me dijo Leo con una media sonrisa en su rostro.

-Bueno, perdone mi ignorancia, Señor, pero en mi mundo, hay muchos tipos de vampiros, están por ejemplo, los vampiros que duermen, los vampiros que no duermen, los que lo hacen en ataudes y los que cuelgan de los techos, los que comen comida normal, los que se alimentan de sangre, los que pueden salir al sol, con ayuda de alguna cosa, como un anillo con una piedra especial que los proteje, los que pueden, pero brillan como diamante, los que no pueden salir al sol, porque se fríen, los que beben sangre de animales, osea son vegetarianos, los que la toman de sangre sintética desarrollada por Japoneses, los que se reflejan en los espejos y los que no lo hacen, los que son alergicos al ajo, los que si los estacas mueren, los que estan no-muertos, los que su corazon late, los que tienen alma y los que no, los que se convierten en murcielago y los que su piel es pálida, los que sus ojos cambian de color, los que se teletransportan...- tome aire para continuar, pero antes de que lo hiciera, Leo, puso su mano, sobre mi boca, para callarme.

-Wow Caro, respira, ¿de donde sacas tanta información basura?- me preguntó con los ojos muy abiertos por todo lo que le había dicho...

-Pues de donde va a ser Leo, de los libros, sabes que hay millones de libros que hablan sobreustedes, y cada una tiene una versión diferente, solo quiero saber cual es la real...- le dije en un tono de niña pequeña de 8 años, a la que no le contestan una pregunta.

-Esta bien Caro, te lo contaré, pero se que eres muy impaciente y por eso te pido que no me interrumpas mientras te cuento la historia.- me miro y solo asentí- bueno, verás tiempo atrás nuestra raza fue creada, para ayudar a los humanos, el destino era trabajar juntos, nosotros teníamos la responsabilidad de cuidar y ayudar a las personas, pero como todo, algo falló, nosotros no necesitamos sangre para vivir, pero si nos hace mas fuertes, asi que cuando uno de nosotros lo descubrió, abuso de esa nueva fuerza y se volvió contra los humanos, quienes tomaron represalias para proteger a sus familias, lo cual es completamente lógico, muy pocos clanes o familias sobrevivieron, entre esas pocas estaba la mía- no se me pasó el tono de pasado, asi que olvidé su advertencia y lo interrumpí.

-Hablas en pasado, ¿porqué?- pregunté, el me dirigió una mirada exasperada, suspiró y dijo:

-A eso voy Caro, solo que es algo duro de recordar, pero te dije que te diría la verdad y eso es lo que pienso hacer.- me dijo, mientras tomaba mi cara entre sus manos- Solo no me presiones ¿Si?- asentí e hice un ademán de cerrar mi boca con candado y arrojar la llave, el me sonrió deposito un beso en mi naríz al tiempo que tomaba mis manos entre las suyas. Suspiró y continuó, con la voz baja y pausada:

-Nací en 1893, mi madre nació en francia de uno de los clanes sobrevivientes en 1432 y mi padre nació en Italia de otro clan sobreviviente en 1278, se conocieron, gracias a que los clanes sobrevivientes, mantenían el contacto, ya que eran muy pocos, y no querían desaparecer, se enamoraron y se casaron, si es que se le puede llamar de esa manera, después de mucho tiempo mi madre quedo en cinta, es muy dificil que nuestra raza se reprodusca, por lo general se requieren siglos y las parejas solo conciven un hijo, pero mis padres tuvieron 2 hijos, Genevieve y yo, fuimos Gemelos y crecimos como cualquier niño normal, en mi especie, los niños se desarrollan normal, su crecimiento es igual a el de cualquier niño, al igual que su alimentación y educación, pero tenemos un reloj biológico que generalmente se activa en la pubertad, cuando el reloj se activa, la cuenta regresiva comienza, el niño, o jovén comienza a presentar las habilidades propias de nuestra especie y unas propias, que son particulares y unicas en cada persona. En mi caso, el poder mover objetos a mi voluntad y aparecer y desaparecer cosas, son mis características particulares, tenemos un límite de desarrollo, es decir que nuestro reloj biológico se detiene cuando estamos en las condiciones físicas que garanticen nuestro óptimo desarrollo y supervivencia, es decir, puedes crecer hasta los 14 o los 30, 50, nunca se sabe es diferente en cada uno, en mi caso no he dejado de crecer, pero he retrazado mi reloj biológico en los 19 años, porque me gusta esta edad, pero esta claro que no me voy a quedar aquí.- me miró y dijo: ¿Alguna pregunta?

-Tengo tantas... pero una primero, ¿cuando conociste a Bruno?- le dije curiosa por saber cuanto tiempo tenían de conocerse para estar juntos como una familia.

-Lo conocí en 1909 cuando tenía 16 años, su familia y la mía eran muy unidas, su madre y la mía se querían como hermanas, además de que su familia era una de las mas grandes y especiales, al tener el milagro de contar con 2 hijos, al igual que la mía, Chiara y Bruno, solo que ellos no son gemelos, Bruno es muchos años mas grande que Chiara.- No dijo nada mas, así que pregunté de nuevo:

-Ahi fue donde conociste a Chiara también, entiendo que Chiara y tu tuvieron una historia juntos, ¿que paso, para que terminara, como esta ahora?- cuando terminé de formular la pregunta, vi como la tristeza cubría sus ojos y me arrepentí de haber hecho la pregunta, pero antes de que pudiera disculparme, sacudió la cabeza y continuó:

-La primera vez que vi a Chiara fue en 1909 cuando fuimos a visitar a su familia a Francia, mi reloj biológico se había activado e ibamos a ver a Bruno para que el me ayudara con lo que se me venía encima, cuando llegamos, Chiara estaba paseando por los jardines, fue a saludarnos y a darnos la bienvenida, traía un vestido largo en color azul celeste, que resaltaba su piel color durazno y sus ojos azules, traía el cabello recojido en un chongo, con algunos mechones sueltos, alrededor de su cara, tenía las mejillas sonrojadas por la caminata y al instante me enamoré de ella, pasamos los dos años siguientes en su casa, aprendiendo a controlar mis poderes y habilidades nuevas, ella al ser mayo que yo, me ayudaba, al cabo de esos años, sus padres y los míos dieron su consentimiento para que nos casaramos, yo tenía 18 años y ella 19, la diferencia no era mucha y no hay muchos chicos de nuestra especie de esta edad.

Yo estaba enamorado profundamente de ella, no me importaban sus defectos, todos los tenemos, pero creo que pasé por alto muchos que requerían atención, pero mi unico propósito era hacerla felíz, lo mejor que podía darme era una sonrisa cuando le daba algo que le gustaba.- me miró y sus ojos estaban nublados por los recuerdos.

Respiró profundo y prosiguió:

- Algunos de sus defectos eran, la avaricia, la vanidad, la envidia y el egoismo, dos semanas antes de nuestra unión, tuvimos una discución, por la atención que le prestaba a mi hermana Gene, mi hermana realmente era muy hermosa, de una manera exótica no de la manera clásica en la que lo es Chiara, Gene tenía los ojos acuamarina, mas unicos que he visto en mi vida, el cabello café castaño, ondulado y poseía una gracia que encantaba, donde Gene era bondad y cariño, Chiara era malicia y envidia, Bruno y ella llevaban una relación muy buena, si yo la amaba por ser mi hermana, Bruno la idolatraba, la mimaba, conversaba con ella, le daba regalos, con la esperanza de que se comprometieran, Gene bailaba y cantaba por los pasillos, cuando creía que nadie la veía, al igual que Bruno, que tarareaba cuando pensaba que nadie lo oíamos, nunca lo habíamos visto tan felíz y todos sabíamos la razón, Gene...

Chiara argumentaba que amaba mas a mi hermana que a ella y me impuso como condición que para casarnos, tenía que olvidarme de mi hermana Gene para siempre- mi razón no daba crédito a lo que Chiara le había pedido, definitivamente la tipa estaba loca, Gene era su hermana...- como es lógico me reucé y ella corrió a llorar con Bruno, el cual le dió la misma respuesta que yo.

Esa noche fuimos a nuestras habitaciones a descanzar, porque nos iríamos por la mañana, ya que el compromiso entre Chiara y yo estaba roto, no teníamos mas que hacer aquí, Bruno se marchaba con nosotros.
Estaba a punto de cambiarme para irme a dormir, cuando Chiara apareció en la puerta de mi dormitorio y me pidió que salieramos a caminar, porque lamentaba mucho lo que había dicho y aunque no tenía la mas minima intención de ir con ella, terminé accediendo, en la casa, solo estaban mis padres, Gene y Bruno, los padres de Chiara se habían marchado la noche anterior, y volverían al anochecer, dejando a cargo a Bruno de la casa.

Fue una caminata larga y sin mucha conversación, terminamos discutiendo y al volver a la casa, estaba en penumbra total, a pesar de que era algo normal, ya que era tarde por la noche y todos estaban acostados, un mal presentimiento me asaltó.

Corrí hacia la casa y me dirijí al cuarto de mi hermana, ella dormía sola, así que era la que mas me preocupaba- apretó mi mano y supe que el momento malo se acercaba, asi que las tome con fuerza y le devolví el apretón, incitandolo a continuar. Besó mis nudillos y continuó:

-Cuando entré, me tropecé con algo, al girarme me di cuenta que era... mi padre... le habían atravezado con una... lanza el pecho... como si fuera un animal... en el instante en que lo miré su cuerpo desapareció... mis miedos explotaron y corrí a la habitación donde encontré a mi madre, sobre la cama... ejecutada de la misma manera que mi padre... en un instante se evaporó y Gene... lo hizo también, una rabia profunda me invadió, me habían robado a toda mi familia y yo no pude hacer nada para defenderlos...- Leo comenzo a temblar y supe que todavía no venía lo peor.
-Escuché un grito escaleras abajo y supe de donde provenía, era de Chiara, a pesar de todo la amaba intensamente y a ella no me la arrebatarían también, corrí escaleras abajo, para encontrar que Burno la mantenía sujeta a la pared a unos buenos 40 cm del suelo, le repetía una y otra vez que como había sido capáz de hacernos esto, yo no comprendía nada y entonces Chiara dijo: -Tu no lo comprendes Bruno, era la única manera de hacer que ustedes me amaran solo a mi, tenía que quitar a "esa" del camino, lo siento por tus padres, ellos no estaban dentro del plan, pero a veces ser tienen que hacer sacrificios por lo que uno quiere- lo dijo de una manera tan fría que lo que quedaba de mi amor por ella, se evaporó, me lance por su cabeza, dispuesta a matarla, pero Bruno me cogió antes y me lo impidió.
-Leonard, deja que viva el resto de su eternidad sola, con lo que hizo, porque perdió todo por su egosimo, mataste a papá y mamá también, acababan de llegar cuando tus asesinos los cogieron, y perdiste a tu hermano y al hombre que te amaba, cuando nos traicionaste por tu envidia, estas muerta para nosotros, ahora aprende a vivir con ello- esas fueron las últimas palabras de Bruno para su hermana y luego nos destellamos fuera de ahi, no la había visto desde hace casi un siglo.

-Oh Leo lo lamento tanto- le dije, mientras las lagrimas bajaban a borbotones por mis mejillas, como era posible que alguién pudiera hacer eso, Leo la había amado mucho y todo lo que ella hizo fue abandonarlo, traicionarlo... maldita seas Chiara pensé, mientras abrazaba a Leo, con todas mis fuerzas.

Le besé de una manera posesiva y le dije: Yo nunca te traicionaré, no te abandonaré Leo, lo juro.

Gritenme chicas

lunes, 21 de septiembre de 2009

Capítulo 12: Siempre di la Verdad, Segunda parte

Chicas el cap 12 esta largoo jaja todavía falta otra parte, pero les prometo que les va a encantar... disfruten este cachitoo!! LAs quieroo





Me miró, respiro profundo y me dijo:


-Soy lo que tú actualmente conoces como vampiro- lo dijo muy serio y sin mirarme a los ojos.

-Que gracioso Leo, si querías hacerme reír ya está listo, ahora ponte serio- le dije entre risas.


-Caro no estoy bromeando - me dijo mientras encontraba su mirada con la mía, la seriedad y pesar en su mirada me hizo ver que nada de esto era broma ¿Pero entonces qué? Necesitaba pensar esto.

-a… mmm… Leo crees que me puedes regalar un vaso con agua- le dije mientras intentaba poner mis pensamientos en orden.

Chasqueó los dedos y un vaso apareció en la mesa frente a mí.
-Sin hielo por favor- le dije

Los chasqueó de nuevo y el hielo desapareció, ¿Por qué los hombres no entenderán las indirectas?

-Leo ya que la indirecta es para ti una lengua extranjera, lo traduciré, lo que necesito es un minuto para pensar, así que… no quisieras por favor ir caminando, a velocidad “SIN PRISA” a la cocina a traerme un vaso con agua sin hielo y una rodaja de limón, gracias- le dije con la voz más calmada y amable que pude.

-Ah… claro Caro, ahora vuelvo- apretó mi mano antes de levantarse. Vi la tristeza en su mirada, como si supusiera que iba a salir corriendo cuando saliera. –Solo quiero que sepas, que sea cual sea la decisión que tomes, el tiempo que llevamos juntos ha sido el mejor de mi vida, no lo cambiaría por nada, gracias por todo, te quiero- beso la palma de mi mano derecha y se marcho.

Para cuando la puerta estuvo cerrada, yo estaba más revuelta que nada, no podía pensar claro, ¡Vamos Caro, piensa! ¡Usa tu maceta! ¡La traes pegada al cuello, por favor razona! Yo siempre había dicho que todos los mitos tienen origen en algo de la realidad, es más, yo siempre estuve convencida de que los vampiros existían, es algo que siempre quise creer, estaba enamorada de la mayoría de los protagonistas de libros románticos-vampiros Edward Cullen, Eric Nortman, Eric Sinclair, Alexander, pff para que seguir…

Ahora tenía mi propio novio vampiro, el sueño de cualquier chica, el mío incluido… y ¿estaba apanicada? Pff… soy patética….

Necesitas aire Caro, sal un momento, respira relájate, pide explicaciones y después decides, si huyes o te quedas…

Ahora estoy hablando conmigo misma en tercera persona… una tuerca ya se me boto!! Fui hacia la puerta de cristal corrediza que daba al jardín, salí y respiré profundo…
********

Leo

Caminaba de regreso hacia la sala blanca, Caro se iba a ir, lo comprendería completamente, aunque me dolía mucho, todo esto había sido un error, nunca debí de acercarme a ella, pero nunca aprendo…

Llegue a la puerta, tomé la perilla, respiré profundamente y me preparé para lo que podía venir…

Al abrir la puerta, lo peor que podía haber pasado, sucedió, Caro se había ido, no había rastro de ella en la habitación, excepto la puerta que daba la salida hacia el jardín, estaba entreabierta, me dirigí hacia allí, pero que caso tenía, se había ido y no la obligaría a volver…

Una tristeza aun más profunda que la que había sentido jamás me embargó, junto con un coraje profundo, hacia lo que yo era, toda mi vida había perdido a personas que amaba, por culpa de lo que yo era, llevaba años reprimiéndolo y ahora, tenía ganas de destruir…
*************

Carolina

Respiré profundo, la decisión estaba lista, volvería, hablaría con Leo, tenía tantas preguntas, estaba muy emocionada, porque de verdad tenía razón cuando pensaba que los vampiros eran reales, miedo, pues conocía muchos tipos de vampiros y no sabía que tipo sría Leo y alegría, porque me había confiado su secreto, solo que ahora, más que nunca tendría que decirle el mío.

Caminé de regreso a la casa, cuando escuché cristales y cosas cayendo y rompiéndose en miles de pedazos, venía de la sala… Corrí temiendo que la loca ex de Leo, nos hubiera encontrado y estuvieran teniendo alguna clase de enfrentamiento.

Cuando abrí la puerta, no pude quedar más sorprendida al ver que toda la sala estaba destrozada, los marcos rotos, vasos, copas y botellas tirados en una esquina, donde estaba el servi-bar de Bruno, seguro que se iba a cabrear por eso… Leo estaba en la otra esquina del cuarto, rompiendo todos los porta retratos, mientras gritaba cosas que no entendía.

Fui corriendo hacia él, para tranquilizarlo, pero con mis ágiles pies (noten el sarcasmo) me di de bruces contra el suelo y me abrí la palma de la mano y creo que también el labio, con un vidrio y la esquina de la mesa respectivamente.

Me levanté, juro que ni sentí el dolor, estaba preocupada por leo, así que corrí hacia él y lo abracé, el me empujó, le grité:

-Amor, Leo eiii! Qué te pasa, todo está bien cielo- le grité, mientras lo sujetaba por los hombros, sus ojos no me veía y empecé a preocuparme

-Leo cielo háblame- le grité mientras lo sacudía por los hombros.

-Ella se fue, se fue, Caro se fue me dejó, así como mamá y papá- dijo entre sollozos.

-Eiii eiii Leo, aquí estoy, no voy a ninguna parte, mírame amor- le dije, le grité mas bien, estaba asustándome

-Caro se fue, me dejó, yo ya lo sabía, ella es humana, se iba a asustar, como voy a vivir sin ella- no me estaba hablando a mí, estaba hablando sobre mí.

-Leo, Leo- le dije intentando que me mirara, pero su mirada no me enfocaba, -Perdóname- le dije, tomé aire e hice algo que nunca en mi vida había hecho, lo cachetee, esperando que reaccionara.

Dioses benditos que lo hizo o no sé que hubiera hecho. Su mirada se enfocó con la mía y en cuanto lo hizo, una lagrima rosa, si ROSA, corrió por su mejilla, pero se la limpié con mi pulgar.
-Volviste- me dijo, mientras cogía mi cara entre sus manos.

-Es que nunca me fui tonto, solo salí a tomar aire, si hay que ser paranoico…- le dije mientras besaba la palma de su mano.

-Los siento, creo que me excedí- me dijo mientras sonreía.

-Yo también lo siento por el golpe, pero era necesario- le dije, mientras le daba un beso en la mejilla, justo donde lo había golpeado.

-Gracias por no salir corriendo- me dijo mientras besaba mis labios, dulcemente, se retiró, y pude ver la sangre de mi boca, en sus labios, la cual limpió con su lengua. –Esquicito- me dijo con una sonrisa en sus labios y pude ver sus colmillos.

-Tomaré eso como un cumplido- le dije mientras le sonreía.-Por cierto gracias por confiar en mí, aunque la loca haya tenido que darte un empujoncito, para que lo hicieras- eso se escucho como lo que era, un reproche.

-Caro…- comenzó a decir Leo.

-No te preocupes, lo entiendo, yo también tengo mis secretos... como todas las personas- añadí, porque se me había pasado la lengua. –Ahora dime, ¿qué tipo de vampiro eres?- le dije mientras nos sentábamos, de nuevo, en el sillón.

Gritenme chicas...

viernes, 18 de septiembre de 2009

Capítulo 12 Siempre di la verdad!

Chicas ls dejo la primera parte, que espero les guste, ya ven que siempre subo los caps en la noche, ya tardeson!!! jaja pero lo que falta del capi es la historia de Leo... las quiero pronto subire la siguiente parte...



Leo


Nos destellé directo hacia la sala blanca en casa, donde Chiara no podría entrar, al menos no sin una invitación de parte mía o Bruno, cuando llegamos desaparecí mis zapatos y los de Caro, porque si manchábamos la alfombra Bruno me asesinaría, ama esta alfombra.


¡Dioses, en que estoy pensando! En la alfombra, mientras Chiara acaba de decirle la verdad a Caro y después de todo no va a haber manera de ocultarlo, nos expuso demasiado…


Abro los ojos, viendo fijamente a la pared, Caro mantiene mi mano entrelazada a la suya, respiro profundamente y espero lo peor. En un momento suelta mi mano, siento que debo agarrarla, antes de que salga corriendo, pero debe de estar asustada…

Carolina

Solté la mano de Leo, de verdad estaba fuera de ese horrible cuarto de baño me giré, estudié su expresión, buscando algo de lo que Chiara había dicho, yo solo pude ver al chico más guapo que había visto nunca, el dueño de mi corazón completo… y la mirada más preocupada que le había visto desde que nos conocimos.

Solo vi ternura y miedo en su expresión, el estaba esperando a que yo reaccionara o dijera algo, así que, lo tomé de la mano y lo conduje al sofá, donde lo senté, estaba por sentarme a su lado, cuando me di cuenta de que estaba empapada de los pies a la cabeza, si la loca esa, no me mató, Bruno seguro lo haría si ensuciaba su preciosa sala blanca.

-Creo que necesito ropa seca- le dije a Leo.

Chasqueó los dedos, sentí un cosquilleo por mi cuerpo y en el momento siguiente mi ropa estaba seca.

-Bien eso fue extraño, pero gracias.- dije mientras me sentaba.

Inclinó su cabeza asintiendo, pero no abrió la boca para nada, puse mi mano sobre la suya, la apreté ligeramente y dije:

-Bien… habla- le dije.

Se quedo callado, así que apreté de nuevo su mano y le di una mirada significativa.

-¿Qué quieres que te diga Caro?- me dijo con un tono preocupado.

-Podrás comenzar por decirme quién era esa loca psicópata que me secuestró y que tiene que ver contigo- le dije en un tono suave.

- Chiara es una antigua novia, Caro, la conocemos desde que somos niños, puesto que ella es hermana de Bruno- me dijo, con un encogimiento de hombros.

-ahh…- dije, cuando me di cuenta de algo y salté de mi asiento – Bruno es tu hermano Leo, así que la loca esa…-

-No no Caro- me dijo, mientras se levantaba de su asiento a tomar mis manos entre las suyas – Bruno y yo no somos hermanos, somos amigos desde siempre, nuestras familias fueron amigas desde siempre y nosotros aun mas, nos conocemos desde hace tanto tiempo que prácticamente somos hermanos.

-aaa bueno, entonces la loca no es tu hermana y Bruno tampoco- me senté de nuevo y Leo también.

Me quedé en silencio, esperando que dijera, algo mas, como no lo hacía, lo incité a ello.

-Leo… ¿qué eres?- le pregunté.

- Caro…- dijo indeciso.

-Es obvio que eres algo, puesto que ese, abracadabra de desaparecer y aparecer en diferentes lugares, no lo imaginé, como tampoco lo hice con todo lo que dijo la loca esa ex –novia tuya- le dije, tal vez con un poco de sarcasmo en mi voz.

-Te lo voy a contar todo, sin secretos, pero tienes que prometerme…- me dijo con la voz llena de suplica. Lo interrumpí.

-Que no se lo voy a decir a nadie, no te preocupes- le dije, asegurándole que no le diría a nadie.

-No era eso lo que iba a decir Caro, porque no me dejas terminar-

-ups lo siento- le dije mordiéndome el labio.

-Lo que iba a decir, es que me prometas, que no vas a salir huyendo, que no me vas a gritar o arrojar objetos, desmayarte, ni nada por el estilo. Y que si después no quieres saber nada de mí, simplemente no me llames y no me busques, lo entenderé.-su mirada estaba en nuestras manos, pero el tono de voz era triste.

-Leo, no importa lo que sea, no te voy a dejar- le dije mientras intentaba que me mirara.

-Promételo Caro- me dijo, alzando la vista, para encontrar su mirada con la mía.

-Lo prometo- le dije

Me miró, respiro profundo y me dijo:


-Soy lo que tú actualmente conoces como vampiro- lo dijo muy serio y sin mirarme a los ojos.

-Que gracioso Leo, si querías hacerme reír ya está listo, ahora ponte serio- le dije entre risas.


-Caro no estoy bromeando - me dijo mientras encontraba su mirada con la mía, la seriedad y pesar en su mirada me hizo ver que nada de esto era broma ¿Pero entonces qué? Necesitaba pensar esto.

-a… mmm… Leo crees que me puedes regalar un vaso con agua- le dije mientras intentaba poner mis pensamientos en orden.

Chasqueó los dedos y un vaso apareció en la mesa frente a mí.
-Sin hielo por favor- le dije

Los chasqueó de nuevo y el hielo desapareció, ¿Por qué los hombres no entenderán las indirectas?

-Leo ya que la indirecta es para ti una lengua extranjera, lo traduciré, lo que necesito es un minuto para pensar, así que… no quisieras por favor ir caminando, a velocidad “SIN PRISA” a la cocina a traerme un vaso con agua sin hielo y una rodaja de limón, gracias- le dije con la voz más calmada y amable que pude.

-Ah… claro Caro, ahora vuelvo- apretó mi mano antes de levantarse. Vi la tristeza en su mirada, como si supusiera que iba a salir corriendo cuando saliera. –Solo quiero que sepas, que sea cual sea la decisión que tomes, el tiempo que llevamos juntos ha sido el mejor de mi vida, no lo cambiaría por nada, gracias por todo, te quiero- beso la palma de mi mano derecha y se marcho.

Para cuando la puerta estuvo cerrada, yo estaba más revuelta que nada, no podía pensar claro, ¡Vamos Caro, piensa! ¡Usa tu maceta! ¡La traes pegada al cuello, por favor razona! Yo siempre había dicho que todos los mitos tienen origen en algo de la realidad, es más, yo siempre estuve convencida de que los vampiros existían, es algo que siempre quise creer, estaba enamorada de la mayoría de los protagonistas de libros románticos-vampiros Edward Cullen, Eric Nortman, Eric Sinclair, Alexander, pff para que seguir…

Ahora tenía mi propio novio vampiro, el sueño de cualquier chica, el mío incluido… y ¿estaba apanicada? Pff… soy patética….

Necesitas aire Caro, sal un momento, respira relájate, pide explicaciones y después decides, si huyes o te quedas…

Ahora estoy hablando conmigo misma en tercera persona… una tuerca ya se me boto!! Fui hacia la puerta de cristal corrediza que daba al jardín, salí y respiré profundo…
********

Leo

Caminaba de regreso hacia la sala blanca, Caro se iba a ir, lo comprendería completamente, aunque me dolía mucho, todo esto había sido un error, nunca debí de acercarme a ella, pero nunca aprendo…

Llegue a la puerta, tomé la perilla, respiré profundamente y me preparé para lo que podía venir…

Al abrir la puerta, lo peor que podía haber pasado, sucedió, Caro se había ido, no había rastro de ella en la habitación, excepto la puerta que daba la salida hacia el jardín, estaba entreabierta, me dirigí hacia allí, pero que caso tenía, se había ido y no la obligaría a volver…

Una tristeza aun más profunda que la que había sentido jamás me embargó, junto con un coraje profundo, hacia lo que yo era, toda mi vida había perdido a personas que amaba, por culpa de lo que yo era, llevaba años reprimiéndolo y ahora, tenía ganas de destruir…
*************

Carolina

Respiré profundo, la decisión estaba lista, volvería, hablaría con Leo, tenía tantas preguntas, estaba muy emocionada, porque de verdad tenía razón cuando pensaba que los vampiros eran reales, miedo, pues conocía muchos tipos de vampiros y no sabía que tipo sría Leo y alegría, porque me había confiado su secreto, solo que ahora, más que nunca tendría que decirle el mío.

Caminé de regreso a la casa, cuando escuché cristales y cosas cayendo y rompiéndose en miles de pedazos, venía de la sala… Corrí temiendo que la loca ex de Leo, nos hubiera encontrado y estuvieran teniendo alguna clase de enfrentamiento.

Cuando abrí la puerta, no pude quedar más sorprendida al ver que toda la sala estaba destrozada, los marcos rotos, vasos, copas y botellas tirados en una esquina, donde estaba el servi-bar de Bruno, seguro que se iba a cabrear por eso… Leo estaba en la otra esquina del cuarto, rompiendo todos los porta retratos, mientras gritaba cosas que no entendía.

Fui corriendo hacia él, para tranquilizarlo, pero con mis ágiles pies (noten el sarcasmo) me di de bruces contra el suelo y me abrí la palma de la mano y creo que también el labio, con un vidrio y la esquina de la mesa respectivamente.

Me levanté, juro que ni sentí el dolor, estaba preocupada por leo, así que corrí hacia él y lo abracé, el me empujó, le grité:

-Amor, Leo eiii! Qué te pasa, todo está bien cielo- le grité, mientras lo sujetaba por los hombros, sus ojos no me veía y empecé a preocuparme

-Leo cielo háblame- le grité mientras lo sacudía por los hombros.

-Ella se fue, se fue, Caro se fue me dejó, así como mamá y papá- dijo entre sollozos.

-Eiii eiii Leo, aquí estoy, no voy a ninguna parte, mírame amor- le dije, le grité mas bien, estaba asustándome

-Caro se fue, me dejó, yo ya lo sabía, ella es humana, se iba a asustar, como voy a vivir sin ella- no me estaba hablando a mí, estaba hablando sobre mí.

-Leo, Leo- le dije intentando que me mirara, pero su mirada no me enfocaba, -Perdóname- le dije, tomé aire e hice algo que nunca en mi vida había hecho, lo cachetee, esperando que reaccionara.

Dioses benditos que lo hizo o no sé que hubiera hecho. Su mirada se enfocó con la mía y en cuanto lo hizo, una lagrima rosa, si ROSA, corrió por su mejilla, pero se la limpié con mi pulgar.
-Volviste- me dijo, mientras cogía mi cara entre sus manos.

-Es que nunca me fui tonto, solo salí a tomar aire, si hay que ser paranoico…- le dije mientras besaba la palma de su mano.

-Los siento, creo que me excedí- me dijo mientras sonreía.

-Yo también lo siento por el golpe, pero era necesario- le dije, mientras le daba un beso en la mejilla, justo donde lo había golpeado.

-Gracias por no salir corriendo- me dijo mientras besaba mis labios, dulcemente, se retiró, y pude ver la sangre de mi boca, en sus labios, la cual limpió con su lengua. –Esquicito- me dijo con una sonrisa en sus labios y pude ver sus colmillos.

-Tomaré eso como un cumplido- le dije mientras le sonreía.-Por cierto gracias por confiar en mí, aunque la loca haya tenido que darte un empujoncito, para que lo hicieras- eso se escucho como lo que era, un reproche.

-Caro…- comenzó a decir Leo.

-No te preocupes, lo entiendo, yo también tengo mis secretos... como todas las personas- añadí, porque se me había pasado la lengua. –Ahora dime, ¿qué tipo de vampiro eres?- le dije mientras nos sentábamos, de nuevo, en el sillón.
-¿Cómo que que tipo de vampiro soy Caro? digamos que no hay muchos tipos- me dijo Leo con una media sonrisa en su rostro.

-Bueno, perdone mi ignorancia, Señor, pero en mi mundo, hay muchos tipos de vampiros, están por ejemplo, los vampiros que duermen, los vampiros que no duermen, los que lo hacen en ataudes y los que cuelgan de los techos, los que comen comida normal, los que se alimentan de sangre, los que pueden salir al sol, con ayuda de alguna cosa, como un anillo con una piedra especial que los proteje, los que pueden, pero brillan como diamante, los que no pueden salir al sol, porque se fríen, los que beben sangre de animales, osea son vegetarianos, los que la toman de sangre sintética desarrollada por Japoneses, los que se reflejan en los espejos y los que no lo hacen, los que son alergicos al ajo, los que si los estacas mueren, los que estan no-muertos, los que su corazon late, los que tienen alma y los que no, los que se convierten en murcielago y los que su piel es pálida, los que sus ojos cambian de color, los que se teletransportan...- tome aire para continuar, pero antes de que lo hiciera, Leo, puso su mano, sobre mi boca, para callarme.

-Wow Caro, respira, ¿de donde sacas tanta información basura?- me preguntó con los ojos muy abiertos por todo lo que le había dicho...

-Pues de donde va a ser Leo, de los libros, sabes que hay millones de libros que hablan sobreustedes, y cada una tiene una versión diferente, solo quiero saber cual es la real...- le dije en un tono de niña pequeña de 8 años, a la que no le contestan una pregunta.

-Esta bien Caro, te lo contaré, pero se que eres muy impaciente y por eso te pido que no me interrumpas mientras te cuento la historia.- me miro y solo asentí- bueno, verás tiempo atrás nuestra raza fue creada, para ayudar a los humanos, el destino era trabajar juntos, nosotros teníamos la responsabilidad de cuidar y ayudar a las personas, pero como todo, algo falló, nosotros no necesitamos sangre para vivir, pero si nos hace mas fuertes, asi que cuando uno de nosotros lo descubrió, abuso de esa nueva fuerza y se volvió contra los humanos, quienes tomaron represalias para proteger a sus familias, lo cual es completamente lógico, muy pocos clanes o familias sobrevivieron, entre esas pocas estaba la mía- no se me pasó el tono de pasado, asi que olvidé su advertencia y lo interrumpí.

-Hablas en pasado, ¿porqué?- pregunté, el me dirigió una mirada exasperada, suspiró y dijo:

-A eso voy Caro, solo que es algo duro de recordar, pero te dije que te diría la verdad y eso es lo que pienso hacer.- me dijo, mientras tomaba mi cara entre sus manos- Solo no me presiones ¿Si?- asentí e hice un ademán de cerrar mi boca con candado y arrojar la llave, el me sonrió deposito un beso en mi naríz al tiempo que tomaba mis manos entre las suyas. Suspiró y continuó, con la voz baja y pausada:

-Nací en 1893, mi madre nació en francia de uno de los clanes sobrevivientes en 1432 y mi padre nació en Italia de otro clan sobreviviente en 1278, se conocieron, gracias a que los clanes sobrevivientes, mantenían el contacto, ya que eran muy pocos, y no querían desaparecer, se enamoraron y se casaron, si es que se le puede llamar de esa manera, después de mucho tiempo mi madre quedo en cinta, es muy dificil que nuestra raza se reprodusca, por lo general se requieren siglos y las parejas solo conciven un hijo, pero mis padres tuvieron 2 hijos, Genevieve y yo, fuimos Gemelos y crecimos como cualquier niño normal, en mi especie, los niños se desarrollan normal, su crecimiento es igual a el de cualquier niño, al igual que su alimentación y educación, pero tenemos un reloj biológico que generalmente se activa en la pubertad, cuando el reloj se activa, la cuenta regresiva comienza, el niño, o jovén comienza a presentar las habilidades propias de nuestra especie y unas propias, que son particulares y unicas en cada persona. En mi caso, el poder mover objetos a mi voluntad y aparecer y desaparecer cosas, son mis características particulares, tenemos un límite de desarrollo, es decir que nuestro reloj biológico se detiene cuando estamos en las condiciones físicas que garanticen nuestro óptimo desarrollo y supervivencia, es decir, puedes crecer hasta los 14 o los 30, 50, nunca se sabe es diferente en cada uno, en mi caso no he dejado de crecer, pero he retrazado mi reloj biológico en los 19 años, porque me gusta esta edad, pero esta claro que no me voy a quedar aquí.- me miró y dijo: ¿Alguna pregunta?

-Tengo tantas... pero una primero, ¿cuando conociste a Bruno?- le dije curiosa por saber cuanto tiempo tenían de conocerse para estar juntos como una familia.

-Lo conocí en 1909 cuando tenía 16 años, su familia y la mía eran muy unidas, su madre y la mía se querían como hermanas, además de que su familia era una de las mas grandes y especiales, al tener el milagro de contar con 2 hijos, al igual que la mía, Chiara y Bruno, solo que ellos no son gemelos, Bruno es muchos años mas grande que Chiara.- No dijo nada mas, así que pregunté de nuevo:

-Ahi fue donde conociste a Chiara también, entiendo que Chiara y tu tuvieron una historia juntos, ¿que paso, para que terminara, como esta ahora?- cuando terminé de formular la pregunta, vi como la tristeza cubría sus ojos y me arrepentí de haber hecho la pregunta, pero antes de que pudiera disculparme, sacudió la cabeza y continuó:

-La primera vez que vi a Chiara fue en 1909 cuando fuimos a visitar a su familia a Francia, mi reloj biológico se había activado e ibamos a ver a Bruno para que el me ayudara con lo que se me venía encima, cuando llegamos, Chiara estaba paseando por los jardines, fue a saludarnos y a darnos la bienvenida, traía un vestido largo en color azul celeste, que resaltaba su piel color durazno y sus ojos azules, traía el cabello recojido en un chongo, con algunos mechones sueltos, alrededor de su cara, tenía las mejillas sonrojadas por la caminata y al instante me enamoré de ella, pasamos los dos años siguientes en su casa, aprendiendo a controlar mis poderes y habilidades nuevas, ella al ser mayo que yo, me ayudaba, al cabo de esos años, sus padres y los míos dieron su consentimiento para que nos casaramos, yo tenía 18 años y ella 19, la diferencia no era mucha y no hay muchos chicos de nuestra especie de esta edad.

Yo estaba enamorado profundamente de ella, no me importaban sus defectos, todos los tenemos, pero creo que pasé por alto muchos que requerían atención, pero mi unico propósito era hacerla felíz, lo mejor que podía darme era una sonrisa cuando le daba algo que le gustaba.- me miró y sus ojos estaban nublados por los recuerdos.

Respiró profundo y prosiguió:

- Algunos de sus defectos eran, la avaricia, la vanidad, la envidia y el egoismo, dos semanas antes de nuestra unión, tuvimos una discución, por la atención que le prestaba a mi hermana Gene, mi hermana realmente era muy hermosa, de una manera exótica no de la manera clásica en la que lo es Chiara, Gene tenía los ojos acuamarina, mas unicos que he visto en mi vida, el cabello café castaño, ondulado y poseía una gracia que encantaba, donde Gene era bondad y cariño, Chiara era malicia y envidia, Bruno y ella llevaban una relación muy buena, si yo la amaba por ser mi hermana, Bruno la idolatraba, la mimaba, conversaba con ella, le daba regalos, con la esperanza de que se comprometieran, Gene bailaba y cantaba por los pasillos, cuando creía que nadie la veía, al igual que Bruno, que tarareaba cuando pensaba que nadie lo oíamos, nunca lo habíamos visto tan felíz y todos sabíamos la razón, Gene...

Chiara argumentaba que amaba mas a mi hermana que a ella y me impuso como condición que para casarnos, tenía que olvidarme de mi hermana Gene para siempre- mi razón no daba crédito a lo que Chiara le había pedido, definitivamente la tipa estaba loca, Gene era su hermana...- como es lógico me reucé y ella corrió a llorar con Bruno, el cual le dió la misma respuesta que yo.

Esa noche fuimos a nuestras habitaciones a descanzar, porque nos iríamos por la mañana, ya que el compromiso entre Chiara y yo estaba roto, no teníamos mas que hacer aquí, Bruno se marchaba con nosotros.
Estaba a punto de cambiarme para irme a dormir, cuando Chiara apareció en la puerta de mi dormitorio y me pidió que salieramos a caminar, porque lamentaba mucho lo que había dicho y aunque no tenía la mas minima intención de ir con ella, terminé accediendo, en la casa, solo estaban mis padres, Gene y Bruno, los padres de Chiara se habían marchado la noche anterior, y volverían al anochecer, dejando a cargo a Bruno de la casa.

Fue una caminata larga y sin mucha conversación, terminamos discutiendo y al volver a la casa, estaba en penumbra total, a pesar de que era algo normal, ya que era tarde por la noche y todos estaban acostados, un mal presentimiento me asaltó.

Corrí hacia la casa y me dirijí al cuarto de mi hermana, ella dormía sola, así que era la que mas me preocupaba- apretó mi mano y supe que el momento malo se acercaba, asi que las tome con fuerza y le devolví el apretón, incitandolo a continuar. Besó mis nudillos y continuó:

-Cuando entré, me tropecé con algo, al girarme me di cuenta que era... mi padre... le habían atravezado con una... lanza el pecho... como si fuera un animal... en el instante en que lo miré su cuerpo desapareció... mis miedos explotaron y corrí a la habitación donde encontré a mi madre, sobre la cama... ejecutada de la misma manera que mi padre... en un instante se evaporó y Gene... lo hizo también, una rabia profunda me invadió, me habían robado a toda mi familia y yo no pude hacer nada para defenderlos...- Leo comenzo a temblar y supe que todavía no venía lo peor.
-Escuché un grito escaleras abajo y supe de donde provenía, era de Chiara, a pesar de todo la amaba intensamente y a ella no me la arrebatarían también, corrí escaleras abajo, para encontrar que Burno la mantenía sujeta a la pared a unos buenos 40 cm del suelo, le repetía una y otra vez que como había sido capáz de hacernos esto, yo no comprendía nada y entonces Chiara dijo: -Tu no lo comprendes Bruno, era la única manera de hacer que ustedes me amaran solo a mi, tenía que quitar a "esa" del camino, lo siento por tus padres, ellos no estaban dentro del plan, pero a veces ser tienen que hacer sacrificios por lo que uno quiere- lo dijo de una manera tan fría que lo que quedaba de mi amor por ella, se evaporó, me lance por su cabeza, dispuesta a matarla, pero Bruno me cogió antes y me lo impidió.
-Leonard, deja que viva el resto de su eternidad sola, con lo que hizo, porque perdió todo por su egosimo, mataste a papá y mamá también, acababan de llegar cuando tus asesinos los cogieron, y perdiste a tu hermano y al hombre que te amaba, cuando nos traicionaste por tu envidia, estas muerta para nosotros, ahora aprende a vivir con ello- esas fueron las últimas palabras de Bruno para su hermana y luego nos destellamos fuera de ahi, no la había visto desde hace casi un siglo.

-Oh Leo lo lamento tanto- le dije, mientras las lagrimas bajaban a borbotones por mis mejillas, como era posible que alguién pudiera hacer eso, Leo la había amado mucho y todo lo que ella hizo fue abandonarlo, traicionarlo... maldita seas Chiara pensé, mientras abrazaba a Leo, con todas mis fuerzas.

Le besé de una manera posesiva y le dije: Yo nunca te traicionaré, no te abandonaré Leo, lo juro.

Gritenme chicas


lunes, 14 de septiembre de 2009

Capítulo Corto: Reencuentro



Bruno

En cuanto Leonard y Caro, destellaron fuera de el baño de Chiara. Ella se soltó de mi agarre y salió fuera del baño, rumbo a su sala. Donde se sentó en un sillón color crudo, con un montón de cojines de colores. Suspiré, después de tanto tiempo y ella seguía siendo tan... infantil.

Fui y me senté a su lado, a pesar de las circunstancias, me alegraba verla, hacía literalmente, siglos que no la veía. Le pasé mi brazo por los hombros y la acurruqué en mis brazos, con Chiara era de las pocas personas con las que me mostraba atento y cariñoso.

Ella comenzó a sollozar en mi pecho y la abracé aun más fuerte mientras ella lloraba, con su cara enterrada en mi camisa. Le acaricié la cabeza, sin decir nada, esperaría a que ella hablara, no tenía prisa alguna.

Después de unos momentos, dejó de sollozar, cogí su barbilla y alcé su rostro, para ponerlo al mismo nivel que el mío. Su cara estaba surcada de lágrimas rosas, aparecí un pañuelo en mi mano y las limpié con él.

Después besé su frente.

-Hola iara, ha pasado mucho tiempo- le dije con una sonrisa, llamándole por el apodo que usábamos antes.

-Y tanto- dijo, mientras besaba mi mano.- Y mira como te recibo, en un ataque de llanto, manche tu camisa.- añadió con preocupación.

-No es nada- dije mientras aparecía una camisa nueva sobre mi cuerpo.

-Tus poderes son mucho más fuertes- me dijo, mientras veía el brillo de intuición en sus ojos azules.

-Sabíamos que tarde o temprano iba a pasar iara.- Le dije encogiéndome de hombros. –Pero dime ¿qué ha pasado, para que te pusieras así con Caro? Se perfectamente que tú no eres así, ¿qué te pasa iara?

-Es solo que… yo…pensé…soy tan estúpida- sus ojos empezaron a llenarse de lagrimas de nuevo, así que fui yo quien completó la idea.

-Que si le dabas el tiempo suficiente te perdonaría.- Ella asintió.

-Pero ahora.. Mira lo que hice.. Pensará que soy una sicótica loca y que lo que pasó en el pasado fue adrede… nunca me perdonará.- las lágrimas surcaban su hermoso rostro, las quité con mis pulgares.

-iara, iara, escúchame corazón, lo que pasó en esa época, ya quedó atrás, el pasado no lo puedes cambiar, es el futuro lo que no está escrito en piedra, cambia tu futuro, no te aferres a un amor que ya no te corresponde, sigue adelante iara-

-Pero yo lo amo…- dijo mientras su rostro se endurecía – Y esa mocosa no me lo va a quitar, no lo voy a permitir Bruno… antes la mato.-

La aferré por los hombros y la frené, antes de que pudiera pararse, hice que su mirada se encontrara con la mía y le dije:

-iara, Leonard, es feliz con Caro a su lado, he vivido con él durante siglos, cuando perdió a su familia, tu sabes mejor que yo lo que pasó, perdió a su familia y la mujer que amaba lo decepcionó, se volvió reservado, solitario y tu sabes que él nunca fue de esa manera, ahora lo veo cantar, cuando él cree que no estoy escuchando, cada vez que la ve, su mirada se ilumina, sonríe siempre, el es feliz iara, no puedes culparlo por querer a Caro, es una chica llena de alegría, vive la vida como nadie, siempre sonríe, es hermosa, atenta, divertida y cariñosa con él, Leonard, no podría haber encontrado a una chica mejor que ella, yo mismo a veces me pongo envidioso…- La miraba fijamente, queriendo que comprendiera.

-Pero ella no lo ama como yo- dijo entre dientes.

-Eso tú no lo sabes- le dije.

-Ella no me lo va a quitar, además ella es mala, pude sentirlo- ahí hubo malicia en su voz.

- Ella no es mala, solo tiene algunas dificultades, que va a superar, te lo aseguro, además ella no te lo quitó, tu Chiara hace mucho tiempo que lo perdiste- le dije, estaba comenzando a perder la paciencia.

-La mataré… la mataré, si Leo no está conmigo, tampoco con ella- esta mujer era tan terca.

-Inténtalo si puedes, pero te aseguro Chiara, que si le haces algo a Caro o a Leonard, te las vas a ver conmigo, te amo y lo sabes, pero no dejaré que arruines la felicidad de Leonard de nuevo.- ya todo estaba dicho, no había más que decir, Leo y Caro eran mi familia ahora y no dejaría que nadie los dañara, se merecían su amor y su felicidad. Me estaba volviendo tan cursi, pero no dejaría que lo vieran los demás. Eso podía ser peligroso.

-Adios hermanita, te amo, pero piensalo bien- le besé la frente y me destelle fuera de su apartamento.

Gritenme chicas... Espero les haya gustado
En el prox cap lo entenderán todoo!!!
Besos las quieroo

domingo, 13 de septiembre de 2009

3er trailer de new moon

Hola chicas!!
Acabo de ver el tercer trailer de New Moon, version extendida y de verdad que aunque los libros no son mi hitt, tengo muchas ganas de verla!!

Kristen, Robert y Taylor, lo presentaron hoy en los MTV VMA 2009.
Les dejo el trailer, aunque algunas seguro ya lo habian visto, cuando se coló en la red, para las que no lo habían visto se los dejo...

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Comenten!! L@s quieroo!!!

viernes, 11 de septiembre de 2009

Capítulo 11: A mi lado siempre Segunda Parte


Carolina

En un momento estaba en el parque y al siguiente ya no… Ahora estaba en algo que parecía un sótano. Con una loca, que amaba a mi novio y me odiaba a mí.

Las últimas palabras de Leo resonaban en mi cabeza: Iré por ti Caro.

La habitación apestaba… a rosas. Amo como huelen las rosas, pero esto es una exageración.

Lo que al principio yo pensaba era un sótano, resulto ser, al prender la luz, una sala, muy linda a decir verdad, la loca tenía tan buen gusto en decoración como en su forma de vestir.
La sala era de color crudo, con cojines de colores, verdes, turquesas, rojos, amarillos, rosas y lilas, en forma de bola o cuadros. Un poco infantil, pero se veía muy bien.

Me sujetó las manos con un lazo, que sepa dios de donde lo sacó, porque yo no me percaté de que ella se moviera, sobra decir, qué me las amarró tan fuerte que sentí que mis manos caerían. Maldita me las pagaría. Literalmente me arrojó en el sillón y desapareció por una puerta a mi espalda.

En un momento pude escuchar el agua correr en la regadera… ¡iba a darse un baño! Genial ¡Maldita loca! ¿Iba a tomar un baño mientras yo estaba aquí amarrada? ¡Maldita maldita maldita, mil veces maldita! Respiré lenta, pausada y profundamente, no iba a perder la calma, mientras ella tomaba su baño, yo idearía una manera de cortar esta soga, tal vez, podría romper algún vaso, usar el teléfono o salir por la puerta, entre el sonido de la regadera no iba a escuchar nada.

Me levanté, al menos no tenía los pies amarrados, caminé un poco cuando escuche que la regadera se cerraba, así que corrí de nuevo hacia el sofá y me aventé en el.

La loca, salió de detrás de mí y se colocó delante de mí, estaba vestida exactamente de la misma manera, su cabello estaba seco, su maquillaje (el poco que llevaba) perfecto, ¿¡pero qué rayos…!?

Me levantó del sillón y me arrastró hacia el baño, donde la tina estaba llena hasta el tope. Me aventó dentro de la tina y me pegue con la llave del agua la esquina de la boca, esto era el colmo.

-Óyeme loca que te pasa- le dije, mientras pateaba el agua para que la mojara, cosa que logré.

-Mira lo que hiciste con mi ropa babosa- dijo mientras miraba horrorizada su conjunto Calvin Klein –lo pagarás- se acercó a mí, tomó mi cabello mojado y me sumergió en el agua, ¡maldita loca! Que esperaba, que no pusiera resistencia, pues que equivocada estaba, no iba a morir ahogada, tenía las manos atadas, pero tenía mis pies libres y sabiendo que le dolía que se mojara su traje caro pateé tanto como pude, hasta que me soltó.

Ahhh bendito aire fresco. Entraba en mis pulmones rápidamente, mientras la loca, se sacudía, secaba su ropa y berreaba como niña de 4 años.

En un momento escuche una voz en mi cabeza:

-Caro, amor, dime que me dejas pasar- susurró la voz de la persona que mas desearía ver y ahorcar en este mismo momento, porque era su exnovia loca/traumada, la que me tenía, con las manos atadas, vestida y empapada, metida en una tina.

“Estoy loca” pensé. La verdadera loca, se acercó a mí y sin pensarlo dos veces lo dije, que mas podía pasar, nada perdía con decir la frase que decía Leo en mi cabeza:

-Leo puedes entrar- dije en un grito.

La loca puso una cara espantada y giró en redondo, esperando algo, que yo no podía ver, de repente de la nada unas manos me sacaron de la tina, en el baño a un lado de mi estaba Leo y sujetando a la loca estaba Bruno.

-Se acabó Chiara- dijo Leo con su voz furiosa. La soga, magicamente se desató de mis manos y sentí hormigueos en ellas.

- Leo, esto no acaba aquí- dijo con su voz al borde de la rabia y el llanto.

-No soy Leo, al menos no para ti- me miro y me giño un ojo- Vámonos Caro- me dijo, mientras me abrazaba fuertemente.

-¿Carolina te vas a ir con el sin saber qué es? No seas tan estúpida, no sabes con que te estás metiendo, el es…-

-Basta ya Chiara- dijo Bruno, sacudiéndola del brazo. Ella intentó zafarse, pero Bruno solo sonrió –Soy mucho más fuerte que tu niñita- le dijo.

-EL ES UN VAMPIRO – gritó. Bruno la jaló, pero no logró moverla de donde ella estaba parada, quien me miraba fijamente, esperando mi respuesta.

Sobra decir que me quedé muda, Leo y Bruno se pusieron tensos, pero no iba a dejar que ella sembrara una duda entre nosotras.

-Y también es mi novio- dije mientras cogía su mano.

Bruno iba a decir algo, pero se arrepintió en el último momento y tuve el presentimiento de que era mejor no saberlo.

-EL QUIERE MATARTE- gritó de nuevo. Bruno volvió a jalarla, logrando moverla unos cuantos pasos de su posición anterior.

-Tú también, así que si no te importa prefiero una muerte más placentera- dije La mano de Leo, apretó más la mía, mientras entrelazaba mis dedos con los suyos y le dedique una mirada picara. –Vámonos amor.-le dije mientras apretaba su mano

-Gracias hermano te debo una- le dijo Leo a Bruno, yo solo asentí con la cabeza y le dedique una mirada que decía lo mismo.

-ESTUPIDA- me grito la loca.

-PSICOPATA- le dije.

Sentí unos cosquilleos por mi cuerpo, y en un momento estábamos con Bruno y la loca en un baño del tamaño de mi cocina y al siguiente estábamos en la sala blanca de Leo.
Gritenme chicas!! Proximo cap, será corto relatado por Bruno!

jueves, 10 de septiembre de 2009

Personajes (Descripción física)

Como puse en un aviso hace un par de días: "Estoy buscando imagenes para poner a los personajes: LOLA, CARO, LEO, DARLA, KARLA y algunos personajes que ya irán conociendo... BRUNO ya esta seleccionado, pero si tienen alguna sugerencia... son todas aceptadas. "

Halo sugirió que pusiera las descripciones de los personajes, para que ustedes se guiaran mejor... Además les puse algunas imagenes que he encontrado... asi que aqui estan:


CARO: 17 años, 1.67 mts, Complexión delgada, cabello castaño claro ondulado hasta debajo de los hombros, ojos ccafes claros, piel ligeramente bronceada, sonriente, cejas finas, alegre, labios gruesos (NO ANGELINA JOLIE jaja) y bueno ustedes la conocen...




LEO: 19 años, 1.79 mts, complexión delgada, pero con músculos, piel bronceada, ojos verdes, cabello café obscuro largo, más arriba de los hombros, linda sonrisa, pomulos y mandíbula fuerte, labios besables (jaja) cejas oscuras y gruesas...



BRUNO: 20 años, 1,84 mts, complexión delgada, pero con músculos, piel bronceada, ojos caramelo, cabello rubio, ligeramente largo, pero al mismo tiempo corto (ustedes entienden) Sonrisa sxy, oyuelos en las mejillas, lindos labios...



KARLA: 15 años y medio, 1,60 mts, complexión atlética, cabello café claro rizado hasta los hombros (generalmente sujeto en una coleta) ojos cafés, pecas en los pómulos y naríz, cejas finas, labios lindos, indiscreta, molesta, pero divertida.

LOLA: 17 años, 1,71 mts, Delgada con curvas, piel bronceada, cabello obscuro hasta la cintura, ondulado, ojos color verde, cara en forma de corazón, de aspecto delicado, es muy curiosa, indiscreta y muy chistosa...

DARLA: 17 años, 1,60 mts. Típica Barbie, cabello rubio lacio, hasta la cintura, ojos azules, superficial, pero buena amiga. (Adora los zapatos altos)

CHIARA: 20 años, 1,72 mts, Parece Modelo, cabello rubio platino, lacio hasta la cintura, ojos azules, linda sonrisa, aunque algo macabra, largas pestañas, piel perfecta, usa solo ropa de marca (Chanel, Ck, LV, etc..)




Asi que si vagando por la web, encuentran algun chavo o chava que digan este... pues mandenmelo ii ya haremos una votacion para que decidan ustedes... al final esto es para ustedes.
Igual si quieren hacer una sugerencia ooo si necesitan ayuda con algo, les dejo mi mail... siempre contesto!!! regs8D@hotmail.com


Mil Gracias!!!

martes, 8 de septiembre de 2009

Capítulo 11: A mi lado siempre


Chicas la primera parte de este cap... las amoo



Carolina


Alguien alguna vez me dijo que yo era bipolar, la verdad que no lo soy, simplemente cambio fácilmente de opinión, en algunas cosas. Pero yo quería tener una vida normal, tanto como se pudiera y quería que Leo formara parte de mi vida, de lo mucho o poco que quedara de ella. Estaba siendo egoísta, porque él podía sufrir mucho si esto terminaba mal, pero Lola decía que yo tenía que ser positiva y eso era lo que
estaba haciendo.

Hacía una semana que Leo y yo éramos oficialmente novios, hacía una semana que era la chica más odiada del colegio y hacía una semana que Karla, Darla y Lola, me acosaban sobre los detalles… Dentro de una semana sería la primera sesión de quimioterapia, mi cabello se empezaría a caer por mechones a partir de la segunda sesión y mi tiempo para decírselo a Leo se acortaba.

Pero, siempre que quería decírselo algo pasaba… En muchas de esas veces, sonaba mi teléfono o el suyo y la vez que había estado más cerca, Bruno interrumpió con la frase “Mis ojos se queman chicos, paren el romance” con eso el momento perfecto, se había esfumado, Bruno aún me la pagaría por eso.
Ahora estoy sentada en el lugar del parque-bosque donde conocí a Leo, desde hacía tiempo que venía aquí para pensar, era un lugar silencioso, apartado, lindo para pensar…

En un momento escuché una discusión entre los árboles, más al norte en el bosque desde donde yo estaña sentada. Me levanté y fui hacia las voces, intenté no hacer ruido con las hojas que estaban tiradas en el suelo, pero era muy difícil, a menos que pisara las raíces que quedaban fuera del suelo, pero estaban cubiertas de moho y me caí, me raspé los vaqueros, pero nada más pasó.

Me levanté de nuevo, esperando que no me hubieran escuchado. Ya no escuchaba las voces, pero poco a poco volvieron.

Conforme me acercaba, reconocí una voz la de Leo y la otra voz, pertenecía a una mujer. Me acerqué aún más, hasta que pude ver un poco de luz que se filtraba a un claro, o más bien parecía que hubieran arrancado los árboles a propósito, para darle alguna forma que no pude distinguir.

Pude ver a Leo, estaba tan guapo como siempre, con una chaqueta de piel café, sobre una camisa beige con diseños en café, vaqueros gastados y tenis. Su cabello estaba atado en una cola de caballo en su nuca.
Pero en su cara había una expresión que nunca antes había visto en su cara, realmente aterradora, el estaba enfadado y daba gracias porque nunca lo hubiera visto con esa mirada asesina.

-Chiara, que no estás satisfecha con haber destruido mi vida, y ahora vienes a joderme de nuevo- Wow Leo realmente estaba enfadado, siempre era cortés no importa cuán enojado estuviera, nunca decía groserías.

No podía ver a quien pertenecía el nombre de Chiara, pero si podía escuchar su voz y como se movía por el claro.

-No fue mi culpa Leonard y tú lo sabes, pero no vine por eso, tú hiciste una promesa y tienes que cumplirla- le dijo con un tono mordaz y amenazador en su voz. ¿Leonard?

-Mi promesa fue anulada en el momento que tu rompiste la tuya Chiara, no tienes nada que hacer aquí- esa fue la voz de Leo.

-Tú no tienes nada que hacer a lado de esa mocosa Leo, tú y yo tenemos un lazo más fuerte y ese parasito no se va a meter en mi camino- supuse que el parasito-mocosa era yo, genial otra admiradora para mi larga lista de amigas nuevas. A este paso abriría un club de fans…

Volví a mirar a Leo, quien estaba tan enojado que las venas de su cuello se notaban, su cara estaba roja y sus manos cerradas en puños.

-No metas a Caro en esto Chiara, te lo advierto, le tocas un cabello y te arrepentirás por el resto de la eternidad.- su tono era realmente escalofriante, comenzó a avanzar, en círculos lo que provocó que “Chiara” se moviera y la pudiera ver.

Mi mandíbula calló casi al suelo, literalmente, cuando me di cuenta quien era ella, era la chica de la foto, la miss universo sonriente…

Tenía el cabello rubio plateado lacio, con unos ojos azules deslumbrantes, piel pálida, como de porcelana, un cuerpo escultural y un sentido de la moda realmente increíble, traía un conjunto de vaqueros con chamarra, marca KC, con unas botas de piel de algún animal exótico que adoraría tener en mi armario.

-Veremos quien llega a tu adorada princesa primero- dijo Chiara.

-No te atreverías- dijo Leo con una amenaza en su voz.

-Me atrevo- dijo Chiara, mientras una sonrisa aparecía en su cara.

En menos de un segundo, la vi desaparecer delante de mis ojos y cuando digo desaparecer es desaparecer, no se movió rápido, ni nada por el estilo, sino que desapareció, paff se esfumó. ¿Pero que demonios…? Estaba teniendo alusinaciones, tal vez la enfermedad estaba mas avanzada...Leo maldijo por lo bajo y estaba a punto de irse, cuando me localizó en la oscuridad.

Comenzaba a acercarse a mí, cuando alguien apareció a mi espalda y me cogió por la cintura y jaló mi cabello hacia atrás, de modo que mirara hacia arriba.

-¿Que tenemos aquí?- dijo con la voz maliciosa –La mocosa de Leonard- yo no podía verla, pero sabía que me miraba con malicia, desprecio o enfado, o tal vez una
combinación de los tres.

-Suéltala Chiara, te lo advierto- realmente había un tono mordaz en su voz, Pude sentir que Leo se movía para acercarse a nosotros.

-Hey hey tranquilo Leonard o verás de lo que soy capaz- dijo jalándome aun más el cabello.

Por fin pude recuperar mi voz y dije: -Oye Oye güera de mercado, me estas lastimando, así que más te vale que me sueltes- Ella se rió, pero no aflojó su agarre.

-Despídete de tu amorcito Leonard- inclinó mi cabeza, para que pudiera ver a Leo, tenía una mirada de furia, pero cuando me miró, pude ver la preocupación y el miedo en sus ojos. –Tus últimas palabras- me dijo.

-Que te jodan- le dije, una sonrisa, se asomó en el rostro de Leo, pero se esfumó antes de que pudiera formarse.

-Chiara, te arrepentirás si algo le pasa- dijo Leo

-No puedes hacerme nada que no me hayas hecho ya, lo único que me importaba era la mirada que le das a ella justo ahora, solías mirarme con amor y ahora solo hay desprecio en tus ojos, es por eso que voy a matarla, si esa mirada no es para mí no es para nadie más- había tanta determinación en su voz, que me dio miedo, no iba a morir a manos de una güera oxigenada.

-Estás loca tía- le dije

-Ya verás cuanto- me dijo

En un momento estaba en el parque y al siguiente ya no… Ahora estaba en algo que parecía un sótano. Con una loca, que amaba a mi novio y me odiaba a mí.

Las últimas palabras de Leo resonaban en mi cabeza: Iré por ti Caro.

En un momento estaba en el parque y al siguiente ya no… Ahora estaba en algo que parecía un sótano. Con una loca, que amaba a mi novio y me odiaba a mí.

Las últimas palabras de Leo resonaban en mi cabeza: Iré por ti Caro.

La habitación apestaba… a rosas. Amo como huelen las rosas, pero esto es una exageración.

Lo que al principio yo pensaba era un sótano, resulto ser, al prender la luz, una sala, muy linda a decir verdad, la loca tenía tan buen gusto en decoración como en su forma de vestir.
La sala era de color crudo, con cojines de colores, verdes, turquesas, rojos, amarillos, rosas y lilas, en forma de bola o cuadros. Un poco infantil, pero se veía muy bien.

Me sujetó las manos con un lazo, que sepa dios de donde lo sacó, porque yo no me percaté de que ella se moviera, sobra decir, qué me las amarró tan fuerte que sentí que mis manos caerían. Maldita me las pagaría. Literalmente me arrojó en el sillón y desapareció por una puerta a mi espalda.

En un momento pude escuchar el agua correr en la regadera… ¡iba a darse un baño! Genial ¡Maldita loca! ¿Iba a tomar un baño mientras yo estaba aquí amarrada? ¡Maldita maldita maldita, mil veces maldita! Respiré lenta, pausada y profundamente, no iba a perder la calma, mientras ella tomaba su baño, yo idearía una manera de cortar esta soga, tal vez, podría romper algún vaso, usar el teléfono o salir por la puerta, entre el sonido de la regadera no iba a escuchar nada.

Me levanté, al menos no tenía los pies amarrados, caminé un poco cuando escuche que la regadera se cerraba, así que corrí de nuevo hacia el sofá y me aventé en el.

La loca, salió de detrás de mí y se colocó delante de mí, estaba vestida exactamente de la misma manera, su cabello estaba seco, su maquillaje (el poco que llevaba) perfecto, ¿¡pero qué rayos…!?

Me levantó del sillón y me arrastró hacia el baño, donde la tina estaba llena hasta el tope. Me aventó dentro de la tina y me pegue con la llave del agua la esquina de la boca, esto era el colmo.

-Óyeme loca que te pasa- le dije, mientras pateaba el agua para que la mojara, cosa que logré.

-Mira lo que hiciste con mi ropa babosa- dijo mientras miraba horrorizada su conjunto Calvin Klein –lo pagarás- se acercó a mí, tomó mi cabello mojado y me sumergió en el agua, ¡maldita loca! Que esperaba, que no pusiera resistencia, pues que equivocada estaba, no iba a morir ahogada, tenía las manos atadas, pero tenía mis pies libres y sabiendo que le dolía que se mojara su traje caro pateé tanto como pude, hasta que me soltó.

Ahhh bendito aire fresco. Entraba en mis pulmones rápidamente, mientras la loca, se sacudía, secaba su ropa y berreaba como niña de 4 años.

En un momento escuche una voz en mi cabeza:

-Caro, amor, dime que me dejas pasar- susurró la voz de la persona que mas desearía ver y ahorcar en este mismo momento, porque era su exnovia loca/traumada, la que me tenía, con las manos atadas, vestida y empapada, metida en una tina.

“Estoy loca” pensé. La verdadera loca, se acercó a mí y sin pensarlo dos veces lo dije, que mas podía pasar, nada perdía con decir la frase que decía Leo en mi cabeza:

-Leo puedes entrar- dije en un grito.

La loca puso una cara espantada y giró en redondo, esperando algo, que yo no podía ver, de repente de la nada unas manos me sacaron de la tina, en el baño a un lado de mi estaba Leo y sujetando a la loca estaba Bruno.

-Se acabó Chiara- dijo Leo con su voz furiosa. La soga, magicamente se desató de mis manos y sentí hormigueos en ellas.

- Leo, esto no acaba aquí- dijo con su voz al borde de la rabia y el llanto.

-No soy Leo, al menos no para ti- me miro y me giño un ojo- Vámonos Caro- me dijo, mientras me abrazaba fuertemente.

-¿Carolina te vas a ir con el sin saber qué es? No seas tan estúpida, no sabes con que te estás metiendo, el es…-

-Basta ya Chiara- dijo Bruno, sacudiéndola del brazo. Ella intentó zafarse, pero Bruno solo sonrió –Soy mucho más fuerte que tu niñita- le dijo.

-EL ES UN VAMPIRO – gritó. Bruno la jaló, pero no logró moverla de donde ella estaba parada, quien me miraba fijamente, esperando mi respuesta.

Sobra decir que me quedé muda, Leo y Bruno se pusieron tensos, pero no iba a dejar que ella sembrara una duda entre nosotras.

-Y también es mi novio- dije mientras cogía su mano.

Bruno iba a decir algo, pero se arrepintió en el último momento y tuve el presentimiento de que era mejor no saberlo.

-EL QUIERE MATARTE- gritó de nuevo. Bruno volvió a jalarla, logrando moverla unos cuantos pasos de su posición anterior.

-Tú también, así que si no te importa prefiero una muerte más placentera- dije La mano de Leo, apretó más la mía, mientras entrelazaba mis dedos con los suyos y le dedique una mirada picara. –Vámonos amor.-le dije mientras apretaba su mano

-Gracias hermano te debo una- le dijo Leo a Bruno, yo solo asentí con la cabeza y le dedique una mirada que decía lo mismo.

-ESTUPIDA- me grito la loca.

-PSICOPATA- le dije.

Sentí unos cosquilleos por mi cuerpo, y en un momento estábamos con Bruno y la loca en un baño del tamaño de mi cocina y al siguiente estábamos en la sala blanca de Leo.


Gritenme chicas

lunes, 7 de septiembre de 2009

Aviso!

Chicas capi 11 (nuevo) mañana !!! Pero bueno esto es para decirles a todas que las adoro, no las conozco iii significan mucho para mi!!! El entrar al blog iii ver sus comentarios me alegra el día de verdad!!! No saben cuanto aprecio que se tomen el tiempo para pasar por el blog iii leer la historia iii comentar!!! MIL GRACIAS POR ESO!!!

Otra cosa chicas!!! Estoy buscando imagenes para poner a los personajes: LOLA, CARO, LEO, DARLA, KARLA y algunos personajes que ya irán conociendo... BRUNO ya esta seleccionado, pero si tienen alguna sugerencia... son todas aceptadas.

Asi que si vagando por la web, encuentran algun chavo o chava que digan este... pues mandenmelo ii ya haremos una votacion para que decidan ustedes... al final esto es para ustedes.
Igual si quieren hacer una sugerencia ooo si necesitan ayuda con algo, les dejo mi mail... siempre contesto!!! regs8D@hotmail.com


Por si no recuerdan a nuestro BRUNO aqui se los dejoo


Mis niñas!!!


Gracias

Besos!!! las adoroo

sábado, 5 de septiembre de 2009

Capítulo 10: te necesito fuerte segunda parte

Chicas la segunda parte de el cap, se que les va a encantar y por eso, se los dedico chicas, de verdad mil gracias por sus comentarios que me inspiran a seguir con esta historia, mil gracias a todas, va para: Rose, An, Nyria, Lunalula, Halo, Soll, Daly, Sandiadelicius, Maryly, Maysu, liliya, Gaby, Casey, Brendyss, Vane, Camila, Lili, Majo(WSP)... a todas. Las quieroo




Carolina


La sonrisa de Leo, se ensanchó aún más, cuando se levantó del cofre y vino caminando, con paso rápido pero apresurado hacia donde yo estaba parada mirándole, Darla se me quedó mirando con los ojos como platos. Mientras que una sonrisa se extendía por la cara de Lola.


-¿Quién es, Leo o Bruno? – me susurró al oído.


-Es Leo- contesté con mi voz muy delgada por la emoción. Darla y Lola me miraron con sorpresa en sus ojos, ambas con una sonrisa de felicidad, aunque Darla tenía una expresión de: ¿Maldita porque no me lo contaste?, yo simplemente le sonreí y le dije con un gesto de la mano que se lo contaría luego


Leo me ofreció las flores y una hermosa sonrisa. Las tomé de sus manos, al mismo tiempo que él se inclinaba y me daba un suave beso, en los labios, suficientemente corto, para no ser exhibicionista, pero lo suficientemente dulce para que mis rodillas flaquearan y las chicas que nos miraban me odiaran por el resto de sus vidas, que importa…


Apoyó su frente en la mía y dijo:

-Hola Caro- susurró

-Hola Leo- le contesté, que mas podía decirle ¿Qué haces aquí? Y arruinar el lindo momento, ni pensarlo.

-Te tengo una sorpresa, ¿vienes conmigo?- obvio que iría con él, pero se suponía que tenía que regresar a casa, porque no podía andar sola, así que me giré para ver a Lola, que gesticuló un “yo me encargo” mientras me hacía un gesto de ya váyanse. ¡Como amaba a Lola!


Le di un gracias con y nos fuimos.

Ya en el auto, Leo, me preguntó por mi día, un gesto tan simple, pero tan atento que hizo que mi corazón se ensanchara, aún más. Que fácil sería para mi enamorarme de él. Para cualquier chica lo sería, ahí teníamos a toda la comitiva del estacionamiento…

Pero muy en mi interior, yo sabía que tenía que parar esto, no podía encariñarme con alguien ahora, tendría que decirle que esto no podía ser antes de que esto llegara más lejos, íbamos en el auto en silencio y era un silencio agradable, justo como en el parque, el no interrumpió mis cavilaciones, lo que me dio tiempo para pensar antes de que llegáramos a nuestro destino y más o menos planear la escena del “No podemos seguir viéndonos”

***********

Llegamos a su casa, aparcó el coche, se bajó y me abrió la puerta, me quedé mirando la casa, era una casa bella, blanca, estilo victoriana de dos pisos, grande y ostentosa.

Antes de que pudiera ver nada mas, Leo me cubrió los ojos con una suave tela, me espanté y mi primer instinto fue quitármela, pero al instante que lo intenté, me arrepentí, porque Leo se dio cuenta.

-¿Confías en mi?-en su tono de voz, pude escuchar que estaba nervioso.

-Confió en ti, pero no confío en mis pies, si tengo dos pies izquierdos, con los ojos abiertos, ahora imagínate si los traigo tapados- seguro que me iba a caer, la calzada del patio, era de piedritas…

-No te caerás- susurró en mi oído, lo que hizo que se me erizara toda la piel, depositó un beso en la base de mi garganta y simplemente mi corazón comenzó a latir rápidamente y mi respiración se aceleró. Antes de poder decir o hacer algo, Leo me alzó en brazos, con mucha facilidad y comenzó a caminar. Me quedé callada, intentando controlar mis sensaciones, pero sobretodo, mi respiración que era lo que me delataba. Rodeé su cuello con mis brazos y apoye mi cabeza sobre su hombro, aspirando su olor.

En un momento me depositó en el suelo, me pidió que no abriera los ojos hasta que el me dijera. Lo prometí. Me encaminó unos pasos mas y me dio permiso de abrir los ojos.

Delante de mí, había un perfecto Picnic para dos, con una rosa roja y una negra en un florero, un mantel a cuadros rojos y blancos en el suelo, una canasta de mimbre, apoyada en el tronco del árbol que quedaba a un lado del mantel.

-Wow- dije, estaba asombrada, por todos sus detalles, se preocupaba porque todo fuera perfecto…

-Me alegra que te guste, ¿tienes hambre?- asentí con la cabeza y tomó mi mano para dirigirnos a nuestro picnic.

Comí deliciosa comida Italiana Casera, el comió conmigo, charlamos un poco, sobre Darla y Lola, algunas trivialidades escolares, cosas sin importancia hasta que Leo, puso una cara seria y me dijo:

-Caro, no sé cómo hacer esto, pero lo diré tal cual lo siento- o-o-u él iba a decirlo, en ese momento tuve sensaciones extrañas, mi cuerpo se estremeció, mi corazón latía desbocado en mi pecho, mi estomago estaba hecho pasita y mi mente le decía a todo lo demás que no podían sentir eso. - desde el primer momento en que te vi, supe que eras especial y ya no pude sacarte de mi cabeza jamás, todo el tiempo estabas en mi mente y cuando te desmayaste con Bruno y conmigo a tu lado, mi mundo se desmoronó, me asusté tanto.- Inhaló lentamenente por la naris y continuó. -Me gusta tu sonrisa y la manera en que te sonrojas, la manera en que me miras, justo ahora, me gusta la manera en que me besas, lo que siento cada vez que te veo, hace tanto que no me sentía así, por alguien, por nada, ahora que encontré la persona que me hace suspirar, no quiero que te marches de mi vida jamás.-

-Leo, yo me siento de la misma manera, no puedo sacarte de mi cabeza, te tengo presente siempre, me encanta el color de tus ojos, la manera en que tu sonrisa llega hasta mi alma, cuando me miras y siento que te conozco de toda la vida- El sonrió y tomó mi mano –Pero realmente no sé si esto es lo correcto o si es muy apresurado…


-Caro, Caro- dijo mientras me miraba fijamente con anhelo en sus ojos-como vas a saberlo si no lo intentas siquiera, es muy temprano para darse por vencida ¿no crees? Yo quiero tenerte en mi vida, simplemente intentémoslo, no hay nada que perder y mucho que ganar. Déjame ganar tu corazón – en el momento en que lo dijo, me di cuenta que no era muy fácil enamorarse de Leo, era más facil que eso, yo ya estaba enamorándome de él.

A manera de respuesta simplemente, me abalancé contra él y lo tiré contra el pasto, yo estaba encima, le besé.

Separé sus labios con mi lengua, mientras jugaba con ellos suavemente, sin prisa, sus manos bajaban y subían ociosa y lentamente de mi cintura a mi cadera, produciendo fuego a mi alrededor, mientras mis manos estaban en su cabello.

Nuestras lenguas se tocaron y comenzaron a bailar juntas y al igual que nuestro primer beso, le mordí suavemente el labio inferior, el sonrió ante la indirecta y me devolvió el gesto.

Nuestros labios se separaron, él se estiró y depositó un beso en mi frente, al tiempo que con la voz firme decía:

-Supongo que eso es un sí-

-Es un sí- le dije mientras sonreía y volvía a unir sus labios con los mios.

Gritnme chicas

jueves, 3 de septiembre de 2009

Capítulo 10: Te necesito fuerte

Chicas s la primera parte del capítulo, que todavía tengo que terminar el final de este, ya casi esta... mañana lo cuelgo... espero les gustee... las quieroo




Carolina

Estaba sentada en la cafetería, después de mi examen de matemáticas, con Lola, Lola es mi mejor amiga, en todo el mundo, nos conocemos de toda la vida, además, ella es una chica muy divertida, siempre me hace reír.

Ella es unos centímetros más alta que yo, de constitución delgada, morena, con el cabello ondulado obscuro hasta los omoplatos y unos lindos ojos verdes. Me había ido muy bien en el examen y ahora le estaba contando sobre Leo.

-¿Te besó?- preguntó con la voz emocionada, pero le hice un gesto, para que bajara la voz.

-Le besé, me besó- le dije.

-OoOo dime dime!- dijo con una voz de niña de 10 años, emocionada en su cumpleaños –
¿fue con lengua?- preguntó en voz baja.

-¡LOLA!- dije alzando la voz, la misma pregunta hizo Karla, ayer en el interrogatorio tipo CIA, después de que Leo, me dejara en casa. Después de tantos años de amistad, seguía sin acostumbrarme a sus preguntas indiscretas…

-Dime dime- comenzó a hacer pucheros y antes de que comenzara a lloriquear, asentí.

-AAAAAA y ¿que tal besa?- toda esa frase fue gritada y todos los alumnos, que estaban en la cafetería se me quedaron mirando. Suerte que era examen de matemáticas y no habían terminado muchos.

-¡¡Lola!! Shhhh-

-Dime dime- ahí iba de nuevo…

Así que de nuevo asentí.

-Ow wow…- una sonrisa estaba en su cara, pero se desvaneció cuando supo lo que yo estaba pensando. –No iras a dejarlo ir. ¿Cierto?- Solo me quedé en silencio, por lo que ella continuó con su monologo. –Rayos Caro, date la oportunidad de querer a alguien más, dioses hace cuanto, que no sales formalmente con alguien, desde que Roberto se fue, ¿hace cuanto? 2 años, ahora se te presenta un chico, lindo, caballeroso, que sacude tu mundo y como plus está forrado… No puedes dejarlo ir- me dijo

-No es tan simple Lola, que pasa, si no logro superar esto, que pasa si me marcho y ¿le rompo el corazón al paso?- le dije.

Se quedó pensando unos momentos, Lola es la única de mis amigas, que sabe lo de mi enfermedad, a ella no se lo pude ocultar, desde que se lo conté, siempre se ha visto muy fuerte y firme, con la convicción de que todo iba a salir bien, así que después de unos momentos dijo – Las cosas se dan, cuando tienen que darse, el destino lo
puso en tu camino, por alguna razón, que tal vez ahora no puedes comprender, pero no puedes dejarlo ir…-

Estaba a punto de refutar esa idea, cuando Darla, otra de mis amigas, llegó corriendo a donde estábamos sentadas.

Darla, es rubia, con ojos azules, algunas pecas, mas bajita que yo, pero un poco más
ancha de caderas, tiene muchos admiradores.

-Hay… un… - dijo sofocada por la carrera.

-Calma Darla, respira, relájate, inhala, exhala- lo hizo y agregué – Ahora si dinos que pasa, pero desde el principio-

-Iba hacia mi auto, en el estacionamiento del colegio, después de terminar mi examen de mate, en el cual me fue muy mal, cuando un Audi, entró en el aparcamiento, no fue el Audi en si lo que me llamó la atención.-Nos dijo en cuanto vio la cara que pusimos, ya sabíamos que Darla era muy superficial y materialista-Fue el chico que se bajó del auto, lo que me llamó la atención, parece un modelo de revista, está guapísimo, Lola, Caro, tienen que verlo- Nos dijo cogiéndonos por las muñecas y sacándonos, prácticamente a rastras de la cafetería.

-Y no les he dicho lo mejor de todo- dijo con la voz muy emocionada –Trae Flores, rosas rojas, ósea que viene a ver a una chica, yo quiero saber quién es la afortunada desgraciada zorra a la que voy a matar por la recompensa- dijo con su voz ronca por la envidia.

No voy a negar que paso por mi cabeza que podría ser Leo, pero:
1.- Leo no tenía un Audi, era cualquier otro coche menos Audi.
2.- El no sabía a qué Colegio Asistía.
3.- No me traería Rosas Rojas, solo por un beso y ¡a mi colegio!

Cuando llegamos al aparcamiento, había una docena de chicas que nos bloqueaban la vista, pero Darla, las codeó a todas quitándolas del camino, para que pudiéramos
pasar.

Cuando llegamos al principio del retén y pude verlo, los calzones se me cayeron (metafóricamente), había no un modelo, Darla simplemente se había quedado corta en la descripción, el era un Dios, traía puesta una chamarra de piel negra, sobre una camiseta blanca, con jeans desgastados en color azul, traía puestas unas gafas negras, se recargaba despreocupadamente, como si no hubiera un público mirándolo, en el cofre del Audi, apoyadas en su regazo, había 5 rosas rojas. Su cabello, estaba recogido en una coleta de caballo, muy estilizada, que se le veía muy bien.

Sin dirigir la vista hacia nadie en particular, una sonrisa apareció en sus labios,
haciéndolo aun más perfecto.

-A quien…- comenzó a decir Darla, cuando la interrumpí para añadir:

- Creo que se quien es la afortunada desgraciada zorra a la que vas a matar por la recompensa- le dije con mi voz emocionada, una sonrisa apareció en mi cara, sin apartar mi vista del chico apoyado en el Audi.

-A si, dime a quien, para que pueda desplumarla ahora mismo- me dijo.

-A mi- le dije



La sonrisa de Leo, se ensanchó aún más, cuando se levantó del cofre y vino caminando, con paso rápido pero apresurado hacia donde yo estaba parada mirándole, Darla se me quedó mirando con los ojos como platos. Mientras que una sonrisa se extendía por la cara de Lola.


-¿Quién es, Leo o Bruno? – me susurró al oído.


-Es Leo- contesté con mi voz muy delgada por la emoción. Darla y Lola me miraron con sorpresa en sus ojos, ambas con una sonrisa de felicidad, aunque Darla tenía una expresión de: ¿Maldita porque no me lo contaste?, yo simplemente le sonreí y le dije con un gesto de la mano que se lo contaría luego


Leo me ofreció las flores y una hermosa sonrisa. Las tomé de sus manos, al mismo tiempo que él se inclinaba y me daba un suave beso, en los labios, suficientemente corto, para no ser exhibicionista, pero lo suficientemente dulce para que mis rodillas flaquearan y las chicas que nos miraban me odiaran por el resto de sus vidas, que importa…


Apoyó su frente en la mía y dijo:


-Hola Caro- susurró


-Hola Leo- le contesté, que mas podía decirle ¿Qué haces aquí? Y arruinar el lindo momento, ni pensarlo.


-Te tengo una sorpresa, ¿vienes conmigo?- obvio que iría con él, pero se suponía que tenía que regresar a casa, porque no podía andar sola, así que me giré para ver a Lola, que gesticuló un “yo me encargo” mientras me hacía un gesto de ya váyanse. ¡Como amaba a Lola!


Le di un gracias con y nos fuimos.


Ya en el auto, Leo, me preguntó por mi día, un gesto tan simple, pero tan atento que hizo que mi corazón se ensanchara, aún más. Que fácil sería para mi enamorarme de él. Para cualquier chica lo sería, ahí teníamos a toda la comitiva del estacionamiento…


Pero muy en mi interior, yo sabía que tenía que parar esto, no podía encariñarme con alguien ahora, tendría que decirle que esto no podía ser antes de que esto llegara más lejos, íbamos en el auto en silencio y era un silencio agradable, justo como en el parque, el no interrumpió mis cavilaciones, lo que me dio tiempo para pensar antes de que llegáramos a nuestro destino y más o menos planear la escena del “No podemos seguir viéndonos”


***********

Llegamos a su casa, aparcó el coche, se bajó y me abrió la puerta, me quedé mirando la casa, era una casa bella, blanca, estilo victoriana de dos pisos, grande y ostentosa.


Antes de que pudiera ver nada mas, Leo me cubrió los ojos con una suave tela, me espanté y mi primer instinto fue quitármela, pero al instante que lo intenté, me arrepentí, porque Leo se dio cuenta.


-¿Confías en mi?-en su tono de voz, pude escuchar que estaba nervioso.


-Confió en ti, pero no confío en mis pies, si tengo dos pies izquierdos, con los ojos abiertos, ahora imagínate si los traigo tapados- seguro que me iba a caer, la calzada del patio, era de piedritas…


-No te caerás- susurró en mi oído, lo que hizo que se me erizara toda la piel, depositó un beso en la base de mi garganta y simplemente mi corazón comenzó a latir rápidamente y mi respiración se aceleró. Antes de poder decir o hacer algo, Leo me alzó en brazos, con mucha facilidad y comenzó a caminar. Me quedé callada, intentando controlar mis sensaciones, pero sobretodo, mi respiración que era lo que me delataba. Rodeé su cuello con mis brazos y apoye mi cabeza sobre su hombro, aspirando su olor.


En un momento me depositó en el suelo, me pidió que no abriera los ojos hasta que el me dijera. Lo prometí. Me encaminó unos pasos mas y me dio permiso de abrir los ojos.


Delante de mí, había un perfecto Picnic para dos, con una rosa roja y una negra en un florero, un mantel a cuadros rojos y blancos en el suelo, una canasta de mimbre, apoyada en el tronco del árbol que quedaba a un lado del mantel.


-Wow- dije, estaba asombrada, por todos sus detalles, se preocupaba porque todo fuera perfecto…


-Me alegra que te guste, ¿tienes hambre?- asentí con la cabeza y tomó mi mano para dirigirnos a nuestro picnic.


Comí deliciosa comida Italiana Casera, el comió conmigo, charlamos un poco, sobre Darla y Lola, algunas trivialidades escolares, cosas sin importancia hasta que Leo, puso una cara seria y me dijo:


-Caro, no sé cómo hacer esto, pero lo diré tal cual lo siento- o-o-u él iba a decirlo, en ese momento tuve sensaciones extrañas, mi cuerpo se estremeció, mi corazón latía desbocado en mi pecho, mi estomago estaba hecho pasita y mi mente le decía a todo lo demás que no podían sentir eso. - desde el primer momento en que te vi, supe que eras especial y ya no pude sacarte de mi cabeza jamás, todo el tiempo estabas en mi mente y cuando te desmayaste con Bruno y conmigo a tu lado, mi mundo se desmoronó, me asusté tanto.- Inhaló lentamenente por la naris y continuó. -Me gusta tu sonrisa y la manera en que te sonrojas, la manera en que me miras, justo ahora, me gusta la manera en que me besas, lo que siento cada vez que te veo, hace tanto que no me sentía así, por alguien, por nada, ahora que encontré la persona que me hace suspirar, no quiero que te marches de mi vida jamás.-


-Leo, yo me siento de la misma manera, no puedo sacarte de mi cabeza, te tengo presente siempre, me encanta el color de tus ojos, la manera en que tu sonrisa llega hasta mi alma, cuando me miras y siento que te conozco de toda la vida- El sonrió y tomó mi mano –Pero realmente no sé si esto es lo correcto o si es muy apresurado…


-Caro, Caro- dijo mientras me miraba fijamente con anhelo en sus ojos-como vas a saberlo si no lo intentas siquiera, es muy temprano para darse por vencida ¿no crees? Yo quiero tenerte en mi vida, simplemente intentémoslo, no hay nada que perder y mucho que ganar. Déjame ganar tu corazón – en el momento en que lo dijo, me di cuenta que no era muy fácil enamorarse de Leo, era más facil que eso, yo ya estaba enamorándome de él.


A manera de respuesta simplemente, me abalancé contra él y lo tiré contra el pasto, yo estaba encima, le besé.


Separé sus labios con mi lengua, mientras jugaba con ellos suavemente, sin prisa, sus manos bajaban y subían ociosa y lentamente de mi cintura a mi cadera, produciendo fuego a mi alrededor, mientras mis manos estaban en su cabello.


Nuestras lenguas se tocaron y comenzaron a bailar juntas y al igual que nuestro primer beso, le mordí suavemente el labio inferior, el sonrió ante la indirecta y me devolvió el gesto.


Nuestros labios se separaron, él se estiró y depositó un beso en mi frente, al tiempo que con la voz firme decía:


-Supongo que eso es un sí-


-Es un sí- le dije mientras sonreía y volvía a unir sus labios con los mios.

Gritenmee chicas...