Nueva Encuesta

Chicas! Ya quedó esto, bueno la opción ganadora fue... Cronicas Vampíricas, soooo ahora vamos con otro detalle porque me he fijado en variiias cosas, dejarçe la encuesta hasta fin de año, como varias votaron por Eternial, veré que sea un proyecto a futuro no se preocupen porque me gusta consentirlas. Voten en la nueva encuesta====> las quieroo

lunes, 18 de enero de 2010

*Capítulo 3: Mentira y huida

¿Qué haces frente a situaciones como esta? Cuando todo se te tira encima, cuando quisieras hacer algo inteligente que no te delate, cuando quieres permanecer firme y valiente, mientras por dentro el miedo te consume y las ganas de correr hacen flaquear tus piernas… simplemente esperar… que algo llegue y te salve.


Si… maldita fuera mi educación, mi madre siempre me enseñó a ser educada, por favor y gracias, nunca faltaban, al igual que el buenas tardes, buenos días, buenas noches, con permiso, mucho gusto… etc, todas esas bases de respeto y educación que se inculcan en casa… Si no hubiera abierto la boca para decir ese Buenos días, hubiera visto la culata de la pistola y hubiera tenido tiempo de salir y pensar con claridad… aunque claro podía ser paranoica… pero después de todo lo que había pasado en menos de una hora, mis alucines eran el menor de mis problemas.
La mujer giró de una manera muy elegante sobre sus talones, tal cual lo haría una modelo de pasarela, su cabello rubio con un corte alocado en mechones cortos, le llegaba hasta los pómulos y barbilla, ojos azules centellantes, piel de porcelana y una sonrisa en su rostro, se me hacía familiar… Llevaba un traje sastre azul marino de pantalón corto por debajo de la rodilla, le sentaba tan bien que seguro era hecho a la medida… Me miraba con una sonrisa amable, aunque ciertamente no me fiaba del brillo en sus ojos, demasiado alegres y codiciosos
El hombre traía un traje Hugo Boss, sus hombros tres veces más anchos que mi torso, sus rasgos duros, una piel bronceada, tal cual lo estaría la piel de cualquier persona que viviera en playa, pero vamos, estábamos en la ciudad…tenía los ojos tan oscuros que lo más probable era que fueran color negro.
-Hola- dijo alegremente la mujer rubia y cuando lo hizo supe exactamente a quien se me figuraba, a Cloe de Smallville.
-Hola, Buenos Días- dije, una punzada ardió en mi pecho, justo donde estaba el anillo, pero vaya tal vez solo fuera coincidencia. Tenía que asegurarme que estaba bien oculto. Tosí un poco y gire mi cara llevando mi mano a mi garganta asegurándome de que la cadena estaba oculta, baje por mi pecho sintiendo el anillo entre mis senos. Jeff, el guardia, me miraba con una expresión asustada, tosí un poco más para ganar un poco de tiempo, le hice una seña de que estaba en problemas, la cual, gracias dios entendió a la perfección, porque lo vi llevar su mano derecha al arma en su cadera y la izquierda al radio.
Devolví mi vista a la pareja, puesto que toser por más tiempo sería ridículo. La pareja me miraba atentamente, la mujer con una expresión preocupada, realmente se la compré, mientras que el tipo duro tenía la expresión no-me-jodas prácticamente tatuada en el rostro…
-¿Estás bien?- me preguntó Cloe
-Estoy bien, gracias solo un poco resfriada- pasee mi mirada por la habitación rogando por que alguien interrumpiera la escena, antes de que pudieran preguntarme algo o peor…
-Y porque estas a…- antes de poder terminar la frase la directora Ángeles, una mujer adulta de complexión delgada y cabello corto irrumpió la escena con un muy apropiado comentario
-Hola Isabela, que bueno que llegaste, porque no puedo encontrar los documentos de las inscripciones de nuevo ingreso que organizaste ayer…- me sonrió y dirigió su mirada hacia Cloe y tipo duro – Saben no se qué haría sin esta chica, es mejor que un ordenador- su vista se desvió a mi
-Ahh.. claro- me esforcé por armar una mentira coherente – los documentos están en el archivero tras la carpeta de pagos atrasados, aún me falta clasificar los documentos de las reinscripciones, que son bastantes por eso he venido un poco antes- wow… no podía creer que una mentira tan buena hubiera salido de mi boca, por lo general tenía que practicarlas, pero creo que parte de la mejora fue que estaba bajo amenaza, al menos de secuestro…
-Si nos disculpan un segundo…- dijo la directora, mientras extendía una mano hacia el pasillo de las oficinas.
-Con permiso- dije intentando sonar casual.
Pase a lado de Cloe, quien tenía un olor dulce, como a fresias, evitando a tipo duro y pasé a un lado de la directora, mientras hablábamos tranquilamente de papeles y niños a los que no conocía…
Cuando la puerta de la oficina se cerró tras de mí, me recargué la puerta mientras mi corazón se disparaba en mi pecho, que minutos antes había estado curiosamente calmado, como si no quisiera arruinar una escena de farsa perfectamente montada. Cerré los ojos y respiré profundamente, mientras evitaba pensar en todo lo que me faltaba por delante…
Calma tranquila vamos paso a paso… ahora vamos por Liza. Me repetía constantemente las palabras, estableciendo pasos sencillos de seguir, sin muchos problemas… era para mí, más fácil resolver este embrollo si lograba segmentar los pasos, para no apanicarme con la magnitud del problema en el que estaba metida y del que jamás tuve conciencia.
-Sam… necesitas sacar a Liza de aquí- me dijo la directora con una voz calmada, la típica que utiliza un maestro para calmar a un niño desordenado en el salón de clases.
Se dirigió a su escritorio, abrió el cajón superior y extrajo una llave pequeña, que después introdujo en una gaveta, sacó algunos papeles y después un teléfono celular, un cargador, un sobre y una sencilla y pequeña bolsa de mano de mezclilla. Lo introdujo todo en la bolsa y me la entregó.
-Ahora andando, Liza te está esperando en la sala de juegos, al final del pasillo, tres puertas después de esa a la derecha, hay una puerta- me entregó una llave- esta es la llave de la puerta, ábrela y vuelve a cerrarla una vez que estén fuera, saldrás a un costado del parque y lo suficientemente lejos de la puerta principal, para no ser vista, trataré de hacerte tiempo, pero si esa pareja viene por Liza, no creo que pueda hacer mucho, así que aprovecha los minutos, no creo que sepan quién eres, al menos hasta que sea demasiado evidente que te estoy protegiendo…- mi cabeza daba mil vueltas, como es que… - tu madre y yo éramos amigas, se preocupaba demasiado por ustedes, todo lo que hay en la bolsa lo dejó aquí en caso de emergencia, ella sabía que el momento llegaría, y a juzgar por lo que veo, el momento llegó… Sam… eres fuerte, se que todo lo que tendrás que hacer va a ser demasiado, pero eres una mujer fuerte, sabrás hacer lo correcto y estoy segura de que tu madre estará orgullosa por ello. Ahora andando-
Salimos al pasillo y ella se giro para mirarme una vez mas y articulé un gracias por miedo a que pudieran escucharnos, me dio una sonrisa fugaz y un asentimiento de cabeza y continuo su camino hacia la recepción. Corrí hacia el final del pasillo, de puntitas… ¿por qué demonios se me había ocurrido ponerme tacones hoy? hasta llegar a un área iluminada, en donde estaba la puerta con un letrero lleno de globos que decía “sala de Juegos” respiré profundo ocultando mis emociones y giré el picaporte…
Mi hermanita estaba jugando con cubos de madera, formando lo que tenía aspecto de ser una casa, unos delicados caireles se acurrucaban en sus hombros, en cuanto la puerta se cerró, Liza giró su cabeza y entonces enlazó su mirada zafiro con mi mirada esmeralda, una sonrisa, la sonrisa más sincera del planeta se dibujó en su carita, mientras sus hoyuelos se asomaban en sus mejillas. Saltó con una agilidad poco característica de su edad de la silla y corrió con sus brazos extendidos hacia mí. La alcé en pleno vuelo y la tomé en mis brazos.
Aunque había crecido mucho, podía cargarla con facilidad, sin cansarme por un buen rato.
-Samy- dijo, mientras me daba un beso en la mejilla.
-Hola cielo, vamos a dar un paseo hoy- la recargué en mi cadera, no solo porque no quería soltarla, sino porque podía ir más rápido si no tenía que remolcar a Liza, que siempre se entretenía con las cosas más cotidianas de la vida.
-¿A dónde vamos Samy?- ¿A dónde vamos? Bueno esa era una buena pregunta y ahora que tenía a Liza era momento de plantear el siguiente paso…
Ir por liza hecho, ahora tenía que salir de aquí e ir… con Suzanne. Otra gran amiga de mi madre que al igual que Ángeles podía ayudarme.
-Vamos a ir con Suzanne, ¿te agrada Suzanne no?- me agaché para coger su mochila de las princesas de Disney, metí su lonchera apretujada dentro y cerré el cierre. La colgué sobre mi mano libre.
-Me gusta Suzanne, tiene muchas cosas bonitas y brillantes en casa- mi hermana estaba obsesionada con todo lo que brillara.
-Que bueno cielo, iremos un rato, ahora escúchame un momento- sus grandes ojos azules se encontraron con los míos, mientras se ponía seria, a veces podía prestar mucha atención y entender como si fuera 5 años mayor, así que debía ser cuidadosa.- Vas a guardar silencio hasta que te lo diga- le dije con una sonrisa intentando restarle importancia – Tus compañeros están en clase y si ven que nos marchamos se pondrán celosos y querrán venir con nosotros a ver las lindas cosas de Suzanne- me miro, asintió y en un gesto clásico, cerró su boquita con una llave imaginaria y me la dio, sonreí, cuanto desearía ser tan inocente en estos momentos, guardé “la llave” en el bolsillo de mi pantalón y abrí la puerta lentamente mientras observaba mi reloj. 3 minutos desde que la directora había vuelto a la recepción, extrañamente habían pasado años para mí…
Introduje la llave en la tercera puerta, que giró fácilmente y entonces pudimos salir al exterior. Cerré con cuidado y rodeé el edificio para entrar al parque, donde caminé a prisa, mientras Liza miraba a su alrededor con anhelo, seguro quería ir a los juegos, pero ahora mismo no podíamos, atravesé el parque, paré un taxi; antes de subirme, giré para ver el colegio, un camaro estaba aparcando en la entrada principal, mientras dos tipos de cuero bajaban y subían las escaleras, avente la mochila de Liza al asiento trasero, y subí rápida pero con cuidado de no golpear la cabeza de liza con el techo. Mi conciencia se dividía, unos tipos claramente malos, estaban entrando en un colegio lleno de niños pequeños, seguramente armados, pero conocía a la directora Angeles y sabía que sabría manejar la situación, no sabía qué hacer, si huir o enfrentar… pero al mirar a Liza, tan inocente tomé la
decisión egoísta y le pedí que nos llevara a la dirección de la casa de Suzanne.
Perdonenme la tardanza... un poco atareada!
COMENTEN PORFIS!!!

1 comentario:

Gabrielaa! :) dijo...

Me encantaaa! Asii de sencillo! ♥
~
Lo contas de una maneraa, qe te hace pensaar qee estaas aii; ii me encantaaa! Sentis toda la emocion dell momentooo :D! xD

Buenoo, ME ENCANTAAA! ♥

I subii rapidoo porfiiis! :)